Muchas veces nos hemos ocupado de la convicción de los uruguayos de que somos mejores a otros en muchos aspectos, lo que para nosotros no es así, sino que sencillamente somos diferentes.
Prueba de esto es que los dos proyectos que a nuestro entender son de los pocos que ha demostrado su valor y su vigencia, fueron en su momento duramente reducidos, aunque ahora feliz y solapadamente son reconocidos hasta por quienes en su momento les combatieron duramente.
Nos estamos refiriendo a la fundación de los Centros Regionales de Profesores (CERP) y al Plan Ceibal. Sus principales impulsores han sido el Prof. Germán Rama y el Dr. Tabaré Vázquez, respectivamente.
Aún cuando no se reconoce y hay interés en minimizar a los autores de cada iniciativa, son para nosotros los dos únicos casos, en que puede decirse que hubo un acuerdo tácito, nunca reconocido como tal, que ha sido continuado, aún con cambios y modificaciones, por los impulsores de ideologías opuestas, diferentes.
La instalación de Centros Regionales de Profesores ha dado posibilidades a muchos jóvenes estudiantes que hasta ese momento no tenían posibilidades de realizar sus ambiciones en el profesorado.
En cuanto al Plan Ceibal, nadie puede desconocer que en su momento pensar en darle a cada escolar una computadora, parecía una locura. Sin embargo hoy es reconocida como una de las iniciativas que más ha aportado a la igualdad de posibilidades entre los uruguayos.
Esto es lo verdaderamente diferente que tenemos los uruguayos. Vale decir que a pesar de entender que un proyecto, una iniciativa, tiene errores y defectos notorios, convicción basada más en la ideología que profese quien la cuestiona, que en argumentos sólidos y razonables, hemos sido capaces de llegar a acuerdos y mantener estas iniciativas a pesar de no compartirlas totalmente.
Para nosotros, si realmente fuéramos mejores que otros y diferentes al menos, estos acuerdos deberían de lograrse con facilidad, porque se trata de lo que llamamos “políticas de Estado”.
Vale decir que nuestro sistema democrático, puede ser el menos malo, porque lamentablemente hay otros muy cercanos que están peor que nosotros, pero esto no podría jamás llevarnos a considerar que somos mejores o “diferentes”, sino sencillamente, que tenemos aciertos y errores y en este camino los aciertos son pocos, pero notorios y si bien estamos de acuerdo con su importancia, esto no nos puede llevar a considerarnos “mejores” o “superiores” a nadie.
A.R.D.
Testarudos como pocos,pero no superiores a nadie
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