Profesor José Buslón
Está semana después de la primera entrega de Salto místico y las muy buenas repercusiones con las historias y leyendas del Parque Solari, volvemos para contarles acerca de los misterios que envuelven al Palacio Córdoba; uno de los edificios con más historias del departamento y nos animamos a decir del país.
Fue mandado a construir por el Brigadier General Diego Lamas, quien después de ser nombrado en Montevideo, justamente con este cargo, debió volver al sur. Lamas jamás ocupó el flamante edificio construido a mediados del 1800.
Estratégicamente ubicada en el mejor lugar de la ciudad, con una vista privilegiada a las orillas de la vecina Concordia, el vínculo con la Argentina es de amoríos entre celebridades de la historia de las dos orillas.
El relato del profesor José Buslón, nos cuenta quienes fueron los primeros ocupantes. El matrimonio Bica-Acosta, siendo Eloísa Acosta en ese entonces esposa del magnate Bica, la protagonista de los testimonios que durante el paso de los años han ido saliendo a la luz. Personas que en distintos momentos contaron las experiencias vividas con las apariciones de Eloísa.
Tras la muerte de Manuel Bica, empresario muy exitoso por aquellos tiempos (estrechamente vinculado al argentino Justo José de Urquiza). Eloísa se casa con el Jefe Departamental Teófilo Córdoba; militar nacido en Argentina con un desempeño importante en la historia del departamento de Salto. Eloísa tenía muy buen ojo para elegir pretendientes y amoríos. Será que estuvo vinculada a hombres importantes para la historia desde su niñez.
El padre de Eloísa fue un hombre que trascendió y quedó perpetuo en la historia grande de nuestra Patria; Juan Acosta es quien aparece en la pintura de Juan Manuel Blanes con el crucifijo en mano en el retrato de los Treinta y Tres Orientales en la playa de la Agraciada.
“Eloísa Acosta mientras estuvo casada con el acaudalado empresario, mantuvo amoríos con Justo José de Urquiza, ambos estaban comprometidos pero no les fue impedimento encontrarse en el Salto Oriental.
Urquiza cruzaba al Uruguay; árboles grandes que están sobre la margen, próximos al palacio, servían como referencia para orientar a Urquiza quien en las noches cruzaba para encontrarse con su amada. Una particularidad y algo pintoresco de los faroles que alumbraban la llegada del argentino a nuestras costas; el combustible era aceite de coco fabricado por Arnold Williams, intimo amigo de Urquiza.”
La personalidad de Eloísa
“Eloísa era una mujer de mucha personalidad, de carácter muy fuerte, con un gran sentido de pertenencia a esa propiedad. Se dice que los rasgos de personas como Eloisa quedan en el lugar, no se van después de fallecer, los alquimistas dicen que las almas con arraigo jamás se van sino que permanecen en el lugar y las personas sensibles pueden y llegan a tener contacto con estos seres que andan deambulando por esas zonas de arraigo emocional.”
A lo largo de la historia, ese lugar emblemático, ha sido sede de distintas instituciones, una de ellas el CERP (Centro Regional de profesores) en la década de los 90.
“En una oportunidad un estudiante, llegando al palacio Córdoba, en los pasillos, saluda a una señora vestida de una manera muy particular. Pues la señora lo saluda moviendo la cabeza y continúa caminando hacia la puerta.
El estudiante intrigado vuelve su paso atrás para ver de quién se trataba, allí se da cuenta que el retrato de la pared es similar al de la señora que caminaba hacía apenas unos segundos; Eloísa hacía notar su presencia a los ocasionales visitantes.”
Casa de Gobierno y sus historias
Actualmente pertenece a la intendencia de Salto, por eso varios han sido los municipales que la vieron parada contemplando la fuente que está ubicada en el patio central. Otros la han visto en la cocina del palacio Córdoba, incluso en el encuentro ella les habló pero por la perplejidad del susto no llegaron a escuchar bien lo que decía. Pasos, caminatas, respiración en la nuca.”
Lamas y los túneles
El palacio Córdoba está también vinculado a dónde hoy funciona un restaurant que lleva el apellido de Lamas. Hay túneles que conectan la casa con el palacio. Allí se escuchan, ruidos, voces, gritos, en fin, se asocia a los esclavos, y algún entierro hecho en el lugar. Lamas tenía esos túneles pronto a utilizarlos en una inminente evacuación o fuga teniendo en cuenta que los Blancos estaban en guerra con los Colorados.
“No invocarás”
“En el año 2017 en una presentación de uno de los Libros de Guillermo Lockhat, justamente contado las experiencias de otras personas e historias de apariciones y leyendas. Nosotros siempre ambientamos el lugar de acuerdo a las historias.
Cuando se terminaba la presentación del libro siempre le dábamos lugar a una reflexión, en esa instancia, decíamos que en los diez mandamientos faltó uno muy importante; ‘no invocarás’.
Al año siguiente en el ateneo de Salto con la presencia de Lockhat, un referente del Departamento de Cultura de la Intendencia de Salto, quien estuvo en la presentación del libro, se acerca nos cuenta muy intrigado una historia que vivió el encargado de abrir y cerrar el palacio Córdoba.
El lunes, después que estuvimos nosotros (en el 2017), encuentra las cortinas corridas, varias sillas tiradas en el piso, el mobiliario desordenado. De inmediato aparece el testimonio del sereno quien escuchó ruidos en la casa a eso de las 3 de la mañana.
Eloísa quiso manifestar que cuando se la invoque ella estará, aparecerá.
Canillas que se abren, puertas que suenan, lugares donde se siente un frío tremendo cuando todo el lugar cuenta con calefacción en invierno. En fin, son muchas las pruebas de que Eloísa está ahí. ‘Vive’ aún y no quiere abandonar el lugar.”