El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), presentó los resultados de la Encuesta Agrícola “Invierno 2025”, realizada durante el mes de junio. El relevamiento brinda información clave sobre el desempeño de los cultivos de verano 2024/25 con destino a grano seco y la intención de siembra para los cultivos de invierno.
Producción récord de soja y maíz
Según los datos divulgados, la superficie total sembrada con cultivos de verano alcanzó las 1.521.723 hectáreas, en línea con la zafra anterior. La soja ocupó 1.229.235 hectáreas, y su rendimiento promedio fue de 3.121 kg/ha, el más alto registrado hasta el momento en Uruguay. Esto se traduce en una producción total de 3.836.558 toneladas, cifra histórica para el país.
El maíz también mostró un comportamiento excepcional, con 259.931 hectáreas sembradas, lo que representa un aumento del 10% respecto a la campaña anterior. El rendimiento promedio fue de 7.452 kg/ha, generando una producción total de 1.936.918 toneladas, el mayor volumen registrado hasta la fecha.
Menor intención de siembra para cultivos de invierno
En cuanto a los cultivos de invierno, la intención de siembra para la campaña 2025 se estimó en 713.567 hectáreas, lo que representa una caída de aproximadamente 49.000 hectáreas respecto al invierno anterior.
Dentro de este total, se destaca el trigo con 304.778 hectáreas proyectadas, seguido por la cebada cervecera con 169.869 hectáreas, y la colza y carinata con 212.691 hectáreas.
Cabe señalar que al momento del relevamiento aún no se había concretado toda la superficie prevista, por lo que estos datos serán actualizados en la próxima encuesta de primavera.
Un marco de datos actualizado
La encuesta se apoyó en un marco muestral renovado a partir del sistema SIREA, que integra registros administrativos agropecuarios. La información se recopiló mediante entrevistas personales, vía web y por teléfono a una muestra representativa de productores.
Con estos resultados, se confirma una zafra de verano marcada por rendimientos sin precedentes y se anticipa una zafra de invierno con menor superficie sembrada, reflejando decisiones productivas ajustadas al contexto actual.