Por Carlos Ardaix
Si bien Salto ha recibido a muchos artistas, hay presencias que se destacan por varias razones e incluso quedan en el grato recuerdo de quienes han vivido esa experiencia.
Apreciar un artista sobre el escenario, ver y sentir a quien admirábamos a través de la radio o TV, es sin dudas una experiencia.
Cuando nos confirmaron la actuación de RAFFAELA CARRA sentimos que Salto viviría un espectáculo con mayúscula. La artista, su cuerpo de bailarines, sonido e iluminación de la RAI.
Hubo necesidad de agrandar el escenario y se amplió el piso dos metros hacia el frente.
El equipo de técnicos de la RAI llegó un día antes y Raffaela se hospedó en el Hotel Salto. Una primera anécdota curiosa fue que hubo que cambiar las cortinas de su suite porque los colores que tenía, según la diva, traían mala suerte.
El Harriague alcanzó su récord de asistencia, 18.000 personas o entradas vendidas.
Era otro parque sin un árbol en todo el entorno del escenario.
Los ejercicios de pre calentamiento del ballet y la cantante fueron tan exigentes o más que los que realiza un cuadro de fútbol.
El show sorprendió por su calidad, profesionalismo y ajuste. Hasta el más mínimo detalle se cuidaba y cada canción sorprendía superando la anterior.
Esa noche visitó nuestro parque una estrella de otra galaxia. La sencillez y naturalidad le caracterizaban.
Lo comprobamos el día de su actuación en Salto.