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martes, abril 29, 2025
Columnas De Opinión
G-Irónico / Gonzalo Fernandez
G-Irónico / Gonzalo Fernandezhttps://ironiamagna.com
Gonzalo Fernández, "proyecto de escritor caminante", cuento con algunos trabajos independientes, y he participado como colaborador en la Revista Al Límite - Del Plata, y en la Revista Opción Médica. En mis diferentes alter egos suelo mutar a G-irónico y El Puntito de la J, dos personajes que buscan el humor irónico y negro de situaciones diarias y cotidianas.

Proyecto HST – Homo Sapiens Translate

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/nq1e

Después de décadas intentando comprender a los delfines, las ballenas y hasta los grillos en verano, la ciencia ha decidido enfrentarse a su mayor desafío: descifrar la comunicación humana.

Sí, así como lo lee.
Lo que comenzó como una epopeya para «traducir» los clics submarinos y los graznidos exóticos, ha desembocado en un proyecto mucho más arriesgado y, según algunos científicos, «casi utópico»: desarrollar una inteligencia artificial capaz de interpretar lo que un ser humano realmente quiere decir cuando habla.

“Después de lograr establecer patrones claros en el lenguaje de los delfines, vimos que entenderlos era sorprendentemente sencillo”, comentó la doctora Mariana Pez, líder del equipo de investigación. “Los delfines son directos, coherentes y usan sus vocalizaciones con sentido lógico. Todo lo contrario a la comunicación humana moderna”.

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Según los científicos, la IA pudo identificar en pocos meses que un silbido de delfín equivalía a un «¡Cuidado!» o un «¿Dónde estás?». Sin embargo, llevan años intentando decodificar qué significa realmente cuando un ser humano dice “vemos” (promesa de nunca concretarse) o “estoy llegando” (cuando en realidad todavía no salió de la casa).

Así nació el ambicioso Proyecto HST (Homo Sapiens Translate), una iniciativa global para desarrollar una inteligencia artificial que pueda:

  • Traducir correctamente frases ambiguas como «hacé lo que quieras» (traducción real: «atrevete y verás lo que pasa»).
  • Interpretar silencios incómodos en reuniones familiares como advertencias prebélicas.
  • Comprender mensajes de audio de ocho minutos donde el remitente no termina de decir absolutamente nada.

La primera fase de experimentos incluyó interacciones reales como:

  • Discusiones.
  • Grupos de WhatsApp organizando reuniones sociales.
  • Reuniones laborales donde todos opinan pero nadie resuelve nada.

Según las primeras conclusiones, entender a un delfín resulta, en comparación, como armar un rompecabezas de 3 piezas frente a la complejidad emocional humana, que sería más parecido a intentar completar un cubo Rubik, en la oscuridad, con las manos atadas y sin saber si realmente existe ese cubo Rubik.

Uno de los grandes obstáculos es la increíble variedad de formas en que los humanos logran decir lo contrario de lo que piensan.

“Los delfines nunca fingen interés en lo que dice otro delfín para no quedar mal”, aclara la Dra. Pez. “En cambio, el ser humano ha desarrollado un lenguaje no verbal y verbal contradictorio tan sofisticado, que ni siquiera ellos mismos logran entenderse».

Por ejemplo, la IA sigue fallando al intentar descifrar:

  • El «estoy bien» con tono de funeral.
  • El «vos sabés lo que hiciste» sin contexto alguno.
  • El «no pasa nada» después de una discusión que evidentemente sí pasó.

De ser exitoso, el proyecto abriría la posibilidad de:

  • Evitar el 80% de las peleas, simplemente entendiendo lo que realmente se quiere decir.
  • Optimizar reuniones laborales a 15 minutos, en vez de 3 horas de «dar vueltas».
  • Salvar grupos de WhatsApp que hoy agonizan en infinitos debates sobre si la juntada es «a las 20» o «tipo 20», que son dos conceptos radicalmente distintos.

Algunos expertos son escépticos, “El problema no es que no sepamos comunicarnos, es que muchas veces no queremos que nos entiendan”, confesó un filósofo anónimo que, tras esta reflexión, no pudo ser interpretado por la IA.

Conclusión

Mientras seguimos avanzando en hablar con delfines, ballenas, loros y hasta grillos, el verdadero milagro sería lograr entendernos entre nosotros.
Y si no, siempre quedará el clásico «dejalo así, no importa», que en idioma humano moderno significa: «esto no termina acá, pero vos no te das cuenta todavía».

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