back to top
lunes, 12 de mayo de 2025
9.4 C
Salto

Halloween o las fechas importadas

- espacio publicitario -
Diario EL PUEBLO digital
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/r336

Aunque no nos demos cuenta – algunos quizás sí – la invasión a lo nuestro, a lo autóctono, sigue, como objetivo esencial de la denominada “globalización”. Es que todo lo nuestro, lo de América, sigue claudicando ante lo foráneo y esencialmente de la misma procedencia que habla inglés.
Es así que hoy ya no existen los repartidores, los del comercio chico que le llevaban su pedido, hoy son todos “deliverys” (¿?). Las grandes superficies han ganado y siguen ganando espacios y los comercios chicos de barrio, siguen desapareciendo.
Desde hace algunos años irrumpió el 31 de octubre la fiesta de “Halloween” (¿?), y estamos seguros que los niños inocentes no saben siquiera de que se trata. Basta para ellos pedir dulces o travesuras, porque no tiene otro sentido que éste para ellos.
Es que queda muy claro. Ingresar por la puerta de la inocencia de la niñez es una forma muy eficaz de hacerlo. ¿Quién va a oponerse a la alegría de los niños?
Sin embargo la cuestión oculta otra cara, casi invisible. Los niños en su mayoría deben disfrazarse y no siempre lo hacen destacando su inocencia, sino que lo hacen de acuerdo al “camino” que le señalan los grandes medios de comunicación, hoy liderados por la red de redes.
En esta ocasión surge en los países con mayor número de habitantes una gran preocupación: el juego del calamar (antes fue el de la ballena azul). Los niños se “enganchan” con ellos que les muestran una carnada (dinero, fama o poder), o sencillamente el desafío de competir y medirse frente a otro. En este camino les van poniendo desafíos.
Millones de seguidores en el mundo se “enganchan” y los únicos que ganan dinero si o sí, son los que han concebido e instalado el juego, dado que cobran de acuerdo a la cantidad de ingresos.
La nefasta “ballena azul”, terminaba poniéndoles a los niños desafíos que representaban un altísimo riesgo de muerte. Esta es la cuestión, es que llegado el momento debe eliminar algunos para que haya un solo ganador, que se lleve el “premio” prometido, aunque en el camino haya quedado la vida de muchos inocentes, llevados por la ambición de ganar.
Se entenderá por qué no nos gusta “Halloween”, que este año se disfraza con las figuras del juego del calamar. No nos gusta, como tampoco nos gustan los términos ingleses cada vez más difundidos y los juegos “diabólicos” que aparecen en las redes.
A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/r336