Investigación del LATU, Centro Comercial, UCU y Ministerio de Industria
A iniciativa del Centro Comercial e Industrial de Salto y en conjunto con el LATU, el Ministerio de Industria, Energía y Minería y el Campus Salto de la Universidad Católica, se llevó adelante el proyecto llamado “Mapeo y diagnóstico de competitividad del sector de elaboración de alimentos en la ciudad de Salto”, el que fue presentado esta semana.

De dicho informe se desprende, tras el relevamiento a 199 empresas de la ciudad, que el 53% trabaja en la informalidad, de las cuales el 69% son micro empresas y el 16% son pequeñas empresas. El otro fenómeno es que de las medianas empresas consultadas, el 100% eran formales. El grado de informalidad se da mayoritariamente en el rubro de los “carros móviles de suministro de comidas, etc.” en el 71%, siguiéndole de cerca con un 70% la “elaboración de productos de confitería”, cerrando el podio con un 54% las rotiserías.
Para conocer mayores detalles, EL PUEBLO dialogó con Vera Facchín, presidenta del Centro Comercial y con Carina Di Candia del LATU.
BUSCANDO MEJORAR
“Esta es una iniciativa del Centro Comercial que planteamos al Ministerio de Industria –comenzó explicando Facchín- de poder tener un mapeo y un diagnóstico de todo el sector alimentario de la ciudad de Salto. De alguna manera es conocer en qué situación se encuentra, no con un fin fiscalizador sino de mejorar la competitividad de ese sector, conocer el grado de formalidad e informalidad que tiene. Conocer, por ejemplo, cuál es el cumplimiento de los requisitos en materia de bromatología. Es decir, conocer y tener información para que luego cada uno de los organismos o las instituciones que participamos, veamos cada uno desde su lugar qué puede aportar para mejorar el sector de alimentos de las micro y pequeñas empresas de la ciudad de Salto”.
“En esto hay que felicitar también a la Universidad Católica por haber puesto a un grupo de estudiantes a hacer este mapeo, algo que nos parece muy interesante dentro de una lógica que venimos trabajando, es unir empresas, academia y sociedad, como una forma de trabajar juntos, apostar al desarrollo y a la mejora en la competitividad”.
“En un primer pantallazo vemos que se cumple lo que veníamos pensando sobre que existe un porcentaje muy alto de informalidad en el sector y que existe un porcentaje muy alto en el no cumplimiento de los requisitos bromatológicos. Es decir, hay un diagnóstico que no es bueno para la ciudad. Queremos que esas empresas crezcan, se formalicen, que puedan aportar a la competitividad, entonces, es acercarle canales. Por ejemplo, aquellos que están en situación no formal, acercarles las herramientas del Centro PYMES para que puedan ver cuáles son los posibles caminos para que se puedan formalizar, ver qué capacitaciones tienen a la mano en marketing, en finanzas, en economía, en cómo gestionar una empresa”.
“Es decir, ver dónde estamos y ver qué se puede mejorar, que ahí mejora la relación de competencia entre quienes están en lo formal hoy con el sector informal, y a los informales que por distintos motivos no han podido formalizarse puedan dar ese salto que sabemos es el necesario para que también puedan crecer como empresas y emprendimientos”.
EL PUEBLO al consultar a Facchín sobre si se pensaba apuntar a las causas que llevan a los pequeños comerciantes a trabajar en el informalismo, respondió que “esa es una medida que siempre se está trabajando desde la gremial, a veces no tenemos los insumos como para poder diagnosticar cuales son las causas. Si sabemos que por motivo de la pandemia creció mucho el sector informal en alimentos, mucha gente comenzó a elaborar en su casa. Vemos ahí una oportunidad de cómo crece ese emprendimiento que quizás arrancó como una forma de reorganizarse empresarialmente y cómo puede dar el salto a crecer como un emprendimiento, formalizarse y poder brindar un mejor servicio”.
MEJORAR CONDICIONES DE LAS EMPRESAS
Por su parte, Carina Di Candia, encargada del trabajo de investigación del LATU, comentó a EL PUEBLO algunos de los resultados a los que se llegó. “Trabajamos con micro, pequeñas y medianas empresas. Por un lado se observa que hay un grado de informalidad, por otro lado vimos que hacen faltan algunas herramientas para mejorar la gestión de las empresas, para mejorar la gestión de indicadores, mediciones”.
“El diagnóstico lo enfocamos en tres fases, una a la que llamamos enfoque, que tiene que ver con que si ellos conocían lo que estaban haciendo, cómo lo estaban haciendo, sus clientes, los consumidores, después si lo estaban trabajando a nivel documental, cómo lo venían siguiendo, y después si medían resultados e impacto. Vemos que a nivel de enfoque todos saben lo que están haciendo, pero les falta avanzar y herramientas”.
“Este informe va a quedar publicado en la página del Ministerio de Industria, Energía y Minería, y a partir de ahí vamos a elaborar una hoja de ruta buscando mejorar lo que son las condiciones de estas empresas en aquellas brechas que hemos identificado. Hay varias herramientas que pueden tener desde el Centro PYMES de Salto, el Ministerio de Industria y Energía y el MIDES. Hay varias instituciones, y la idea es poder trabajar en conjunto y en forma articulada para poder ofrecerles herramientas e instrumentos, justamente, para que puedan mejorar y ser más competitivas en el sector”, concluyó.