El frentazo de Junior Rodríguez primero, estableciendo el 1 a 0 de Salto frente a Durazno siete días atrás en el «Silvestre Octavio Landoni». Pero después,. y cuando menos el partido giraba en su favor, Durazno dio vuelta todo: el trámite y el resultado. Hoy es el desquite en el Dickinson, desde las 21.15′.
Para la selección salteña, el imperativo de victoria y acto seguido,. que la diferencia de goles posibilite la clasificación, sin mediar la ejecución de tiros desde el punto penal. Los penales siempre implican un riesgo.
Sucede que en caso de empate en puntos, la diferencia de goles es lo que surge como aspecto a tener en cuenta. Un 2 a 0 o un 3 a 1….o un 4 a 2. Cualquiera de esos resultados, para que Salto avance. Si la diferencia es de un gol (1-0, 2-1 o 3-2), será el tiempo de los penales. La historia está pendiente.
EL SALTO POSIBLE
En no pocos pasajes del juego de ida, Salto lució apto. El hecho es que hubo desacomodos defensivos demasiados notorios por los laterales, por eso ahora el fin de tentar otras fórmulas. Aparece Javier Gómez de un lado y Nicolás Cáceres de otro. Con Javier al «4», no solo solo calidad de cierre defensivo, sino autoridad para proponerse la salida y llegada. Un argumento más, para que Durazno sufra el poder de una embestida que Salto tentará exponer.
El Salto posible existe y es el que esta noche tiene que reaparecer. La derrota en Durazno fue trago amargo, pero esta selección TIENE RAZONES para que creer que puede-.
A partir del orden táctico y la certeza ofensiva. Por ahí viene la mano.
Por ahí viene lo que Salto tiene como idea fija: ser uno más entre los mejores cuatro. Y la verdad, sin dobleces, está dicha: no está lejos.
Casi que en la palma de la mano.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-

Noventa minutos para modificar el rumbo. El Salto que es posible.