«Es una pena como hay gente que no valora el esfuerzo, sacrificio y horas de trabajo que dejan dirigentes y colaboradores de su tiempo personal para mantener una escuela, un jardín o una institución deportiva Anoche, otra vez, pretendieron ingresar a robar en Gimnasio Bernasconi. Dañaron la puerta principal, causaron roturas que obligan a una reparación con fondos que probablemente estaba destinado a otras necesidades».
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El lamento desde la Comisión Directiva de Salto Nuevo es puntual, porque el gimnasio Arnoldo Bernasconi volvió a ser blanco predilecto de algunos vándalos y la toma gráfica de Luis Ignacio Suetta, todo un testimonio. No es la primera vez el azote de quienes atentan contra los bienes de Salto Nuevo. La cancha de fútbol padeció tropelías de la más insólita naturaleza. «Lo que ven, se lo roba», alguna vez se escribió. Mientras que ahora, Antonella Samit, hincha albiverde, tiró la reflexión, «porque no va a durar nunca nada».
Mientras que Alberto Lima se asoció a la bronca: «no son del barrio». A su vez, Christian La Cruz fue más al grano aún: «cero código robar en Salto Nuevo. No son hinchas ni nada. Todo lo que se hace con cariño, lo roban»
