Edición Año XVII N° 895, lunes 6 de enero de 2025
LANATA. Falleció alguien que desde antes de dedicarme al periodismo he tenido como a un referente del periodismo. Dentro de unos meses cumpliré 56 años. Lanata falleció con 64, pero cuando cumplió 56 años escribió un libro llamado justamente “56”, que llevaba como subtítulo “Cuarenta años de periodismo y algo de vida personal”, libro que a raíz de lo ocurrido he vuelto a releer en estos días.
Dentro de las múltiples definiciones y conceptualizaciones que trae, deseo solo compartir una que ayudará al amigo lector a entender muchas cosas de mí en esta etapa de mi vida.
“Soy periodista porque tengo preguntas. Si tuviera respuestas sería político, religioso o crítico. Por eso el periodismo militante es la antítesis de lo que soy: ellos están llenos de respuestas y están dispuestos a aplicarlas. Soy periodista porque no sé. Preguntar es un modo de desobedecer, de cuestionar. Al objeto o sujeto que está ahí se le pregunta: ¿sos lo que decís? ¿Sos lo que mostrás? ¿Qué sos? Preguntar es cuestionar y cuestionar es conocer”.
*
LA MUERTE. Lanata tuvo un pasaje por la televisión por cable cuando era difícil tener pantalla al aire, salía los domingos por Canal 26. Justo el 27 de octubre de 2010 cayó domingo, tenía programa y acababa de fallecer Néstor Kirschner. A continuación, comparto parte de su reflexión sobre la muerte que editorializó esa noche.
“La muerte siempre sorprende y espanta. La de Néstor Kirschner estalló en el vacío de un día feriado. Estábamos todos esperando la llegada del censista con teléfonos que no pararon de sonar en toda la ciudad durante todo el día”.
“La muerte ajena espanta porque nos enfrenta al fantasma de la muerte propia. Eso es lo que nos pasa cuando se muere alguien, nos damos cuenta que nos podemos morir nosotros. Esta mañana supimos otra vez que no somos inmortales, y la sola idea es insoportable, y probablemente por eso nos vamos a olvidar muy rápidamente esa idea, y ya mañana a la mañana vamos a ser inmortales de nuevo. Ni siquiera el poder nos puede defender de la muerte, por eso el shock de hoy en todos”.
*
CONFIESO que bien habría podido o debería haber escrito esta primera columna de año con mayor optimismo y hablar de otras cosas más banales como la llegada de los Reyes y lo que esto significó para el comercio local al inicio de lo que llaman el mes más largo del año. Pero lo cierto es que me estuve aguantando todos estos días para poder hablar en esta columna sobre la partida de un gran periodista rioplatense (que incluso llegó a trabajar en nuestro país hasta que no soportaron más su estilo de búsqueda de la verdad porque se encaprichó por querer conocer de cerca la relación que existe entre el poder económico y el poder político uruguayo, ahí lo echaron… obvio).
Así que ya está hecha la catarsis. Feliz año para todos y dejando un breve espacio para la banalidad (solo por hoy), esperamos que los Reyes les haya traído a cada uno de ustedes lo que se hayan ganado en el año que pasó.
Hasta la semana que viene y tilo pa’la barra…