La Escuela de Nilópolis, Beija-Flor, fue coronada campeona entre las escuelas de samba del Grupo Especial del carnaval de Río de Janeiro. El tema de este año fue las protestas contra la corrupción, la violencia y la intolerancia del país. La escuela obtuvo 269,6 sobre 270 y se convirtió en la ganadora este año.
Uno de sus carros más impresionantes representaba un moderno navío negrero en que viajaba el presidente de Brasil Michel Temer vestido de vampiro. El desfile titulado «monstruo es aquel que no sabe amar: los hijos abandonados de la patria que los parió» tenía escenas de niños tiroteados en las escuelas públicas, menores víctimas de balas perdidas en sus ataúdes, padres cargando los cuerpos de sus hijos heridos y jóvenes apuntando a sus víctimas en la cabeza con armas.
Beija-Flor suma ahora 14 títulos, lo que la sitúa como la tercera escuela con más triunfos de Brasil. En la votación, los jurados evalúan la canción, los tambores, la temática, la calidad de los disfraces y las carrozas, y la armonía del conjunto.
Se anunció a la ganadora en una ceremonia en el sambódromo donde el público protestó contra Temer y contra el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, que redujo el presupuesto para las fiestas.
Campeona del Sambódromo
La Escuela de samba Académicos del Tatuapé sacudió el Sambódromo y se convirtió así en bicampiona del desfile de escuelas del Carnaval de Río de Janeiro este fin de semana. El samba contagioso fue considerado uno de los mejores del carnaval de Rio y sus tambores fueron uno de los más destacados.
A pesar de que en 2017 se consagró campeón por primera vez con un desfile más tradicional, este año no repitió esa fórmula y jugó con la mezcla de sonidos. El tema de este año, «Maranhão, os tambores vão cantar na terra da encantaría», mezcla la samba con reggae para homenajear al estado de Maranhão, uno de los más empobrecidos de Brasil.
El traje de la reina de tambores de Tatuapé, Andréa Capitulino, costó cerca de $ 90 mil uruguayos, según la propia Capitulino dijo a la cadena O Globo. «Es una fantasía que tiene mucha pedrería, plumas, cristales importados, y viene representando los colores cálidos de Maranhão», explicó.


