SELECCIÓN / Las revelaciones comenzaron a ganar terreno público.
El ciclo pasado de la selección salteña de mayores, ha tenido sus propios e innumerables vaivenes. El hecho es que al paso de los días y tras la conclusión del ciclo, las revelaciones comenzaron a ganar terreno público. Comenzaron a conocerse.
«No se trata de situaciones reñidas con la moral, pero que en todo caso mueven a la reflexión», alertó a EL PUEBLO quien fue aportador puntual de determinados datos. Datos que en algunos casos, transparentan la pérdida de un perfil más o menos austero y que como aspecto bien concreto, parece determinar el exceso de gastos en torno al combinado «naranjero». Al fin de cuentas, el mapa de las finanzas del combinado, ha sido siempre en los últimos años, una penumbrosa caja de cuentas que van y que vienen, pero que nadie sabe cuáles son.
O qué razones las sostienen. No por nada de última, ha surgido la desprolijidad manifiesta respecto a la publicidad estática en el Parque Ernesto Dickinson, donde en determinadas situaciones, no existe contrato que ampare. Todo de palabra.
LA CARNE DE LA SELECCIÓN
A más de un dirigente, le ha impactado lo que se fue sabiendo en materia de selección a la hora de las comidas semanales.
La confiable fuente le trasmitió a cronistas de esta página, que «eran dos por semana y el asado surgiendo sin más trámite. En cada cena, 25 kilos de carne. Hay que hablar entonces no en pocas oportunidades, de 50 kilos de carne por semana. De cada cena participaban unas 45 personas aproximadamente, entre futbolistas, cuerpo técnico y colaboradores inmediatos».
El apunte pasa a señalar asimismo que «hubo momentos en que la Liga debió pagar 6.000 (seis mil) pesos por semana, solo de carne. Por lo tanto, no hay presupuesto que aguante. Eso queda bastante claro a la luz de lo que ahora establecen los números».
«UN ASADITO NO ESTÁ MAL, PERO…NO TANTO»
No es menos cierto que situaciones como estas, se pretende erradicar en el futuro. Pero también se coincide en que «hubo pista sin oposiciones, para que hechos como estos sucedieran».
No se culpabiliza al entorno de la selección o a técnicos y jugadores, sino más bien que la mira parece apuntada a quienes lo posibilitaron. La pregunta no es otra: por qué se posibilitaron gastos de esta índole?. Y otra pregunta: los representantes de clubes estaban noticiados de realidades a este nivel?.
Por lo demás, cada lunes desde el local de la Liga Salteña de Fútbol, debía salir el dinero para contemplar «la erogación cárnica».
200 kilos de carne al mes y consiguientemente 24.000 pesos, no parece ser una suma menor, a poco que se tenga en cuenta que en la reciente Copa Nacional de Selecciones del Interior, «más salió dinero de lo que entró. Un asadito de vez en cuando no está mal…pero no tanto».
El balance seguramente, no dirá lo contrario, respecto al dinero desembolsado. Un dinero, que, definitivamente no fue poco.
ELEAZAR JOSÉ SILVA
El ritual de campeón por Durazno. Mientras aquí, nos dividimos. ¿Desde cuándo la división suma?