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martes, 22 de abril de 2025
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Las supersticiones y cábalas de los salteños

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Diario EL PUEBLO digital
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¿Cuántas veces evitamos pasar por debajo de una escalera? Si hay un grillo en nuestra casa ¿lo matamos? Es difícil que no tengamos una opinión marcada sobre el número 13, y sobre la connotación de mala suerte que suele acompañarlo. También en el mundo del deporte o de la política suelen darse cábalas que traen buena suerte: llevar algún amuleto encima, entrar a determinado sitio con el pie derecho, terminar una campaña electoral en tal ciudad, tirar sal por detrás del hombro.
Nuestra vida cotidiana está llena de momentos y de actos que medimos en función de los resultados que obtenemos o de la desdicha que padecemos.
En el presente informe de EL PUEBLO resumimos algunas de esas supersticiones más comunes a nuestra comunidad. Además, también consultamos a figuras públicas sobre la práctica de las mismas en su vida diaria y de la importancia que le atribuyen. Esto y más en el presente informe.
Superstición: Creencia extraña o fe desmedida
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra superstición es el nombre femenino que se le asigna a una “creencia extraña, a la fe religiosa y contraria a la razón”. También se le da el significado de una “fe desmedida o valoración excesiva respecto de algo”.
Por su parte, el término cábala, en uno de sus significados hace referencia a un “cálculo supersticioso para adivinar algo”.

¿Cuántas veces evitamos pasar por debajo de una escalera? Si hay un grillo en nuestra casa ¿lo matamos? Es difícil que no tengamos una opinión marcada sobre el número 13, y sobre la connotación de mala suerte que suele acompañarlo. También en el mundo del deporte o de la política suelen darse cábalas que traen buena suerte: llevar algún amuleto encima, entrar a determinado sitio con el pie derecho, terminar una campaña electoral en tal ciudad, tirar sal por detrás del hombro.

Nuestra vida cotidiana está llena de momentos y de actos que medimos en función de los resultados que obtenemos o de la desdicha que padecemos.

En el presente informe de EL PUEBLO resumimos algunas de esas supersticiones más comunes a nuestra comunidad. Además, también consultamos a figuras públicas sobre la práctica de las mismas en su vida diaria y de la importancia que le atribuyen. Esto y más en el presente informe.

Superstición: Creencia extraña o fe desmedida

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra superstición es el nombre femenino que se le asigna a una “creencia extraña, a la fe religiosa y contraria a la razón”. También se le da el significado de una “fe desmedida o valoración excesiva respecto de algo”.

Por su parte, el término cábala, en uno de sus significados hace referencia a un “cálculo supersticioso para adivinar algo”.

Las más frecuentes

Las distintas tradiciones y costumbres de un pueblo hacen que la creencia popular se mantenga con el paso del tiempo y se transmita de generación en generación. En este caso, presentamos un elenco de supersticiones que son solamente algunas de las más utilizadas en nuestro medio.

El gato negro

Trae mala suerte que un gato negro camine hacia uno o se cruce en nuestro camino. Aunque en Egipto se creía que el gato era la reencarnación de los dioses, siglos después, la Iglesia Católica lo consideró como la reencarnación del diablo, por lo que al encontrar uno, eran quemados. El negro se identificaba con el diablo por ser el color de la noche. En casi toda Europa y en Norteamérica se cree que un gato negro trae mala suerte si se aleja de ti, pero buena suerte si camina hacia ti.

Uvas a fin de año

Muchas familias acostumbran colocar 12 uvas frente a cada comensal en la mesa de fin de año. La tradición dice que habrá que comer una uva por cada campanada del reloj, al cumplirse las doce de la noche. La creencia popular sitúa el origen de esta tradición en España en el año 1909, a raíz de un sobrante de la extraordinaria cosecha de uvas de esa temporada que llevó a los viticultores españoles a repartir el sobrante y alentar el consumo para atraer la buena suerte, pero no hay datos que confirmen ni el lugar, ni la fecha y año del inicio del ritual.

Romper un espejo

Trae mala suerte. Se dice que ocasiona siete años de maldición. El espejo era un elemento mágico de adivinación, por lo que si se rompía, era para no mostrar una imagen aterradora del futuro. Siete años es el tiempo que, supuestamente, tardaba en renovarse un cuerpo, e incluso que era el tiempo que demoraba construirlo. Es probable, sin embargo que esta superstición obedezca a la idea de que la imagen reflejada en el espejo es el doble o el alma de quien los utiliza y que, en consecuencia, romperlo equivale a poner su vida en peligro.

Pasar debajo de una escalera

Trae mala suerte. Es por el triángulo que forma ésta con la pared. Antiguamente se pensaba que todos los triángulos eran un símbolo sagrado, tanto las pirámides como la trilogía de la Santísima Trinidad y, por lo tanto, era un sacrilegio pasar bajo ese arco.

Abrir el paraguas bajo techo

Trae mala suerte. La primera noticia que se tiene de esta creencia data del siglo XVIII en Inglaterra, donde creían que daba mala suerte por la negatividad que existía entre el paraguas y la casa, ya que ésta protege a sus habitantes y no tolera ninguna protección adicional. Si alguien lo abría sobre su cabeza, supuestamente esa persona moría antes de que acabase el año. Dentro de casa, el paraguas siempre debe estar cerrado. Según una tradición oriental, abrirlo dentro de casa trae mala suerte y problemas de salud a los familiares.

Salir con la valija

Sacar las maletas a la puerta de la casa y dar la vuelta a la manzana trae aparejado la posibilidad de tener muchos viajes en el año. Basta colocar algunas prendas en una valija y salir fuera de su casa el último día del año. Incluso dar una vuelta por su barrio con la valija a cuestas es mejor aún.

Regalar ropa interior rosada a fin de año

Se dice que la bombacha de color rosa debe ser regalada por otra mujer con quien se comparte la mesa de Nochebuena. No importa quién sea: madre, prima o tía, lo que sí interesa, es que nunca deberá ser un hombre quien la obsequie. Tampoco importa el material con el qué esté hecha, si es algodón, lycra o encaje, así como tampoco la forma, vedetina, culotte, tanga o cola-less, lo mismo da. Eso sí, es claro que el único requisito que debe cumplir es su color: rosa, en cualquiera de sus gamas. La tradición tiene orígenes paganos e indica que las bombachas rosadas se entregan en Navidad a las mujeres solteras con el fin de alejar el mal y traer la procreación y la fertilidad.

Si bien se pone en el arbolito de Navidad y se regala esa misma noche, muchos aseguran que debe usarse en la noche del Año Nuevo.

No matar grillos

Los grillos son sagrados; no hay que matarlos porque traen mala suerte. En Argentina se suele decir que el grillo es un gaucho pobre que en una tapera escondida canta el amor «desgraciao». El día que se calle se quedará sin voz porque le falta dinero

Algunos hoteles de Salto no tienen habitación Nº 13gato negro

para tomar un trago de caña para entonar la garganta. Junto a otros bichos, como las arañas y las lagartijas, se dice que representa buena suerte para el hogar. Matarlos puede causar mala suerte en el amor.

No comer pollo a fin de año

La superstición radica en que, se dice, que el pollo camina para atrás y no hay que terminar el año o empezar el próximo comiendo pollo porque hay que ir “para adelante”. El pollo es uno de los alimentos que según la cultura asumida no provee de buena fortuna para el próximo año. Integra ese elenco junto con otros animales como la langosta, que camina para atrás y por ende simboliza lo opuesto al progreso. En el caso del pollo no se recomienda porque el ave se rasca al revés.

Es malo silbar de noche

Si silbas de noche dicen que te puede responder el diablo, porque esto significa llamar a las ánimas.

El número 13

Se asocia a la mala suerte. Muchos hoteles del mundo no identifican el piso 13 y se salta al 14. Las aerolíneas evitan ese número en sus asientos. En Salto, tanto en la ciudad como en alguno de los centros termales, no tienen habitación asignada con el nº 13. Hay un refrán que dice que “el martes 13 no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes”.

Pisar excremento

Según se dice la felicidad tocará a quien por casualidad haya pisado excremento. Es una manera de ver el lado positivo a un hecho que, a todas luces, es una desgracia.

No barrer de noche

Se suele decir que “no hay que barrer por la noche, porque es malo”. Uno de sus posibles orígenes de esta inmemorial superstición es el que asegura que por las noches, las únicas que usan escobas son las brujas. Por eso para evitar que nos llamen brujos hemos de evitar barrer en las noches.

Cinta roja contra la envidia

Llevar una pulsera o cinta de color rojo para protegerse de la envidia es una superstición que tiene muchos siglos de existencia y no una simple moda pasajera.

Romper los almanaques a fin de año

En nuestra sociedad también se estila romper los almanaques del año que se va antes de que el reloj de las doce y se comience a cambiar de almanaques en el interior de una casa u oficina. La creencia popular dice que mantenerlos en la casa una vez entrado el nuevo año, daría mala suerte.

Las personalidades de Salto opinan sobre las supersticiones y cábalas

Para realizar un muestreo sobre las opiniones que concitan los dos puntos a los que hace referencia el presente informe, en el seno de nuestra sociedad, EL PUEBLO escogió a un grupo de personalidades de nuestro medio, que dieron su punto de vista sobre los temas elegidos y que manifestaron su opinión sobre el asunto. Se les consultó si las tenían y que importancia le dan en su vida. En la mayoría de los casos, existe una mirada escéptica sobre el tema de las supersticiones en nuestra sociedad. Para esto, fueron consultados gobernantes, autoridades institucionales y referentes políticos de Salto, que dieron a conocer su opinión sobre las supersticiones y comentaron si utilizan cábalas para obtener resultados en sus respectivas tareas.

Coutinho: “esperar el resultado de las elecciones con mi familia”

El intendente de Salto, Germán Coutinho, admite no tener cábalas. Pero reconoce que en más de una oportunidad pensó tenerlas.

“Me eduqué en una familia cristiana, que tiene valores bien arraigados en ese sentido. Cuando pensaba en una cábala, porque iba a jugar al fútbol y decía que debajo de la camiseta me iba a poner una remera determinada, mi madre me observaba, me decía que a juicio de ella eso no estaba bien, que las cosas pasaban y no debía creer en supersticiones”, contó el gobernante.

Coutinho afirmó que si las cosas ocurren, es de acuerdo al “trabajo o al esfuerzo que pone cada uno para que pasen, y no porque se utilice algo determinado o se haga algo que vaya a producir el hecho”, señaló.

Asimismo, dijo que “lo que sí creo, es en la energía positiva de las personas. Que la gente transmite mucho positivismo con sus acciones y sus actitudes y que eso te ayuda y te motiva, en eso sí. Y lo he comprobado”, afirmó el jefe comunal.

Aseguró sí tener “como estrategia el transformar todo en hechos positivos, lo que da como resultado que siempre se vea el lado bueno de las cosas, que son las que realmente pasan”.

Aunque por otro lado dejó entrever una “costumbre” que puede a lo largo del tiempo considerarse una “cábala” y es el hecho de “esperar el resultado de las elecciones con mi familia. Lo hice durante todo este proceso electoral y me fue bien en cada instancia, porque ganamos la interna, llegamos en octubre al parlamento y ganamos las elecciones departamentales, así en las próximas elecciones el resultado lo voy a esperar con mi familia”.

goñirodrigoGoñi “no cree” en las cábalas, pero las “respeta”

El diputado nacionalista, Rodrigo Goñi, no tiene cábalas. “Creo que las cosas pasan porque dependen de lo que uno haga y no porque se tenga una cábala determinada”, expresó el legislador blanco que considera que los hechos que ocurren son por estricto desempeño y voluntad de cada persona y no porque se tenga o se lleve consigo determinado objeto o se practique cierta actividad previa a un evento del que uno espera obtener un resultado.

Asimismo, dijo que “respeta” el hecho de que cada uno tenga una cábala específica y piensa que las supersticiones son “algo natural” en la gente, pero que él no lo aplica.

“Si empezaba el año haciendo negocios con un determinado cliente, sabía que iba a ser un buen año laboral”, dijo Bistolfi

El diputado colorado Marcelo Bistolfi, dijo que él “no usa cábalas” porque admite “no tener una creencia profunda en el tema”. Aunque asume que tiene comportamientos que pueden asimilarse a la creencia de las supersticiones ya que en cierta medida respeta el viejo refrán de que “no creo en brujas, pero que las hay, las hay”.

Al ser consultado por este diario al respecto, dijo que no practica ninguna cábala. Pero que “no hago ciertas cosas, por las dudas y por costumbre, como por ejemplo, no paso por debajo de una escalera, o siempre advierto a todo el mundo cuando hay un martes 13, eso en cierta medida es compartir cierta creencias populares, porque yo no creo que brujas, pero que las hay, las hay”, dice.

Sin embargo, el legislador colorado sostuvo que “sí tenía cábalas en el ámbito comercial, ya que cuando trabajaba en la esfera privada, siempre empezaba el año conla convicción de que si el primer negocio del año lo hacía con éste o aquel, iba ser un año bueno de trabajo”.

En cierta medida, reconoció su cábala en ese sentido y dijo que “por lo general el primer negocio del año lo hacía con mi hermano. Entonces siempre sabía que si empezaba el año trabajando con él o con otros clientes que los tenía fichados, era porque me iba a ir bien”, manifestó Bistolfi.

«Ni lo uno, ni lo otro”, dijo el jefe de Policía,

Carlos Ayuto

Por su parte, el jefe de Policía de Salto, el inspector general retirado, Carlos Ayuto, dijo que ni cree en las supersticiones, ni tiene cábalas de ningún tipo. “En realidad nunca me interesó nada sobre este asunto. Así que ni lo uno, ni lo otro, no creo en las supersticiones, hay mucha gente que sí, yo lo respeto, pero no creo en esas cosas”, dijo el jerarca al ser consultado por este diario al respecto.

En tanto dijo que tampoco tiene cábalas por determinados temas. “Ni las tuve, ni las tengo. Nada de eso, no ando en esas cosas, no creo que tener una cábala me ayude a que algo salga mejor, y nunca pensé en ese tema”, respondió a EL PUEBLO.

El Dr. Néstor Campos dijo que “nunca tomé en cuenta las cábalas, además en el Centro Médico soy el número 13”

Asimismo, uno de los médicos con mayor trayectoria en el ejercicio de la medicina en nuestro medio, el Dr. Néstor Campos, dijo que “no cree en nada de eso”, refiriéndose a las supersticiones y las cábalas que usa la gente para que le vaya bien en tal o cual actividad. E incluso señaló “soy el número 13 entre los funcionarios del Centro Médico, así que fijate si creeré en las cábalas”.

Campos fue consultado por este diario al respecto y dejó entrever que para él las creencias populares que se resumen a las cábalas y supersticiones son eso, creencias de la gente.

Aseguró que “nunca creí ni tomé en cuenta las supersticiones de la gente, pero allá cada uno con su creencia y forma de pensar. En mi caso nunca creí en nada de eso, nunca pensé en las supersticiones y tampoco nunca tuve una cábala”, esgrimió.

Además contó que “cuando sortearon a los médicos del Centro Médico y les dieron un orden por número, a mi me asignaron el número 13, que es el número con el cual me identifico hasta ahora. Además de que actualmente encabezo la lista de los más antiguos en la institución y sigo teniendo ese número”, indicó.

Muguruza: “ni en Dios creo”

Por su parte, el presidente de la Mesa Política del Frente Amplio, Eduardo Muguruza, dijo que “no cree en las supersticiones, tampoco en las cábalas, y mirá, ni en Dios creo”, señaló enfáticamente.

Sostuvo que “nunca pensé en estos temas me parecen cosas ajenas a mi forma de pensar. Pero no tengo ni tuve cábalas, nunca, para nada, no sólo para los temas políticos, sino que tampoco tuve cábalas para el resto de las cosas de la vida”, admitió.

En cuanto a las supersticiones dijo que si bien hay “mucha gente que las tiene”, bueno allá cada uno con su forma de pensar, yo no creo y respeto lo que crea y piense cada uno”.

Galimberti: son esclavitudes que nos hacen perder libertadgalimbertipablo

El obispo de la Iglesia Católica Mons. Pablo Galimberti relató un episodio que le ocurrió hace pocos días cuando una persona le pidió que le consiguiera “un rosario grande para colgarse en su pecho para que le saque los demonios que tiene adentro”. Cuando se lo entregó aprovechó a decirle que “no se fijara en la materialidad del rosario”, mostrándole uno sencillo que tenía que era “más evocador”. Galimberti no tiene supersticiones y considera que “hay que poner la fuerza y la intención en la fe y en la confianza de que la oración es escuchada por Dios, más que en la calidad del rosario”.

LA FE QUE SALVA

La dinámica de las supersticiones es una especie de “mecanismo en donde se pone el peso principal y el resultado de una acción por la simple acción que se realiza. Por ejemplo no paso por debajo de la escalera y me va a ir bien. A veces cargamos de un significado mágico determinadas acciones”.  Reconoció que “todos tenemos algunos mecanismos y costumbres, como lavarse los dientes o peinarse. Uno lo hace de manera ya incorporada y no es un asunto mágico”. “Es necesario tener fe porque es ella la que me salva. Es esa convicción interna la que me saca adelante”.

¿Por qué la gente se aferra a supersticiones?

“Creo que interviene una experiencia de precariedad, de limitación que todos los seres humanos tenemos. Necesitamos certezas, seguridades y a veces falta ese sentimiento religioso. Por eso nos llenamos de pequeñas, y a veces ridículas, seguridades a las que nos atamos. Nos falta una fe profunda, confiada  y tenemos un montón de objetos y gestos neuróticos, mecánicos que buscan resultados puntuales”.

BUENOS HÁBITOS

Por otro lado el prelado entiende que “todos tenemos buenos hábitos, que son piezas de ese carácter personal”. Citó como ejemplo el llevar la foto de un ser querido en la billetera, que “despierta una compañía afectiva importante. Pero el día que no la tengo igualmente puedo incorporarla, y me simboliza algo. Si solo es la materialidad no vale, pero si detrás está el ejemplo de vida, la palabra y su fe, me sirve”.

ESCLAVITUDES

Haciendo referencia al fútbol uruguayo el obispo considera que “Maracaná nos hizo mucho mal, porque la magia de aquello evita el entrenamiento, la disciplina, y no es así”. Las supersticiones son, a veces, “pequeñas trampas o esclavitudes en donde se pierde libertad”.

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