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Fernando Viera: “Mi voz, lo que pueda hacer, lo hace con pasión”

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Locutor, Maestro de Ceremonias

Solemnidad en una voz muy particular y en el actuar, es un rasgo propio de Fernando Daniel Viera Tejeira, locutor y maestro de ceremonias con más de 30 años de trayectoria. Al Dorso descubre hoy a quien está detrás de esa solemnidad, a la persona que vive tras esa imagen y voz tan particulares. Nacido el 9 de abril de 1970, agrega con una sonrisa: “día que se disolvieron Los Beatles, por eso es una fecha más que especial”.

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1-La suya es una voz, dicen algunos, “privilegiada e inconfundible”…

Los que lo dicen serán amigos o personas muy exageradas (risas). Yo jamás lo diría, eso lo define quien escucha, puede gustar o no. Cada uno tiene su perfil, su forma de comunicar, expresarse y llegar a la audiencia. Lo que puedo asegurar es que no estoy de acuerdo con hacer las cosas “así nomás”; me gustan las cosas prolijas, si algo no sale bien lo reitero y mejoro. Me lo hizo saber un patrón: un error se multiplica por todas las veces que sale al aire, así que hay que cuidar cada detalle. Digo sí que mi voz, lo que pueda hacer, lo hace con pasión. Siempre me pongo en el lugar del otro y me pregunto si está entendiendo lo que digo. Por eso a veces decir algo con distintas palabras es importante, si alguien no lo entendió con una puede entenderlo con otra. Uno debe compenetrarse, sentir lo que está diciendo, por eso al grabar hago ademanes y trato de ser claro, convincente, que mi voz se escuche aunque haya murmullo donde estén escuchando; una buena dicción influye mucho para un buen trabajo. Y creo que se puede seguir mejorando siempre, lo digo convencido, no porque quede lindo.

2-Le propongo retroceder en el tiempo: llegar a su infancia y adolescencia…

Recuerdo, por tener mi madre una familia de 14 hermanos, las reuniones en casa de mis abuelos maternos. Nos juntábamos todos los primos y compartíamos momentos divirtiéndonos en familia. Concurrí a la Escuela 1, turno matutino ya que de tarde era la Escuela 3. Tengo muy gratos recuerdos, de ese patio donde compartíamos una merienda, de las enseñanzas de la Mtra. Ivonne Texeira Núñez, y muchos amigos con los que después fuimos manteniendo la amistad. También diría, como recuerdo, pasar frente a la heladería Nevada, ¡los ojos se me iban!, era un placer tener la posibilidad que mis padres pudieran llevarme, una felicidad enorme. En la adolescencia nacen otras actividades. Pude empezar el liceo. ¡El querido y glorioso Liceo 3 de la Zona Este! Años inolvidables. En 1er. y 2do. año podría decir que es una primera etapa donde los nervios eran muy fuertes y la timidez me envolvía y me perjudicaba en la clase. Ya en 3ro. y 4to. eso cambió, se formaron grupos de viaje, incluso con dos compañeros logramos organizar los dos 3ros. de la mañana para ir en Carnaval a Termas del Arapey, algo muy lindo como ir en tren, armar carpas un día antes que llegara el resto del grupo y compartir una semana con docentes que iban a cargo, ¡inolvidable! También haber integrado el coro con la Prof. Beatriz Chaibún de Arenas nos generó momentos de mucha alegría, por ejemplo cuando el coro ganaba ciertos certámenes. También me surge el recuerdo de la querida directora Ligia Beneditto de Llona, de la subdirectora Berta Sedraschi de Rampa… Cuando nos esperaban en el ingreso para darnos la bienvenida; todo eso nos ha dejado un recuerdo imborrable del querido liceo donde hoy está el Shopping. Nos marcó una etapa, fue realmente una familia y creo que muchos valores y aprendizajes los pude absorber de la gente que participaba de la vida del Zona Este, con sus bailes también; etapa inolvidable y muy linda. Ahí también comenzó una etapa en mi vida integrándome a listas gremiales en el Zona Este y en el IPOLL. De la época de listas estudiantiles salieron importantes dirigentes políticos, ¡salieron intendentes de allí! Y mucha gente que hoy está llevando emprendimientos importantes para Salto, autoridades, y muy buenos padres de familia, que es lo más importante en la vida de un ser humano.

3-La llegada a la juventud coincide con la vuelta a la Democracia, ¿cómo lo vive en actividades propias de la edad?

Sí, tenía 15 años en la vuelta a la Democracia. Ahí comencé a ir a los bailes, era mucho más tranquilo andar en la calle, andábamos a pie para todos lados. Era una manera de ver grupos transitando de un lado a otro para los bailes. Empezaban a  las 23.30, antes ya estábamos afuera esperando para entrar, y se iban hasta las 5 de la mañana. Bailes de old hits y rock argentino. El baile comenzaba con música rápida, después los lentos, volvían los rápidos y terminaba con lentos, entonces había una manera de poder llegar a esa chica que a uno le gustaba o quería bailar, cuando venían las melodías había un acercamiento para charlar mejor, conocerse más, era otra forma. Ni mejor ni peor; otra manera de disfrutar un baile con un estilo que creo hoy no vemos.

4-Volvamos a la comunicación, ¿su trayectoria?

A los 18 años empiezo en algo que a los 15 ya tenía entre ceja y ceja: tener un programa de radio. Comencé así pero de inmediato me ofrecen en FM del Lago, donde comencé con Leonardo Moscatelli, la posibilidad de ser operador suplente. Luego paso a ser funcionario estable y trabajé con John Weston 8 horas cada uno. Además contrataba dos espacios, uno “Cantantes latinoamericanos”, a la hora 13, y el otro “Ondas de radio” a las 22. Tenía 21 años cuando quedó una vacante en Radio Tabaré y surgió la posibilidad de ir para allá. Trabajé con un plantel de primera. Temprano venía un comunicador argentino, Porchetto, a las 8 Hugo Rolón, por la tarde Carlos Ardaix, de tardecita Luis Andiarena, Aceré Francisco Etcheverz con deportes y en los micros informativos “Tabaré siempre informa”, Enrique Soler y Oscar Amaral, con quien actualmente desarrollo tareas en América FM. En lo deportivo también participé como operador y locutor comercial. Todo un aprendizaje brutal, sobre todo porque el director era quien fue un segundo padre para mí, Inocencio Di Giácomo, siempre con la palabra sabia y conocedora de muchas cosas de la vida.

5-¿Actualmente dedicado a América FM?

En 2002, con la crisis paso a seguro de paro y empecé con el programa “Boomerang-El retorno seguro”, en América, del que tengo hermosos recuerdos. Lo hicimos hasta 2012 y hubo algunas secciones que la gente hasta hoy recuerda. Luego de 2012 pasé a la parte comercial de América, la publicidad me atrapa mucho.

6-Justamente iba a preguntar por una sección que difundía nacimientos, ¿cómo era eso?

Se llamaba “Bienvenido Bebé”, daba a conocer todos los días los nacimientos en Salto, con nombre y apellido de los padres, del bebé, el peso, etc. Y le regalábamos una foto, la alegría de la familia era enorme. Se sorprendían que una radio destacara ese acontecimiento, pero lo hacíamos porque nos parecía importante. ¿Por qué no hacer la antítesis de una radio colega que pasaba los fallecimientos? La idea anduvo muy bien.

7-¿Referentes en la comunicación?

Del Río de la Plata, Juan Carlos Badía, una capacidad brutal para expresarse, una conexión impresionante con la gente. De Salto, uno sería netamente en la locución, una capacidad innata, colega que se fue a Montevideo y nos dejó muy bien representados a nivel nacional y fuera del país, porque ya estaba incursionando en Argentina, hablo de Wilson Ferrao. Otra persona de la comunicación, Inocencio di Giácomo, que me ayudó a formarme, hombre de una sola palabra y además hombre de gran corazón… (se emociona)… que siempre pensaba que detrás de un funcionario había una familia.

8-No pocos lo recuerdan a usted como “el locutor de la Intendencia”. ¿Por eso lo identifican con el Esc. Malaquina?

En 1995 paso a ejercer como Maestro de Ceremonias y Locutor de la Intendencia hasta 2005; 10 años intensos, de permanente aprendizaje y de conocer a muchísimas personas por los distintos eventos. Además tuve una militancia en la juventud del Partido Colorado. Desde la previa a su segunda intendencia vino el ofrecimiento para grabar todo lo necesario para su campaña. Para mí, un honor. Eso llevó a esa sensación de la sociedad de identificarme como la voz del Esc. Malaquina. Lo recuerdo con el mayor respeto y aprecio, gran líder que también supo darme algún consejo. Fue de los pilares de Salto. Dejó obras muy importantes que hoy disfrutamos. Así que tuve el honor, el placer y el orgullo de trabajar a su lado. Actualmente no estoy en ninguna actividad política desde que ingresé al Leonismo.

9-Hablemos de su actividad en el Leonismo.

En 2007 hice la juramentación, de ahí continué en esta institución de servicio a nivel mundial. Aquí en Salto me inicié en el Club de Leones Salto Ayuí. Me tocó ser Presidente y Jefe de Zona, integrando el distrito J1, que incluye 8 departamentos del país. Este año fundamos un nuevo club fuera de lo tradicional, primer Club de Leones Virtual de Comunicadores del Uruguay. Somos de 8 departamentos y las reuniones son solo virtuales, haya o no pandemia. Nos focalizamos en campañas de concientización y de difusión del Leonismo y sus obras, por ejemplo ahora del trabajo con la Fundación Pérez Scremini. Y defendemos la frase “Sé mesurado en la crítica, liberal en el elogio, construye, no destruyas”.

10-Para cerrar vuelvo a su profesión, ¿cómo debe ser un Maestro de Ceremonias?

Debe tener presencia, no solo con vestimenta prolija sino también en su manera de dirigirse y conducir el evento. No puede titubear ni transmitir inseguridad. Además tener buena pronunciación y conocimiento cultural general. Saber de todo un poco, porque de repente te contratan y se manejan términos que no son comunes, pero si uno pudo leer y conocer más, puede no sentirse desconcertado. Conlleva muchos elementos, como tranquilidad y seguridad para hablar en público ante gente desconocida.

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