Bien podría decirse que entre las 7.45 y las 10 de la mañana aproximadamente, una de las postales más repetidas en la ciudad, era la de paradas de ómnibus con mucha gente. Sobre todo gente que superaba los 55, 60 o 65 años de edad. Pero además, personas que agradecían: «qué suerte pude venir temprano»; es que la temperatura se elevaba de forma sostenida, y tal como estaba anunciado en la mayoría de los pronósticos meteorológicos, el calor a media mañana empezaba a sentirse hasta agresivo ya.
De todas maneras, esa parte de la población que eligió votar temprano (para los que se ha hecho una costumbre “cumplir temprano, lo antes posible y ya tener el día libre”, decían algunos) no llegó a saturar ni mucho menos los locales de votación, sino que todos votaron ágilmente. No ocurrió lo mismo desde las 11.30 más o menos, cuando empezaron a notarse algunas largas filas en determinados locales. Después, lo que es habitual: cierta pausa en el ritmo de afluencia, cierta calma pasado el mediodía y desde las 16.00 aproximadamente, otra vez un ritmo acelerado. Y una temperatura que seguía en aumento.
Vale indicar que (según datos de la Oficina Electoral) a la hora 12.30, iba votando el 41,73% de los salteños habilitados. Ese porcentaje equivale a unos 43.394 votantes, de un total de 104.873 habilitados. Se diría entonces que hubo un reparto casi al medio en partes iguales: la mitad sufragó en la mañana y la mitad en la tarde. Luego , pasadas las 15:00 horas, se informó que “en el último control de transmisión iban votando en Salto 65.876 personas o sea el 62,81% de los habilitados (104.873)”.
También según la Oficina Electoral local y ante la consulta de este diario, se señaló en más de una oportunidad en el transcurso de la jornada, que “todo se desarrolla con total normalidad”. Esto, más allá de algunas denuncias puntuales, pero por cuestiones que se subsanaron con prontitud.
A modo de curiosidad…Un buen mensaje, emocionado y aplaudido
Sí, un buen mensaje, dicho con emoción y hasta aplaudido por algunos presentes, fue dicho por una señora de 92 años de edad, que llegó a votar a la Escuela de Administración y Servicios (de UTU) alrededor de la hora 10:00.
Se acercó a donde estaba un grupo de periodistas de diferentes medios, esperó que estos entrevistaran a algunos referentes políticos, abrazó al Dr. Carlos Albisu y dijo, entre otras cosas:
Que es «mitad uruguaya y mitad argentina», porque si bien nació en Argentina, «Uruguay siempre me ayudó y me brindó todo, como hijos, nietos, bisnietos y tataranietos».
Que «no hay que pelearse por favor»… Entonces habló de solidaridad: «les pido que sean unidos, que no se peleen, ni entre ustedes ni con los argentinos, porque somos todos hermanos».
Y dio un ejemplo claro: «si un día tienen un caramelo y otra persona no tiene nada, invítenla con la mitad, coman cada uno medio caramelo, y no uno un caramelo y el otro una piedra».
La señora llevaba en su pecho, en un ojal, un hermoso ramo de jazmines con el que que iba perfumando sus pasos y sus palabras.