Edición Año XVII N° 900, lunes 10 de febrero de 2025
CARNAVAL. Pasaron finalmente los polémicos desfiles de las escuelas de samba por la remozada Costanera Norte que se llevaron puesto a un presidente de la comisión organizadora y por lo que sabemos, los problemas siguen por cierto recelo existente en los sambistas, que desconfían hasta de la sombra de una escribana que fue contratada por fuera de la Intendencia de Salto tratando de tener la mayor transparencia posible en los fallos, y como se quemaron con leche en anteriores ediciones, quieren cuidar a la vaca (me refiero a los fallos del jurado y no a persona alguna, digo, para evitar susceptibilidades).
Más allá de lo anecdótico, pues sería raro que no hubiera discusiones, desconfianzas y hasta denuncias contra los fallos de los jurados, como decir que un clásico del fútbol uruguayo fue inobjetable y que todos quedaron contentos y felices con el resultado final, dejemos el árbol y veamos el bosque.
¿Qué viene dejando este carnaval en marcha? Como se sabe, todo comenzó en una fiesta popular en Plaza de los Treinta y Tres Orientales con la elección de la Figura del Carnaval, siguiendo con la presentación de las escuelas de samba en la zona del Ayuí, una jornada en la Plazoleta Benito de Paula y los dos desfiles de las escuelas de samba en la zona remozada de la Costanera Norte. Y como dice el nuevo presidente de la Comisión de Carnaval, todavía no hemos llegado a la mitad de las actividades previstas.
Pero bien, lo que hemos podido apreciar es a un público que ha acompañado en cada actividad carnavalesca, con una correcta transmisión televisiva que nos ha permitido ver la alegría en los rostros de quienes han ido a disfrutar de los distintos espectáculos, los más chicos jugando en plena avenida de los desfiles a la espera del pasaje de la siguiente escuela de samba (y acá deberíamos hacer un alto, porque es verdad, no todo ha sido perfecto. La demora en el desfile entre cada escuela de samba fue excesivo y debería corregirse en próximas presentaciones, y aquí la responsabilidad es compartida entre los sambistas y la organización que deberán ajustar este detalle que termina demorando de manera excesiva e innecesaria un espectáculo que podría haber sido casi perfecto).
Sorprendió gratamente el crecimiento en calidad de cada escuela de samba, tanto en sus danzas, armonías, vestimenta, pero sobre todo, en la majestuosidad de sus carruajes, que las pone en un primer nivel que pueden competir con orgullo incluso en los grandes desfiles de la región, y por qué no, de Montevideo.
Haber elegido la zona renovada de la Costanera Norte, pese a las dudas iniciales, terminó siendo un acierto. Está claro que hay cosas a corregir (además de las demoras), y lo decimos con espíritu constructivo, porque nos gustaría que nuestro carnaval ingresara en la agenda de los turistas que quieren disfrutar de buenos espectáculos. Para eso, debemos seguir mejorando y creciendo en todo sentido, porque debemos competir con los grandes carnavales de la región, que ya hace muchos años se han impuesto en la gente.
No es una tarea fácil, pero no es imposible. El crecimiento que nuestras escuelas de samba han demostrado este año, sumado a la permanencia de nuestras comparsas lubolas nos permiten ser optimistas. Donde hay mucho trabajo por hacer es en el rubro murgas, donde nos hemos quedado rezagados. Para todo esto, se vuelve necesario la conjunción en el trabajo entre lo público y lo privado. A eso apostamos.
Hasta la semana que viene y tilo pa’la barra…