MEMORIA. Hoy se cumplen 40 años que el pueblo uruguayo le dijo NO al autoritarismo, que dijo que NO quería seguir viviendo en dictadura y que quería retornar a un sistema republicano, democrático y representativo de gobierno. Hoy es un día para estar orgullosos de ser uruguayos.
La reforma constitucional planteada por la dictadura tenía como principal objetivo crear un gobierno tutelado por los mandos militares. En ese sentido se proponían elecciones donde solamente podían participar el Partido Colorado, el Partido Nacional y la Unión Cívica, debiendo elegir un candidato único que los represente a los tres.
En dicha reforma se establecía, entre otras cosas, a un Tribunal de Control Político nombrado por los mandos militares, que contaba con la potestad de destituir en cualquier momento al presidente, a los ministros, a los legisladores, a los jueces, a los miembros de la Corte Electoral, a los intendentes, a los miembros de las Juntas Departamentales y también a las autoridades internas de los partidos autorizados, de acuerdo «a su libre convicción», como bien podría hacer un monarca absolutista.
Si bien no hubo disposiciones oficiales que prohibieran la propaganda a favor del NO en los medios de comunicación ésta prácticamente no existió, mientras que la campaña del Si fue masiva en todo el país.
El domingo 30 de noviembre se realizó ordenadamente el plebiscito. Los militares estaban convencidos que ganaban, por lo que permitieron que se televisase el recuento de votos. Algunos días antes de la votación, la empresa Gallup había adjudicado un 60% de la intención de voto para el Si.
Las papeletas por el Si estaban impresas en color celeste y las del NO en color amarillo. Para sorpresa del mundo entero, el resultado fue un rotundo triunfo del NO a la propuesta constitucional que hubiese significado institucionalizar el militarismo. Por el Si hubo un 42,51% de los votos válidos y por el NO un 56,83%.
En ese momento yo tenía 11 años de edad, pero recuerdo nítidamente a mis padres absortos viendo el debate televisivo en blanco y negro donde se destacaron por el NO el colorado Enrique Tarigo -que a la postre terminaría siendo electo vicepresidente de la República en las elecciones de noviembre de 1984- y el blanco Eduardo Pons Etcheverry, mientras que por lado del Si se encontraban el inefable coronel Néstor Bolentini y Enrique Viana Reyes.
Este hito del pueblo uruguayo no es bandera de ningún partido político en particular, pero no se puede dejar de reconocer a aquellas figuras que destellaron en tiempos oscuros de nuestra democracia y que abrieron la puerta para una salida de un régimen perverso y corrupto, que además fue cómplice en el secuestro, tortura, asesinato y desaparición de compatriotas por el solo hecho de pensar distinto a través del terrorismo de Estado.
Hoy es un buen día para reivindicar nuestro estilo de vida en un Estado de Derecho pleno, donde podremos coincidir o discrepar pacíficamente y elegir a la vez libremente a nuestros representantes. Es así como debemos vivir, es así como nos merecemos vivir, por eso debemos cuidar cada día a nuestra Democracia, llena de imperfecciones, seguramente, pero que al menos podemos trabajar sobre ellas en libertad.
Hasta la semana que viene…
Por: Leonardo Silva