Realmente nos llama la atención el desborde verbal del presidente de los Estados Unidos, en referencia a la muerte de Osama Bin Laden.
Ha dicho nada menos que “quien no entienda que era necesario matar a Bin Laden, debe hacerse “revisar la cabeza”.
Como somos de los que estamos en este grupo, por la sencilla razón de que no admitimos que un hombre pueda abrogarse la potestad de determinar gratuitamente si otro puede vivir o no, es siempre y cualquiera sean las circunstancias una atribución que no reconocemos a mortal alguno.
De allí que nos opongamos a la pena de muerte, cosa que también nos distancia diametralmente con los “señores de la vida y la muerte” que ostentan el poder en los Estados Unidos.
Pero digamos además que agredir de esta forma a quien piensa distinto, es en primer lugar, una muestra de intolerancia.
En segundo lugar, demuestra que los EE.UU. no se apartan de su concepto que son dueños y señores de la vida y bienes de todo el mundo y pueden disponer de ellos cuando se les antoje y de la forma en que se les antoje.
En tercer lugar, queda también demostrado que existe una enorme brecha en cuanto a las “verdades” que los EE.UU. trasmiten a través de sus poderosos medios de comunicación y la realidad de los hechos.
El método empleado para obtener la información que llevó finalmente a dar con Bin Laden, es por lo menos altamente cuestionable. Se sabe que se lo hizo torturando a gente encarcelada en Guantánamo. La misma cárcel que Obama durante la campaña electoral prometió eliminar por ser uno de los principales centros de tormento en el mundo.
Responder a una acción demencial, como fue el ataque a las torres gemelas, con otra acción similar, matando a un hombre desarmado, que no resiste, deja inexorablemente tantas reacciones opositoras como puede haber de aprobaciones.
Además quienes predican la paz y sobre todo la Justicia, han demostrado con esta actitud que en el fondo, llegado el momento “se olvidan” de todo y pasan por encima de cualquier otra cosa que no sea “su” propia justicia.
Por todo lo precedente y si tenemos que ir al psicólogo por pensar como pensamos, seguramente estos profesionales tendrán mucho trabajo, porque vemos que también en la otra vereda más de uno debe tener igual conducta.
