Representante a nivel país del Partido de la Gente
lucha por los derechos de las personas con discapacidad
Romina Paola Fasulo Iturbide (38) nació en Montevideo el 27 de septiembre de1982.“Vive en Parque Miramar (Canelones). Es estudiante de Derecho y Notariado, militante del Partido de la Gente y representa a las personas con discapacidad, luchando por sus derechos apoyada por la coalisión de gobierno.

Hoy comparte con EL PUEBLO su conmovedora historia; un verdadero canto a la vida luego de atravesar por una situación muy oscura de su existencia.
Evidentemente que existe un antes y un después y hoy desde su visibilidad y empoderamiento ha emprendido una lucha sin tregua para que las personas en situación de vulnerabilidad física y cognitiva puedan tener las mismas oportunidades de formación integral.
-¿Cuál fue el hecho que la marcó de por vida y decidió emprender un camino nuevo?
- “Quedé con una discapacidad a raíz de un intento de suicidio… en el 2013 me tiré de un séptimo piso… y a partir de allí todo cambió.
Anteriormente estudiaba Enfermería.
Nunca estuve desconectada de lo que es la discapacidad, pero hoy en día lo vivo en primera persona.
Me encontré en la necesidad de plantearme dos opciones en la vida… o me quedaba en la cama de por vida o hacía algo productivo.
Fue entonces que decidí inscribirme en la Facultad de Derecho. Ël primer año fue fantástico.
En el segundo año tuve un problema con una compañera de clase y en ese momento me percaté que cada año que entraba a Facultad la cátedra estaba en el primer piso y tenía que acudir con mi silla de ruedas al ascensor de la institución.
Ahora estoy en tercero y si Dios quiere paso a cuarto año. Es importante que en los salones haya un lugar de preferencia para las personas con un tipo de discapacidad.
Cada vez que entraba a la clase tenía que sentarme adelante para poder salir más rápido y más fácil.
Esa posibilidad la presenté ante el Consejo y fue aceptado.
Posteriormente brindé una charla sobre Discapacidad, con el apoyo del Partido de la Gente.
Se me pidió que fuera la suplente de Laura Raffo y fue así que me hice visible políticamente.
A lo que apunto es a que las instituciones educativas deben adaptarse a las personas con discapacidad y no nosotros a ellas. Las necesidades y formas diferentes de abordajes deben ser contempladas.
Se pudo saber mediante censo realizado en el 2011 que solamente llega el uno por ciento de las personas con discapacidad a la educación terciaria en nuestro país y ello tiene que cambiar.
Una persona con discapacidad gasta para trasladarse el triple con respecto a a alguien que no tiene esas dificultades.
Me he dado cuenta que hay muchas personas que no saben leer, niños y adolescentes que carecen de compresión lectora.
También las vicisitudes que está provocando la pandemia.
El año pasado se produjeron 227 suicidios, es un índice altísimo y la mayoría fueron jóvenes de entre 16 y 23 años.
En esa realidad me he enfocado y allí está mi lucha, pues es menester hablar de enfermedades mentales, de suicidio y discapacidad. Son temas que no siempre se ponen sobre la mesa.
Solamente las personas que viven la discapacidad en carne propia son las que pueden dar la pauta de la realidad.
Tenemos que empoderarnos nosotros y políticamente visibles no somos muchos.
Está Camila Ramírez – que padece dificultade auditivas – por el Partido Nacional; por el Frente Amplio está Fiorella Buceta y yo por el Partido de la Gente.
Puedo decir que mi lucha va más allá de la inclusión… la lucha abarca las oportunidades educativas, laborales, profesionales y que podamos ser visto y escuchados a partir de nuestras voces… no de quienes no tienen ninguna discapacidad.
Hay muchas realidades que tienen que cambiar, por eso es necesario estar en la política porque es la vía de poder hacer las cosas posibles. Cuanto más seamos mejor… no deben existir barreras… no ha sido fácil pero no me pienso rendir.
No miento.. no tengo necesidad… soy transparente. Nosotros somos parte de esta sociedad y tenemos legítimos derechos”. - ¿Cómo ha venido trabajando usted?
-“Tuve la oportunidad de reunirme con representantes de diversos sectores políticos. Cuando presentamos el programa para la Intendencia yo me aboqué a los temas vinculados a la discapacidad, la realidad de las policlínicas – otro punto que me preocupa.
En parte estoy un tanto desilucionada conla política pues pensé que por más pandemia que haya, las cosas se iban a hacer de otra manera.
No obstante ello me da más fuerza para no bajar los brazos.
No existe ningún cargo de relevancia que sea ocupado por una persona discapacitada… se habla de inclusión, de igualdad de derechos pero no se ve.
Esa es mi gran lucha… tiene que haber visibilidad… no detrás de un escritorio sino con acciones”. - ¿Y cómo reaccionan las personas que tienen dificultades ante las diversas situaciones?
-“Hay mucha gente en situación de discapacidad que no dice nada por miedo.
Todos piensan primeramente recibirse para luego hacer algo y ahi está el error.
El cambio tiene que darse ahora, para que todo pueda ser diferente para las nuevas generaciones.
Creo que para que realmente haya un cambio sustancial, los primeros que tienen que dar el ejemplo son todos los partidos políticos que deben preguntarnos cuáles son las cosas que se pueden mejorar, la tecnología debe ser usada a nuestro favor… es una posibilidad”. - Un pensamiento para compartir con los lectores de EL PUEBLO…
-“Para todos los lectores de EL PUEBLO de Salto y de todo el país. Comparto una frase que es mi mantra.
Mi discapacidad no es mi límite, es mi fuerza.
Creo que la forma que hoy tenemos de empatizar y de lograr un cambio en la sociedad es ponerse en el lugar del otro para saber realmente lo que siente… no tener miedo a preguntar.
Es el camino que hoy tenemos como pueblo. Es momento de unirnos y demostrar lo solidarios que podemos ser, en pos de una transformación para las generaciones venideras. Aprendamos a no esconder las cosas debajo de la alfombra”.