René Gerónimo Favaloro (La Plata, 12 de julio de 1923 – Buenos Aires, 29 de julio de 2000) fue un prestigioso educador y cardiocirujano argentino, reconocido mundialmente por ser quien desarrolló el baipás coronario con empleo de vena safena. El primer bypass fue realizado en arterias del cuello por el neurocirujano argentino Alfredo Carrea en 1951, en Buenos
Aires.

Trayectoria
René Favaloro nació y se crío en la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires) junto a sus padres Juan Manuel Favaloro ―carpintero― e Ida Raffaelli de Favaloro ―modista―. Siempre estuvo comprometido con el conocimiento, gracias en parte a su abuela materna, quien le transmitió su amor por la naturaleza y la emoción al ver cuando las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado:
«A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una
pobre rama seca».
Realizó la primaria en la escuela n.º 45, en esta escuela se levantó un mural en su memoria. En 1934 comenzó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Rafael Hernández; finalizada esta etapa, ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las prácticas en el Hospital Policlínico y empezó a tomar contacto por primera vez con los pacientes. Excediendo lo exigido por el programa, volvía por las tardes para controlar la evolución de los
pacientes y dialogar con ellos.
Se graduó en 1949 e inmediatamente se produjo una vacante para médico auxiliar, puesto al que accedió en forma interina. Al
poco tiempo su hermano, Juan José, médico también, empezó a trabajar en la clínica con él, integrándose muy pronto a la comunidad por sus condiciones humanas. Durante los años que ambos permanecieron en la localidad de Jacinto Aráuz fundaron un centro asistencial.
Desapareció la mortalidad infantil de la zona, se redujo la cantidad de infecciones en los partos y la desnutrición, crearon un banco de sangre de personas vivas con donantes que se presentaban cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que enseñaban métodos para prevenir
enfermedades.
En 1970 editó un libro llamado Surgical treatment on coronary
arteriosclerosis, que fue también editado en español con el nombre Tratamiento quirúrgico de la arteriosclerosis coronaria.
En 1971 Favaloro regresó a la Argentina, para operar en el Sanatorio Güemes de la Capital Federal, que era liderado por
Mauricio Barón como presidente de la institución y por el doctor Luis de la Fuente, en cardiología como experto en cardiología clínica y en la incipiente cardiología invasiva.
Anteriormente, Favaloro había sido alentado por De la Fuente ―desde 1968― a operar a un paciente ciego que no podía viajar a Estados Unidos.
El doctor Luis de la Fuente era clave por su formación de excelencia en Estados Unidos y fue fundamental para Favaloro ya que hacía los diagnósticos clínicos y los cateterismos coronarios. Favaloro no operaba si De la Fuente no hacía los diagnósticos y los cateterismos.
Posteriormente fue De la Fuente pionero internacional de la
angioplastia con stent y medicamento ―Buenos Aires, 1999―, de la neoarteria, el seno coronario y las células madre; todos
avances impulsados por De la Fuente y con el sueño de Favaloro de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación.
En 1975, Favaloro fundó con ese propósito junto a otros colaboradores la Fundación Favaloro, que lleva su apellido a
instancias del cardiólogo Luis de la Fuente, quien lo convenció en nominarla así en 1974, que además es un centro de capacitación donde estudian alumnos de diferentes partes del mundo y donde cada dos años se celebra el congreso Cardiología para el Consultante. En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica, manteniéndolo con dinero propio por un largo tiempo. En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas.
Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de
profesionales dejando al Sanatorio Güemes.
Suicidio
Hacia el año 2000, la Argentina ya estaba sumergida en una crisis económica y política. La Fundación Favaloro se encontraba en una difícil situación, endeudada en unos 18 millones de dólares estadounidenses,11 por lo que Favaloro pidió ayuda al Gobierno argentino, sin recibir una respuesta oficial.
Estoy pasando uno de los momentos más difíciles de mi vida, la fundación tiene graves problemas financieros.
En este último tiempo me he transformado en un mendigo. Mi
tarea es llamar, llamar y golpear puertas para recaudar algún dinero que nos permita seguir. René Favaloro.