
El próximo martes 26 el Ministerio de Ganadería presentará oficialmente en Montevideo el Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata. Técnicos y autoridades coinciden en que el desafío es mayúsculo: pérdidas millonarias, mortandades en otoño, resistencia múltiple a productos químicos y riesgo de residuos en carne. La estrategia apunta al control en zonas endémicas, la erradicación en áreas limpias y una fuerte articulación interinstitucional.
Un problema sanitario de primer orden
La garrapata bovina dejó de ser un problema localizado para convertirse en una amenaza nacional. La expansión del parásito alcanzó casi todo el territorio, con focos de multirresistencia, aumento de prevalencia en predios y la presencia de residuos de acaricidas en carne, lo que compromete tanto la salud pública como la reputación internacional del país.
El director de los Servicios Ganaderos del MGAP, Dr. Marcelo Rodrigues, fue categórico:
“Sabemos que no se va a resolver en un año, ni quizás en un período de gestión. Pero si no se encara con todos los actores de la cadena productiva, no va a funcionar”.
Rodrigues alertó que hoy queda disponible prácticamente una sola molécula eficaz contra la garrapata. “Es como una bala, debemos usarla bien. Nos preocupa que no siempre se aplique de forma correcta, porque si la perdemos, el escenario será mucho más complejo”, señaló.
Mortandades y pérdidas productivas
El asesor del MGAP y coordinador del plan, Dr. Carlos Fuellis, definió la situación como una verdadera “emergencia parasitaria”. Explicó que el daño no es solo económico: “Cada otoño, indefectiblemente, vemos mortandades en porcentajes importantes por la tristeza parasitaria. Esa es la cara más amarga de la garrapata”. Si bien reconoció la responsabilidad de los productores, advirtió que el uso inapropiado de químicos puede generar residuos que afectan tanto la exportación como el consumo interno.
Tres ejes del nuevo plan
El Plan Nacional se organizará sobre tres grandes metas: Control en las zonas endémicas; Erradicación obligatoria en áreas limpias o libres del parásito y Un enfoque integral “Una Salud”, que vincule lo animal, lo humano y lo ambiental.
Para cumplir estos objetivos, se prevé: Actualizar el mapa de dispersión de la garrapata, cuyo último relevamiento data de 1998. Ampliar la disponibilidad de hemovacunas, que pasaron de unas 8.000 dosis en 2017 a cerca de 400.000 en la actualidad. Promover el uso responsable y rotación de productos para retardar la multirresistencia. Desarrollar bioinsumos alternativos, como hongos entomopatógenos y vacunas experimentales. Reactivar El Vigía, un programa de control de ventas veterinarias, para asegurar la trazabilidad de productos; así como reforzar los controles en ruta y los sistemas electrónicos de movimiento de ganado.
Erradicación en el sur, control en el norte
Fuellis fue claro al diferenciar escenarios: “En el norte del Río Negro y en el este del país no podemos plantear la erradicación. Sí es posible el control con planes sanitarios serios junto al veterinario de predio. En cambio, en las áreas limpias tenemos la obligación de erradicarla, porque así lo establece la ley”.
Interinstitucional y con visión de largo plazo
La estrategia no es solo técnica, sino de articulación amplia. Participan el INIA, Plan Agropecuario, Facultad de Veterinaria, Federación Rural, Asociación Rural, CAF, INAC, Colonización, la Cámara de Especialidades Veterinarias, la Sociedad de Medicina Veterinaria, el Instituto Pasteur y otros actores. “El productor es el que pone el pecho en su campo, pero detrás deben estar los veterinarios de confianza y todas las instituciones. Solo con un trabajo articulado podremos empezar a cambiar la realidad”, resumió Fuellis.
Preservar el prestigio sanitario
Tanto Rodrigues como Fuellis coincidieron en que más allá de lo técnico, lo que está en juego es el prestigio sanitario del país. Uruguay ha logrado consolidar una imagen de confiabilidad en los mercados internacionales de carne, pero esa confianza puede verse comprometida si no se actúa con firmeza. “Así como fomentamos el nacimiento de terneros, debemos asegurarnos de que no se nos mueran por culpa de la garrapata”, dijo Fuellis.
“Este problema no se resuelve de un día para otro, pero si trabajamos todos juntos podremos dar pasos firmes”, concluyó Rodriguez.