Por. Máximo San Martín Asesor de Imagen Personal y Corporativo
Se parece de capital importancia, además de todo lo que les he hablado hasta el momento respecto a la fuerza de nuestra imagen personal en el mundo actual y sobre todo de potenciarla; de entenderla como un todo, además hablarles en esa misma línea sobre el tema de las fragancias, de los perfumes. Teniendo en cuenta sobre todo que si bien es importante impactar desde lo visual y comunicar las cosas correctas de acuerdo a nuestros objetivos cuando llegamos a un lugar, también puede ser algo muy positivo el hecho de causar un efecto correcto desde otro de nuestros sentidos; el olfato.
Es que un buen aroma nos puede remontar a los recuerdos de nuestra infancia, a un determinado lugar en el que hayamos estado e incluso a otras personas que hemos conocido. Habitualmente un aroma nos trae recuerdos de los buenos, de esos que han quedado grabados y que no hemos tendido a olvidar por ser negativos. Así que vean lo importante que puede ser un perfume sobre los demás y sobre nosotros mismos si lo usamos correctamente. Es más, un perfume usado de forma periódica, puede convertirse incluso en parte de nuestra identidad. Hay muchas personas que usan una misma fragancia durante toda su vida y eso pasa a ser una prolongación de su persona y también una marca que los hace reconocidos en ciertas esferas en donde se mueven.
Ahora bien, hay que tener mucho cuidado de no generar lo contrario a lo que deseamos. También en base a un perfume se puede generar algo negativo si se lo utiliza de forma inadecuada. Sobre todo si llegamos a un nuevo lugar, a una reunión en un lugar cerrado por ejemplo. En ocasiones, nos aplicamos el perfume en cantidades excesivas porque no sentimos su fragancia y en realidad no es que la fragancia no esté allí, sino tal vez se trate de que nuestro olfato se acostumbró a dicha fragancia y por lo tanto dejamos de percibirla como al principio. Cuidado con esto porque rociamos grandes cantidades y cuando llegamos a ese nuevo lugar con personas que no están acostumbradas a tenernos cerca, entonces existe posibilidad de que al pasar se sientan atraídas por el aroma, pero después, al prolongarse durante mucho tiempo y sobre todo si es un perfume muy dulce, puede llegar incluso hasta a causar algún tipo de malestar en ellas. «Empalagarlas» como decimos habitualmente. Habitualmente recomiendo aplicar, ya sea un «eau de toilette», que es un agua de colonia, o un «eau de perfum», que es un perfume propiamente dicho, sobre zonas de mayor temperatura en nuestro cuerpo, ya que eso generará que perduren durante mayor cantidad de tiempo también sobre nosotros. Ahora bien, esa perduración, también se debe mucho al tipo de fragancia como lo dije anteriormente. Por ejemplo, un agua de toilete tiene una concentración de esencia de entre el 8 y el 15 por ciento y te la recomiendo bastante para esta estación del año, ya que podrás aplicarla tanto como desees sin miedo a que las personas se espanten y además durará sobre ti hasta unas tres horas aproximadamente. Respecto Al Perfume propiamente dicho, estamos hablando de una concentración mucho más elevada, de entre un 20 y un 30 por ciento. Por lo tanto, su fijación puede durar hasta ocho horas e incluso más de forma perceptible y ni hablar sobre la ropa. Por ende, lo mejor aquí es usar cantidades más pequeñas, en esos lugares estratégicos como son las muñecas, el cuello o las clavículas. Por último quiero decirte que de igual manera, lo importante respecto a los perfumes es que los conozcas y puedas probarlos sobre tu piel, porque la fijación y armonía con tu cuerpo puede variar mucho. Hasta podría decirse que tú no encuentras tu perfume adecuado sino al revés. Esas notas aromáticas encuentran tu cuerpo y lo destacan para hacerte aún más única o único.
