La Intergremial Universitaria de la sede Salto del CENUR Litoral Norte quiere manifestar públicamente las razones y fundamentos de nuestras reivindicaciones y medidas de lucha recientes. Desde hace
meses se viene escalando en un conflicto por presupuesto que muestra claramente la escasa prioridad que le ha dado el actual gobierno multicolor a la Universidad de la República. Este conflicto universitario se declaró para enfrentar un mensaje presupuestal que comenzó siendo a todas luces insuficiente y discriminatorio hacia la UdelaR. No solamente contenía originariamente un aumento del 0%, sino que en su formulación inicial incluía una quita del adicional del Fondo de Solidaridad, que representaba unos 15 millones de dólares menos por año. El gobierno multicolor lo bautizó «el presupuesto de la ciencia y la educación». En realidad, fue un presupuesto del ajuste, del recorte y del desfinanciamiento.
La Universidad de la República no merece este trato. Esta institución ha sido históricamente una usina de proyectos pensados para el fomento de la cultura, la ciencia, la investigación y la defensa y profundización de la democracia en Uruguay. La extensión universitaria, faceta que revela el compromiso y contacto permanente con nuestro pueblo, nos ha hecho protagonistas de las luchas por más igualdad y desarrollo. Y más acá en el tiempo, el papel que desempeñamos en el contexto de la pandemia y la subsiguiente emergencia social y sanitaria demostró el nivel de excelencia profesional, responsabilidad y compromiso del demo universitario con la sociedad.
Es más, la UdelaR ha sostenido en los últimos años un proceso de descentralización, aumento de la oferta académica y crecimiento de la matrícula estudiantil, especialmente en el interior de nuestro país, con muy magros recursos. A modo de ejemplo, en el año 2021 la matrícula estudiantil del CENUR Litoral Norte se incrementó en un 20%. Estas son muy buenas noticias para todos y todas. Sin embargo, lo que costó tanto tiempo y esfuerzo construir puede ser duramente afectado con el presupuesto votado recientemente. Para llegar a recuperar la pérdida presupuestal que sufrió la UdelaR desde el año 2019, necesitábamos poco más de 1.570 millones de pesos. En esta rendición de cuentas, en medio de una intensa e histórica movilización, la coalición de gobierno tuvo que modificar sus planes iniciales: se compensó la quita del adicional del Fondo de Solidaridad, se asignaron fondos para financiar dos programas del Hospital de Clínicas y finalmente encontraron recursos para atender apenas a poco más del 10% de lo solicitado originalmente. En total, hablamos de un muy magro 18% de lo imprescindible. Esta asignación presupuestal insuficiente pone en riesgo la apertura de nuevas ofertas educativas en áreas de alto impacto social. Con salarios deprimidos para los trabajadores de la UdelaR se debilita aún más la ya endeble estructura administrativa y de servicios que el CENUR debe atender (aproximadamente 800 docentes y 14 mil estudiantes). El aumento de la matrícula estudiantil ha incrementado también la demanda de becas de estudio de grado y de posgrado. Cada vez quedan más estudiantes sin el respaldo monetario que les permita estudiar en la Universidad. Esta realidad afecta también al plantel docente actual y futuro que recibe salarios deprimidos en relación a otros servicios educativos terciarios del país y la región. Cada vez será más difícil la radicación en el interior de docentes dedicados a la vida universitaria en sus pilares fundamentales: docencia, investigación y extensión. Todas estas razones están en la base de la declaración de la Huelga General Universitaria, hito histórico que desde hace 20 años no sucedía en Uruguay. En el marco de esta huelga se decidió la ocupación del edificio central de la sede Salto del CENUR. Esta medida se fue gestando en coordinación con los gremios de estudiantes, docentes y funcionarios, en un contexto de movilizaciones de escala nacional y ocupaciones de centros y servicios universitarios tanto de Montevideo como del interior del país. Estuvimos a la altura de las circunstancias y supimos responder a la responsabilidad que conlleva. Con regocijo celebramos la militancia sostenida de los tres gremios organizados y el trabajo coordinado, así como el apoyo permanente del plenario departamental del PITCNT, la Red de Ollas y Merenderos de Salto, el acompañamiento de sindicatos solidarios como el SUNCA, la FOICA, el sindicato de ASISPER y la Intergremial de la sede Paysandú del Cenur Litoral Norte quienes compartieron con nosotros y nosotras toda una jornada de ocupación y siempre estuvieron apoyando esta movilización.
Además, artistas, músicos, talleristas y conferencistas nutrieron una cargada agenda de actividades, enriqueciendo el espacio de la ocupación y trabajando codo a codo y en un clima de fraternidad y solidaridad digno de mención y aplauso. Por si fuera poco, también recibimos claras muestras de apoyo de la sociedad salteña en barriadas y volanteadas realizadas por la ciudad, diversas manifestaciones de afecto y apoyo a nuestros reclamos y reivindicaciones
que valoramos especialmente.
Si bien se levanta la ocupación el conflicto continúa. Salimos fortalecidos como Intergremial y demostramos el fuerte compromiso con el mensaje que queremos dar como «Universidad del Pueblo».
Con proyecciones a consolidar una Intergremial regional y continuar con actividades que construyan lazos fraternos entre quienes habitamos la cotidianeidad dentro del CENUR así como también con una mirada hacia el afuera que visibilice la importancia de nuestras convicciones, llamamos a redoblar la lucha y continuar evaluando el seguimiento del conflicto universitario.
Arriba los y las que luchan
Proclama de finalización de la medida de
Ocupación de la Sede Salto del Cenur LN
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