El 19 de junio ha sido designado como el “Dia del Abuelo” y como lo hemos consignado en estas columnas creemos que dicha designación proviene de que ha sido esta la fecha de nacimiento del prócer José Gervasio Artigas, el más grande de todos los uruguayos, por entonces conocidos como orientales.
Pero la realidad indica que las denominadas personas de la tercera o cuarta edad, o adultos mayores ya no tienen casi vigencia, con ellos su sapiencia, su sabiduría, sus conocimientos han quedado relegados o descartados lisa y llanamente.
Hoy es frecuente escuchar que “eso ya fue” y la ciencia y la tecnología parecen reafirmar este concepto. Es un grave error, todo conocimiento humano tiene un origen, un comienzo si el cual sería imposible avanzar hacia otros conocimientos. Nos explicamos, para construir la represa de Salto Grande y aprovechar los rápidos del Río Uruguay, hubo que saber primero como era posible transformar la fuerza del agua del río en energía eléctrica, que equipamiento se requiere, cómo doblegar el río para las construcciones y demás.
Sin saber esto debidamente sería imposible lograr lo otro, porque nada surge por generación espontánea, sino que se trata del fruto del conocimiento paulatino y progresivo de los hombres.
Las civilizaciones más antiguas y que han resuelto las mayores dificultades, los problemas más grandes y difíciles, mantienen intactos sus consejos de ancianos como verdaderos tesoros, una fuente del saber en la que la experiencia, vale decir el conocimiento empírico es lo más valioso y siempre será muy recomendable saber qué opinan y por qué.
Ni lo uno ni lo otro. Ni el conocimiento ha pasado de moda ni es lo más valioso. Quizás la aplicación de las nuevas tecnologías, que se asesoran, que toman como base el conocimiento proporcionado por los adultos mayores, sea lo más acertado.
Quienes se manejan sólo por las modas o por lo que aconseja el mercado de diversas formas, aspectos hoy tremendamente manejables y casi imperceptibles, están inexorablemente condenados a equivocarse, porque estos aspectos encierran intereses que nada tienen de altruistas precisamente.
Hagamos votos por reivindicar el conocimiento y la sabiduría de nuestros mayores como uno de los elementos imprescindibles en el camino más acertado para lograr un mundo mejor y más justo.
A.R.D
Negar el conocimiento empírico solo desnuda ignorancia
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/gfec
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/gfec