El co- coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) Henry Cohen coincidió con la decisión de que la vacuna contra el Covid-19 sea voluntaria y no obligatoria, pero destacó que «en la medida que más uruguayos nos vacunemos, será mejor para toda la población».
Cohen aseguró que siempre estuvo de acuerdo con la no obligatoriedad de la vacuna. «Podría ser que algunos grupos sean obligados, puede ser, pero mejor es explicar bien el beneficio de las vacunas», agregó.
En tanto, a pocas horas de que el gobierno definiera qué medidas tomará a partir del 1 de febrero, Cohen opinó que «una apertura general de las fronteras no sería lo adecuado», y agregó que está bien abrirla para uruguayos o residentes. El gobierno analizó el pasado miércoles lo ocurrido a raíz de las decisiones que rigen hasta el 31 de enero y definió cómo continuarán a partir del mes próximo.
El plan de vacunación
Sobre el plan de vacunación que el gobierno implementará cuando lleguen las vacunas, Cohen dijo que «Uruguay está tratando de aprender de lo que está haciendo Israel ahora», en referencia al país que más población vacunó y bajó 60% los contagios.
El coordinador del GACH destacó que a pesar de que llegue la vacuna al país, «los uruguayos deberán mantener las medidas sanitarias que se establecieron cuando comenzó la pandemia por el Coronavirus».
«Si todos los uruguayos cumpliéramos con las medidas recomendadas estaríamos mejor», comentó. «Todo lo bueno que se hizo en los primeros siete meses no se pierde, pero no estamos contentos porque decimos desde el principio que no queríamos ningún uruguayo muerto», agregó.
Cohen señaló que de una etapa de crecimiento exponencial de los contagios, se pasó ahora a una de crecimiento sostenido donde se perdió la capacidad de rastreo en un 40%.
Se instalarán puestos de vacunación en Antel Arena y en la Facultad de Enfermería
La Junta Nacional de Salud (Junasa) informó a los prestadores los requerimientos que deberán cumplir para la instalación de los vacunatorios. El 8 de febrero cada centro deberá estar listo más allá de que es poco probable que la vacuna esté en Uruguay en esa fecha, señaló la comunicación oficial. Entre los requisitos para funcionar se encuentra que los puestos deben tener acceso directo desde la vía pública, deben estar cerca de los servicios de emergencia o de ambulancias, debe haber espacio para que la fila pueda realizarse con un distanciamiento personal de dos metros, y también debe haber una sala de espera para los vacunados en la que entren 10 sillas también con distanciamiento.
Hasta el momento las vacunas presentan escasas consecuencias adversas. En general se trata de cefaleas y dolor en la zona de aplicación de la vacuna.
Los locales también deberán contar con una serie de condiciones para mantener las vacunas en estado ideal, entre ellas una heladera de frío habitual (de 2 a 8º C) con termómetro y registro de temperatura. Junasa enumera todos los objetos que debe tener cada vacunatorio: escritorio, computadora conectada a internet con Sistema SIV (un programa informático para la gestión de vacunas), sillas, sillón para vacunación, mesa de preparación, lavamanos, jabón, alcohol en gel y recipientes de descarte. En cuanto al personal que habrá en cada vacunatorio, a los primeros que verán los usuarios serán a un encargado de tomar la temperatura y a otro de seguridad. Cada vacunatorio contará con seis funcionarios.
Cómo se agendará y cuáles serán los grupos prioritarios
El sistema seguirá el mismo criterio empleado para vacunar contra la gripe, pero esta vez dada la coyuntura será una logística mucho más compleja.
Primero habrá que establecer toda la lista de subgrupos en orden de prioridades. Por el momento se conocen los primeros tres: personal de salud, adultos mayores y policías, militares y bomberos. El resto está en estos momentos en discusión. Habrá un calendario establecido de antemano con grupos de riesgo. Durante un período determinado de tiempo, las personas deberán agendarse telefónicamente o por internet. En ese sentido, se prevé el uso de un sistema informático que está en desarrollo y que permitirá agendar solo a aquellas personas que tengan prioridad para inmunizarse. Raúl Bianchi, asesor de logística, comentó cómo va a ser: «Se van a poder anotar solo ciertos grupos en cierta cantidad de tiempo, eso es lo que no va a dar lugar a errores. Y los grupos van a estar habilitados según sus números de cédula. Es decir, si alguien quiere anotarse para vacunarse y su cédula no corresponde a la de una persona en el grupo que se está vacunando, no va a poder agendarse».
Por otra parte, el coordinador del grupo que trabaja en el sistema, explicó que los objetivos son tres: la primera prioridad es salvar vidas, la segunda disminuir la cantidad de enfermos y la tercera poner a la sociedad en movimiento. Todavía se está elaborando la lista de grupo poblacionales prioritarios. Como se sabe, el personal de la salud será el primero en vacunarse. Personal de salud y adultos mayores, serán vacunados con Pfizer, que es la que tiene un mayor nivel de efectividad, y al resto, por ahora, con Sinovac. Por ahora esos son los sellos de vacuna con los que el gobierno uruguayo ha alcanzado acuerdo para suministro.
Graciela Pérez Sartori, inmunóloga y parte de este grupo de trabajo, señaló: «Esta es la base con la que vamos determinando cuáles son los grupos prioritarios. Y la idea es vacunar primero a los trabajadores esenciales para evitar la mortalidad y a los que tienen factores de riesgo».
En esta lista van a sumarse seguramente personal de los servicios de acompañantes, estudiantes de medicina y enfermería avanzados, que si bien no son trabajadores de los centros de salud sí suelen realizar prácticas en ellos.
La lista de trabajadores de la salud incluirá a unas 90.000 personas, 50.000 de los cuales están más expuestos.
Se trata de personal de CTI, urgencias y emergencias móviles, entre otros servicios. A su vez, hay 40.000 que no presentan un riesgo inminente de contraer el virus, y que serían inmunizados después.
El siguiente grupo de prioridad son los adultos mayores.
Se calcula que hay 25.000 en residenciales y se irá primero por ellos. Luego se irá por los otros 300.000 que superan esta edad pero viven en sus casas.
Sobre los residenciales, se estima que también serán vacunados allí mismo las personas que trabajan en estos centros. En cuanto a si es posible que se vacune a otros mayores de 75 años en sus hogares, Píriz sostiene que aunque en un principio esto no esté sobre la mesa, dependerá de la cantidad de casos positivos de COVID-19 que se presenten en el futuro y de las vacunas que haya disponibles en cada momento.
Henry Cohen – Co- coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) «En la medida que más uruguayos nos vacunemos, será mejor para toda la población»
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