Nuestra ciudad tiene muchas veces historias que nosotros debemos contar para que se multipliquen las repercusiones, se conozcan a través de estas páginas y queden perpetuas con el único propósito de llegar al corazón de las personas como lo hicieron Emily Stin que llegó a Uruguay en un plan de intercambio y conoció al Ing. Ariel Pablo en ese entonces un destacado estudiante de Ingeniería en informática becado por la Universidad Católica allá por el 2014 en Montevideo.
El joven salteño conquistó el corazón de la chica de Florida, tal es así que el viernes contrajeron matrimonio ante la ley de nuestro país y el sábado a la tarde su compromiso ante Dios quedó sellado en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Acompañada de su familia que llegó desde el país del Norte de América, además de amigas que de Finlandia, no dudaron en tomarse un vuelo y ser parte de estos días de celebración.
La vida de estos Jóvenes está marcada por el amor y por toda una serie de intercambios culturales que han calado hondo en ambos, a tal punto que Emily es una apasionada por el mate y le ha inculcado está costumbre a sus hermanos.

Docente de Inglés
«Vengo del estado de Florida tengo 28 años, vine en un plan de intercambio por 5 meses a Uruguay para estudiar, ahí conocí a Ariel Pablo Godoy, mi esposo, luego volví a Florida para terminar mi carrera (dos años), fui por un año a Taiwán y luego volví a Uruguay, y él me esperó todo ese tiempo aquí en su país mientras yo finalizaba mi carrera.
Luego de mi retorno a Montevideo dónde estuvimos 3 años y nos vinimos a Salto la ciudad natal de Ariel Pablo.»
¿Qué te llamo la atención de Uruguay?
«El mate me llamo la atención, al principio que lo probé no me gustó, pero después si, y cuando me fui a Estados Unidos me llevé mi mate, para no extrañar tanto a Ariel.
Allá tomaba mate, tenía que hacerlo una vez por semana porque no se conseguía fácil la yerba, entonces había que cuidar.
Ahora aquí en Uruguay tomo todos los días, incluso más que mi esposo. El toma cuando yo preparo. Compré una yerba más suave. He convidado a mí familia y mi hermano por ejemplo se compró un mate y él ahora toma, yo le enseñé a preparar. Somos cuatro hermanos, todos del estado de Florida.»
¿Qué te gusta de nuestra ciudad?
«Me gusta mucho Salto, su tranquilidad, aquí en el barrio todos me conocen, voy al almacén y charlamos con los vecinos. Andando por la ciudad también me cruzo con la gente que voy conociendo. Aquí todo es más lento, no es la locura de Florida donde todos corren.»
¿Finalizado tus estudios que trabajos realizás?
«Enseño inglés a través del plan Ceibal, soy una de las profesoras en la pantalla de los niños. El pasado año fueron en total más de 400 alumnos en todo el país.
Es lindo porque llegamos a las escuelas rurales donde había una que tenía 6 niños y enseñar es muy lindo.
Yo les brindo las clases y espero que después de la experiencia de aprender le pierdan el miedo al inglés al momento de ingresar al liceo manejen otro idioma.
Creo que todos tenemos ese miedo de hablar otra lengua, me gusta que disfruten de aprender y se quiten ese miedo.»
Un año en Taiwan, con otra cultura y otras costumbres muy diferentes
«Estuve en Taiwán un año enseñando a los niños, fue una experiencia muy interesante. Su cultura es muy diferente, acá hablar español es más práctica, en cambio aprender chino es más escribir, no es tan fonético como el inglés por ejemplo, el hablar y escribir son totalmente diferentes. Tienen un aprendizaje más estructurado.»
¿Cómo lo conociste a tu esposo?
Lo conocí en la facultad, estudiando Inglés Técnico, yo fui a ayudar a la clase para conocer a la gente de Uruguay porque tenía amigos del intercambio que eran extranjeros, en ese momento dije yo quiero un amigo uruguayo y hablar español, así comenzamos, lo conocí, comenzamos a charlar y aquí estamos contrayendo matrimonio.»
Emily es muy buena en la natación, aquí en Salto ya ha conseguido medallas defendiendo al Club Remeros.
«Aquí en Uruguay comencé a hacer natación en el Club Remeros. Fui a varios lugares a participar; Piriapolis, Punta del Este, Boca de Cufré. Tenía la idea de volver a hacer la travesía allá, pero aquí en Salto descubrí que en Argentina, en Concordia tiene una organización que hace muchas travesías, por ejemplo en el lago hubo una prueba de 4 kilómetros y ahí salí segunda.
Después, en Liebing hice otra prueba en el Río Uruguay. En agosto pasado también hubo una en agua fría y fue muy bien de 2 kilómetros y medio. Yo prefiero y me gusta mucho distancia, en piscina hago siempre 800 metros.»
El amor por los animales
«Cuando estábamos en Montevideo no teníamos espacio, y tener un perro es una gran responsabilidad. Además tiene que andar libre y no estar encerrado.
Parte del trato de venir para Salto era adoptar un perrito (risas). Dos semanas por aquí y fuimos a buscar un perrito, ahí conocí a Mohoho el amor de mi vida! (risas). Desde ahí adoptamos a un gato para que fuera su amigo que lleva el nombre de Perry, se llevan muy bien soy muy amigos. Hace unos días trajimos una perrita más, una Pastor Alemán que estaba abandonada en la ruta, son mis hijos adoptivos. Somos una familia grande por ahora en total somos 5!».