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martes, 3 de junio de 2025
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“Desde mi lugar de experta en Literatura Infantil y Juvenil me niego a presentar en mis libros a un animal en cautiverio”

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Diario EL PUEBLO digital
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María Luisa De Francesco

María Luisa de Francesco es escritora, gestora cultural, experta en Literatura Infantil y Juvenil, también en Animación de Lectura y Escritura.
En la actualidad también se desempeña como edila en representación del Frente Amplio por el período 2020 – 2025.
Compartió con EL PUEBLO una reflexión acerca de “El rol del animal en la Literatura Infantil y Juvenil del Nuevo Milenio y en sus reflexiones expresa rotundamente su malestar frente al maltrato animal y a a la vida animal en cautiverio.
“Estudié en Montevideo la especialización en LIJ (Literatura Infantil y Juvenil) y a partir de ese momento; me he dedicado al mundo literario infantil, no sólo escribiendo y dictando cursos, conferencias, sino también asistiendo a ponencias, talleres y cursos que me fueron perfeccionando y actualizando en todos estos años.
Estoy absolutamente asombrada por las repercusiones que en algunas esferas ha despertado el cierre del Zoo de Salto.
Entiendo que no todos y todas deben conocer que a muchos educadores, a muchos escritores de LIJ se nos viene hablando desde los años 90, acerca de formar a los ciudadanos del próximo milenio, en seres contribuyentes del medio ambiente y de respeto a todos los habitantes del planeta.


En ellos se incluyen animales, plantas.
Se nos pidió que estos jóvenes de hoy, de unos 30 años, un poco menos, un poco más, actuarán frente a la naturaleza, a nuestro planeta, en forma diferente a la que se venía actuando.
Recurrieron a esa conformación de ideas en distintos seminario la opinión de expertos en LIJ, CEDILIJ, ALIJA, AULI, ABLIJ, APLIJ, que son las más
conocidas del Sur de América, pero también lo hicieron las asociaciones Colombianas, como FUNDALECTURA, y otras que vinieron de México y el Caribe :PIALI. Cabe destacar a IBBY, como la más importante, quién también ha marcado en su colección de libros, la gran diferencia.
La propuesta como dije era en ese momento clara: quitar contenidos de violencia animal en los cuentos, poemas o canciones infantiles. Se entendían como de violencia animal, cualquier crueldad que se mostrara del humano hacia los animales, incluyendo sin dudas los Zoo y los circos con animales domesticados.

HORACIO QUIROGA: UN ADELANTADO
Para quienes no sean tan jóvenes quizás puedan recordar incluso canciones que comenzaron a aparecer tibiamente en los 90 donde se mostraban animales más en su hábitat que encerrados. O se destacaba con sensibilidad lo cruel que era quitarles la libertad a los animales. Ejemplo: Carta de un león a otro, letra y música de Juan Carlos Baglieto. No es raro que apareciera en Argentina cuando ya, un buen número de escritores de la LIJ, hacían propuestas desde las letras a Fiesta en el monte, de Gustavo Roldán, con animales nativos, viviendo en su hábitat natural o un elefante ocupa mucho espacio de Elsa Bornemann, con un circo que debe cerrarse porque el elefante y el loro, organizan una huelga para no sufrir más torturas..( por cierto este libro fue prohibido en Dictadura).
Esto estaba sucediendo en los 80 casi noventa. Pero sin embargo yo pienso en el gran escritor, un adelantado sin dudas, de Horacio Quiroga, Cuentos de la Selva, tiene más de 100 años y él jamás contó cuentos con animales enjaulados o en circos. Los pinta con debilidades y fortalezas en medio ambiente.
Pero ¿por qué recurrían los especialista a decirnos a los escritores que no era bueno mantener la tendencia de maltrato animal en los cuentos? Porque el cuento en la etapa de crecimiento del niño reúne el goce con las asociaciones del inconsciente, eso lo dice Freud, el cuento posibilita un pensamiento de adhesión subconsciente por el bueno y el malo, por la justicia o la injusticia. Y debíamos preparar esos inconscientes para un ciudadano respetuoso de la
naturaleza, un ciudadano educado ambientalmente, y esa educación, proponía entre otras cosas, no sólo el cuidado del agua y otros bienes minerales sino, también un cuidado especial porque el Planeta, está habitado por seres vivos que también deben de ser respetados: los animales.
Lo que más me extraña es que vivo en una ciudad donde una ciudad paralela de perros, no tanto de gatos pero sí, de perros, convive con nosotros y no es raro ver la piedad, la sensibilidad de esta sociedad por esas mascotas.
Entonces me pregunto: ¿son más animales los perros que el resto? ¿Un mono no merece lo mismo, buen trato y vida agradable? ¿Dónde queda la sensibilidad cuando se ve un tigre o un puma enjaulado? ¿Qué le enseñamos a los niños y niñas: que así se tratan los animales, esos que no importan, porque nosotros humanos omnipotentes disponemos de ellos como si fueran “cosas”, sin vida?.
Desde mi postura en la LIJ me niego totalmente a presentar un animal en cautiverio, y si escribiera un cuento así, liberaría al animal y a todos los otros en un final feliz donde, estoy segura, tengo experiencia en ellos, los escuchas niñas y niños, saltarían aplaudiendo el final. ¿Porque realmente: son los niños yniñas de esta ciudad que quieren seguir viendo animales encerrados? O son sus adultos?
Desde el año 2006 Uruguay intenta una pedagogía en Educación Ambiental, se han hecho diversos paneles de consulta nacional e internacional y se han colocado ya muchos principios de ambientalismo y medio ambiente en
programas de estudios.
Desde la zona de los escritores, estamos cada vez más convencidos que de escribir cuentos con animales, intentaremos mostrarlos lo más libre posible y los menos humanizado, también. Sí, menos fábulas, porque los animales humanizados son de una fábula que ya pereció en el tiempo.
Era donde el animal, con pensamiento humano enseñaba con moraleja pero, el paso de los años cambió eso también… hoy nos hemos planteado desde distintas organizaciones en defensa del libro para niño: ¿debemos humanizar a los animales? No será que los animales en su forma de vida, nos pueden enseñar más? Hay complejas formas sociales en ellos, hay especies muy unidas, las orcas tienen una forma de trabajo en equipo que no tienen otros peces ni mamíferos, los lobos viven en una especie de república,
en fin, que hay mucho que aprender de los animales. Pero de ellos en su hábitat y de no ser posible, de ellos en reservas donde estén lo menos
expuestos posibles a la actividad humana que tanto los trastorna y los aleja de su condición natural.
Tenemos, debemos, aprender a vivir con la naturaleza respetándola, se dice hasta el cansancio pero, tener animales en jaula por el mero hecho de querer contemplarlos, ha disparado en esta ciudad una serie de declaraciones, un especie de fanatismo que me puso a pensar si realmente, formamos bien al ciudadano de este siglo XXI. Porque eso, hace algunos años, unos cincuenta o sesenta, era admisible, hoy no lo es. Hoy se cuida el medio ambiente, al menos en forma teórica, se estudia como cuidar los recursos del planeta y aquí, estamos negando a animales que vivieron en cautiverio, que vivan mejor sus últimos años.
Una forma caprichosa de hacer política si me permiten: nadie puede negarle a una animal que es parte de este planeta que termine su vida más cerca al hábitat natural, con mayores cuidados y con más atención.
Sencillamente, no me lo creo todavía, porque es atacar con política un ser con vida que no puede defenderse excusándose en que los niños los quierenver… realmente ¿Los quieren ver así? ¿Los han consultado? Y de ser así ¿Les han enseñado que la vida animal merece respeto?
Dejo las respuestas para los que saben; yo debo estar encapsulada…”

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