Feliz día de los Animales
Ayer celebramos el día de los animales con aquellas mascotas de la pantalla que siempre recordamos. A través del tiempo, en el cine y la televisión, fueron muchos los animalitos que han aparecido. Desde hermosos caballos hasta gatos mimosos pasando por perros, monos, elefantes, delfines; en fin. Por sobretodo, llegaron al corazón de los públicos en los primeros años de la pantalla grande y con la irrupción de las series pioneras de la tv, como estrellas estelares. Así fueron irrumpiendo: “Rin Tin Tin”, el ovejero alemán del ejército y del pequeño Rusty, su compañero inseparable, y “Lassie”, la collie de la familia Miller, junto a Jeff –primero- y Jimmy –después- marcando un éxito inusitado. Estos personajes caninos nacieron a mediados de los años cuarenta, derrochando ternura y emociones. En “Las aventuras de Rin Tin Tin”, Rusty personificaba a un chico huérfano que hacía las veces de Cabo, que de buenas a primeras se encontró en el medio de un enfrentamiento con los indios, sobreviviendo, siendo distinguido por el Regimiento No. 101 de Caballería, al que ayudaba en los hechos más peligrosos contra los Apaches o contra ladrones de turno. Mientras, Rusty tocaba la trompeta en Fort Apache, el inteligente can se alistaba en su orden junto a los soldados del batallón. Alcanzó popularidad entre los más chicos y los grandes, que contemplaban pegados al aparato las acrobacias de aquel astuto héroe de cuatro patas.
Flipper Furia Jeff y Lassie
LASSIE o PAL: LA
PERRITA ESTRELLA
En 1941 nace la historia de «Lassie»en las cercanías de Hollywood, en un hogar modesto donde habitaba una cachorrita simpática, traviesa e inteligente de nombre Pal. Debido a eso, su dueño la envió con Rudd Whaterwax, un entrenador, para que la adiestrara. Cuando el amo observa la tranquilidad reinante de la casa sin la perrita, le comenta a Rudd que si quiere se la vende en cinco dólares, a lo que sin pensarlo se manifiesta de acuerdo, haciendo el negocio de su vida, continuando adiestrándola junto a otros animales que el entrenador alquilaba a algunos estudios para algunas películas. Acto seguido, la MGM que buscaba un perro para la cinta “Vuelve a casa Lassie”, la contrata abonando un salario de mil doscientos dólares durante el mes y medio que duraría la filmación. A los productores les había convencido mucho su actuación en la prueba efectuada con anterioridad, donde Pal cruza un lago, da varios pasos confundidos y mirando la cámara ahí nomás se desploma. El impacto del largo metraje fue extraordinario, a la perra le cambiaron el nombre por “Lassie” y le extendieron el contrato por siete años, recibiendo su adiestrador siete mil dólares por semana, suma que después del segundo film llegaría a los veinte mil. Una fortuna!! Por consiguiente la vida de “Lassie” cambió, no trabajaba más de cinco horas al día, tenía dobles para las escenas peligrosas, pasando a tener su propia mansión como tantas grandes figuras del firmamento cinematográfico. En el momento de la serie, durante la segunda temporada, había envejecido y murió. La noticia no fue dada en su oportunidad, para que los capítulos siguieran manteniendo su atractivo y para no causar escozor entre los televidentes menudos. Como los actores cambiaron, también cambiaron los perros, hasta llegar a “Lassie” IV, que era idéntica y tenía todas las particularidades de la primera, pero con una pequeña gran diferencia era un macho. La teleaudiencia no captó ese detalle y continuó el hit. Agregamos que en 1985, Rudd Whaterwax, el entrenador de la dinastía “Lassie”, dejó de existir, siguiendo el proyecto su hijo Bob, trabajando hoy con “Lassie” IX.

EL CORCEL NEGRO y
LA POTRANCA FRANCIS
Mientras que las empresas cinematográficas embolsaban suculentas ganancias, las mascotas protagonistas seguían entrando en acción. Era el momento de los caballos, que de alguna manera, ya estaban causando furor en el cine, con diferentes personificaciones. “Furia” era el nombre de un increíble corcel negro como el azabache, en una serie estelarizada por Peter Graves -el “canoso” de “Misión Imposible”- como Jim Newton y Bobby Diamond, encarnando a Joey Newton. 114 fueron sus capítulos, armados desde el 15 de octubre de 1955 al 27 de febrero de 1960, con U.S. TV. Lo emitía Montecarlo TV Canal 4 y se convirtió en un clásico. Aún hoy, recordamos aquel formidable equino, en el rancho, donde ocasionalmente había rodeos. En el mismo renglón, aparecía “Mr. Ed” (El caballo que habla) con Alan Young (Wilbur Post), que fue una de las comedias de moda en los contenidos de Saeta TV Canal 10, por esos momentos. Es que “Mr. Ed” hasta hablaba por teléfono desde el establo!… pero… en realidad era una potranca, se llamaba Francis. La tira de CBS vió la luz el 1º. de octubre de 1961 y se mantuvo hasta el 6 de febrero de 1966, registrando 144 episodios todos dirigidos por Arthur Lubin, obteniendo la estatuilla del Golden Globe Award en 1963 como mejor show de la TV norteamericana.
FRED, LA CACATUA QUE
RESPONDIA EL TELEFONO
En la lista, no podía estar ausente una mascota desde el agua: “Flipper». Con piruetas mágicas en el acuario o en las profundidades, se transformaba en otro gol de media cancha. Este papel lo hacían entre cinco hembras, porque los machos se volvían muy agresivos. Hasta se llegó a la situación límite de suspender las filmaciones por haber ocasionado los delfines, accidentes a varios miembros de la producción. Ocurrió, que debido al hit sin par de la serie, comenzaron a aparecer fanáticos que deseaban nadar y sacarse fotos con ”Flipper” cobrando cien dólares por cápita. Era bueno como negocio, pero esto dejaba sumamente estresado a los animales. Claro, que nos vendían otra cosa, la supuesta felicidad del delfín, una mentira a ésta altura tan grande como una casa. Y en lo de «Tony Baretta» aparecía una cacatua: Fred la llamaban. Atendía el telefóno antes que su dueño o cuando su amo no estaba!… Juanjo Alberti. Más allá de la nostalgia.
