Hoy se cumple un año más del fallecimiento de la más trascendente poetisa salteña: Marosa di Giorgio. Falleció en Montevideo (donde residía desde 1978) el 17 de agosto de 2004. Como lo hemos sostenido ya en otras ocasiones, pasa el tiempo sin su presencia física, pero su obra sigue día a día creciendo y cada día se impone con más fuerza. Sucede que se trata de una obra que vale por sí misma, sin necesidad que la autora esté detrás, impulsándola. La sola mención de su nombre, Marosa, sigue atrayendo, y convoca y entusiasma.
Sus restos descansan en el Cementerio Central de nuestra ciudad, junto a los de su familia. En sus últimos días, Marosa le dijo a su amigo Leonardo Garet que la próxima vez que volviera a Salto lo haría «convertida en mariposa».
Quien visite hoy su tumba se encontrará con estas palabras: «Marosa di Giorgio Medici – Desde el 17 de agosto de 2004 contempla el mundo convertida en mariposa».
Para quienes la conocimos, para quienes aún la seguimos descubriendo a través de su poesía, sigue siendo la niña que asoma en cada verso y la mariposa que nos sobrevuela con su belleza, porque «la infancia, los seres, objetos, lugares de esa época aparecen como la franja del encanto. Aunque hubiese desdichas, que sí las había…Me deslicé por la niñez con la naturalidad de una mariposa. Que es trémula pero no se detiene…».
Vaya desde EL PUEBLO y desde el pueblo de Salto, una flor para Marosa.
J.P.
