Malaquina y la Cultura de Salto
Ante el fallecimiento del Escribano Eduardo Malaquina el pasado viernes, surgieron muchos recuerdos en torno a sus aportes a la Educación de Salto: primer CAIF que hubo en el Uruguay, Universidad de la República, Bachilleratos Tecnológicos (de UTU), Centro de Lenguas Extranjeras, Centro Regional de Profesores (CERP), etc. Y si bien Educación y Cultura son cuestiones casi inseparables, entendemos pertinente, máxime tratándose de esta página, hacer una breve –seguro incompleta- reseña de logros conquistados por el Intendente Malaquina para Salto en el plano puramente cultural.
Sin dudas que lo más relevante fue la “Casa Quiroga. Museo – Mausoleo – Centro Cultural”, hoy orgullo de Salto y del país, y uno de los lugares predilectos por los turistas que llegan a Uruguay. La “Casa Quiroga”, inaugurada a fines del año 2004, se hizo a impulso de Eduardo Malaquina, quien llamó para dirigir esta obra, al profesor y escritor Leonardo Garet y el trabajo se hizo codo a codo con quien en ese momento ocupaba el cargo de Director de Acción Social y Cultural de la Intendencia, Lewis Rochón Sarutte. A propósito de Garet, cabe decir que antes, en 2001, fue Malaquina quien también lo convocó para crear –con él como orientador- el Taller Literario Horacio Quiroga, que funcionó durante varios años en la Biblioteca Departamental. Y además, en 2003, Malaquina apoyó decididamente la publicación de la Colección Escritores Salteños, dirigida por Garet, el trabajo de recopilación y estudio de la literatura salteña más ambicioso que se realizó hasta el momento.

Pero mucho más debe agregarse si del aporte del Intendente Eduardo Malaquina a la cultura de Salto se habla. En años difíciles, después del 2002, nadie en el país invertía en cultura. Sin embargo Malaquina logró la recuperación del Libro Móvil para los barrios y el interior; inauguró la Sala de Exposiciones Carmelo de Arzadum en el Museo Gallino; reestructuró y reabrió el Museo de Arqueología y Ciencias Naturales; procedió a la adecuación de la primera sala de teatro independiente de Salto, El Andén…


Y mientras el lector podrá ir sumando obras a medida que su memoria le aporte datos, vale decir también que en sus gobiernos la estatuaria de la ciudad creció: se creó e inauguró (en el año 2005) el Cristo Redentor en Costanera Norte y el Monumento a Víctor Lima (en 2001) en Costanera Sur.
Quizás, de todo esto, lo más valioso es que se trata de aportes verdaderamente trascendentes, que han quedado para siempre entre los salteños, como su propia imagen, la de un ciudadano de auténtico valor
Baudelaire: 200 años
Supo desnudar la hipocresía de una sociedad que se decía inmaculada; su propia vida fue siempre vista como un pésimo ejemplo por esa misma sociedad en la que se sintió un verdadero incomprendido; a través de su obra insistió con la idea de que la esencia constitutiva del ser humano es el Mal…Por todo eso y más, Charles Baudelaire es considerado uno de los “poetas malditos”. De lo que no hay dudas, es que fue uno de los poetas fundamentales de la poesía universal de todos los tiempos. El pasado viernes se cumplieron 200 años de su nacimiento. Charles Pierre Baudelaire nació en París el 9 de abril de 1821 y falleció el 31 de agosto de 1867. Fue poeta, ensayista, crítico de arte y traductor.
“Uno de los máximos exponentes del simbolismo, considerado a menudo el iniciador de la poesía moderna (…) A principios de 1845 empezó a consumir hachís y se dedicó a la crítica de arte, publicando Le Salon de 1845, un ensayo elogioso sobre la obra de pintores como Delacroix y Manet, entonces todavía muy discutidos (…) Más tarde publicó Le Salon de 1846 y colaboró en revistas con artículos y poemas. Buena muestra de su trabajo como crítico son sus Curiosidades estéticas, recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que El arte romántico (1868), obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria. Fue además pionero en el campo de la crítica musical (…) En literatura, los autores E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe, del que realizó numerosas traducciones (todavía las únicas existentes en francés), alcanzaban, también según Baudelaire, esta síntesis vanguardista; la misma que persiguió él mismo en La Fanfarlo (1847), su única novela, y en sus distintos esbozos de obras teatrales (…) La publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica que se creó en torno a su persona.

El 30 de diciembre de 1856, Baudelaire había vendido al editor Poulet-Malassis un conjunto de poemas, trabajados minuciosamente durante ocho años, bajo el título de Las flores del mal, que constituyó su principal obra y marcó un hito en la poesía francesa. El poemario se presentó el 25 de junio de 1857 y provocó escándalo entre algunos críticos (…) Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen ni la multa de trescientos francos que le fue impuesta impidieron la reedición de la obra en 1861 (…) Pronunció una serie de conferencias en Bélgica (1864), adonde viajó con la intención de publicar sus obras completas, aunque el proyecto naufragó muy pronto por falta de editor, lo que lo desanimó sensiblemente en los meses siguientes. La sífilis que padecía le causó un primer conato de parálisis (1865), y los síntomas de afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia en marzo de 1866. Trasladado urgentemente por su madre a una clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su fallecimiento, en agosto del año siguiente”. (Fragmentos de Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Charles Baudelaire. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea).