(Primera Parte)
Fue en la edición del pasado domingo, que dábamos cuenta de los libros publicados por autores salteños durante este año 2020 tan particular. Entregamos a continuación, a modo de repaso, una breve reseña de algunos de ellos, prometiendo una segunda parte para próximos días.
LEONARDO GARET:
Tres libros publicó Garet este año: «Entre la noche y el luminoso mar» (poemas), «Una vara de almendro» (narrativa) y «Quiroga – Estudios reunidos» (ensayos).
«Entre la noche y el luminoso mar»: Garet reaparece esta vez con veinte poemas, como los veinte de Neruda pero con más temas que el amor, y con más carga metafísica también. Y los reúne «Entre la noche y el luminoso mar». Con la novedad además, o consolidación en realidad (porque ya había publicado Otro resplandor, de Ricardo Pallares) de «Publicaciones LA CASA DEL RÍO», donde es también Garet el que habita, dirige y ordena las cosas. Desde la primera lectura, descubrimos en el libro un perfecto equilibrio entre un lenguaje verdaderamente poético y una sencillez expresiva como rara vez había amalgamado Garet en todo un conjunto de poemas. Todo envuelto en un ritmo acertadamente sostenido. Pero, quien mejor define estos rasgos es Juan de Marsilio, cuando sobre el final del prólogo escribe: «Garet halla el punto exacto del lenguaje, que es llano sin ser vulgar ni obvio, que es elegante, pero nunca trata de deslumbrarnos con trucos de malabarista. Este poeta tiene muy claro que el verso libre requiere una discreta pero afinada musicalidad».
«Una vara de almendro»: Ilustrado en tapa y páginas interiores por el artista español Eloy Santos (también poeta), «Una vara de almendro» está formado por 77 textos de variada extensión –breve en general- donde la prosa por momentos se vuelve claramente poética y, a veces, al mismo tiempo como desprendida de una alucinación que pretende narrarse antes que se pierda. Son hechos que ocurren fugazmente, aunque solo en apariencia, porque cada uno plantea un tema hondo y de larga meditación, donde lo espiritual y hasta mítico, lo sobrenatural, y por sobre todas las cosas lo metafísico ocupan un protagonismo total que gana todo el libro.
«Quiroga – Estudios reunidos»: Como lo anuncia su título, reúne la producción gestada por Garet sobre este tema a lo largo del tiempo. Pero en muchos casos, hay una clara reelaboración de los textos, producto de las permanentes actualizaciones del conocimiento que el vasto mundo quiroguiano exige en quien lo estudia. Se lee en contratapa que el libro «es el resultado de la reunión y rescritura de libros y de prólogos sobre Horacio Quiroga que Leonardo Garet realizó desde 1978, fecha de su primer libro sobre el tema. Contiene abordajes de la obra en su conjunto así como enfoques de libros y cuentos en particular. Intentos todos de entender a uno de los grandes de la literatura americana del siglo XX».
PABLO MÁRQUEZ
Profesor de Literatura e Historia, Pablo Márquez dio a conocer este año su primer libro: «Muelle Negro», poemas. De él ha dicho el escritor Jorge Menoni: «Podría decir que ha puesto la poesía al requerimiento de su tierra, es un poeta inmerso en la sociedad y sus vacíos y su devenir muchas veces absurdos y otros desvaneciendo y sin embargo no pierde su alma ni su humanidad para describir tanto lo bello como lo terrible. Es un poeta que piensa pero que también siente y recuerda y es cuidadoso y laberíntico con la palabra. Su tema es la acción, con la que va develando el carácter de sí mismo y los fantasmas que lo habitan y su entorno vivencial donde el amor, ya sea la mujer amada, la mujer deseada, o la nostalgia de la fragilidad del amor le permite desnudar a sus personajes y a la propia vida».
ÁLVARO DOS SANTOS
Particularmente fructífero fue el 2020 para Álvaro Dos Santos Franco Fraguas, que dio a conocer dos libros: «Clases» (único y extenso poema) y «La originalidad poética del Libro de Buen Amor y algunas de sus fuentes clásicas» (ensayo literario).
«Clases»: Escrito hace muchos años y jamás publicado hasta ahora Clases es un poema que pretende ser singular. Se trata de una especie de narración mental llevada a cabo por alguien que, a los dieciocho años, arriba a la gran ciudad dispuesto a estudiar una Licenciatura y lo hace hasta el momento mismo de titularse. El innominado narrador-personaje va contando sus vivencias, experiencias, emociones, sentimientos y demás a través de diferentes bloques poéticos (numerados con cifras romanas) que son autónomos unos de otros, pero siempre el hilo conductor del poema, o sea los estudios del protagonista, se conserva. El personaje, entonces, va desenvolviendo, su discurso a menudo con el lenguaje poético de la ensoñación. El autor utiliza diversos tipos de vocabularios o repertorios de palabras a los efectos de enriquecer, en el plano lingüístico, la obra.
«La originalidad poética del Libro de Buen Amor y algunas de sus fuentes clásicas»: escrito en el siglo XIV por el clérigo Juan Ruiz (Arcipreste de Hita) el Libro de Buen Amor es un poema fundamental dentro de la literatura española. Pululan en él tanto los argumentos inverosímiles, el sarcasmo y una visión festiva de la vida como la particular fe religiosa del poeta, los amoríos fracasados y la heterogeneidad de planos poéticos presentados. El autor de este estudio examina primero la genuina originalidad de la obra y luego aborda algunas fuentes clásicas presentes en ella, deteniéndose, sobre todo, en ciertos «enxiemplos» (apólogos o fábulas) a los que recurre Juan Ruiz y que tienen un claro eco de los fabulistas antiguos Esopo y Fedro.
MA. JOAQUINA DUARTE
El libro de María Joaquina Duarte, al que ella califica como «libro testimonial», se llama «Generación 63» y habla del Liceo N°3, de la Zona Este, especialmente de aquellos primeros tiempos de vida, en torno al año 1963.
«Generación 63»: Palabras de la autora: «Como estudiantes fundadores de aquel liceo, un granero, muy modesto, después reciclado y donde ahora está el Salto Shopping, vivimos años maravillosos, y entendí que todo lo que habíamos vivido tenía que escribirlo y publicarlo, entendí que se tenía que saber. Entonces empecé a preguntar, porque la memoria borra algunas cosas; lo que sí quedó muy grabado en la memoria y en el corazón es la figura del Director Juan Herrmann, que fue mucho más que un educador, con una figura paternalista asombrosa, nos conocía a todos».
