Fue en el año 2012, hace exactamente 10 años que EL PUEBLO repasaba la visión que tenía sobre los músicos salteños el historiador Aníbal Barrios Pin-tos (fallecido en 2011) en su libro “De tierra adentro”, que dejara inédito y fuera publicado precisamente en 2012. Comentábamos entonces:
Para comenzar esta sección el autor destaca a un director de banda, Gerardo Metallo, de quien dice que estuvo radicado en Salto a fines del si-glo XIX y condujo la “Banda del Cuarto de Cazadores”. Del mismo siglo menciona entre los músicos extranjeros radicados en nuestra ciudad a Emeterio Lizarralde: “notable violinista español que había sido discípulo aventajado del insigne músico Pablo Sarasate”.
Un párrafo también merece otro español: Marcelino Diez Plaza, quien “fundó en octubre de 1899 y dirigió el prestigioso establecimiento Liceo Eslava, constituido para el fomento de la música entre las mujeres salteñas”.

Aparece luego mencionado Luis Pasquet (1882-1940). Barrios Pintos lo destaca como primer gran maestro de guitarra que tuvo Salto, y como “autor de estilos y tristes, de varias obras de carácter di-dáctico y de una obra inspirada en un arroyo salteño bordeado de ceibos, Pasando el Ceibal”.
Un espacio algo mayor se dedica a Juan Bauer (Firpito) y a Ramón Gómez Cruz. Del primero se lee: “pianista compositor, fue una exitosa figura del tango. Nació en Salto el 21 de noviembre de 1897 y falleció en Montevideo el 13 de setiembre de 1952. En 1920 registra sus primeras actuaciones junto al violinista Roberto Zerrillo…”. De Gómez Cruz apunta: “músico, narrador y poeta, nació en Salto el 18 de mayo de 1918 y a los diez años inició sus estu-dios de guitarra con Luis Pasquet. Luego de ofrecer conciertos en el Ateneo salteño, en 1944 y en 1947, en 1949 dio a conocer Danza Exótica, que le otorgó popularidad. En 1948, junto con otros aficionados fundó el centro guitarrístico “Luis Pasquet” en ho-menaje a su maestro”.
Seguidamente, en un mismo párrafo se menciona a Enrique L. Echevarría, “concertista de gui-tarra, ha sido también luthier prestigioso”; y a Carmen Torraza de Zino, “profesora de guitarra, formó parte del grupo de Olga Pierri”.
Dos párrafos luego son para Santiago Baranda Reyes, nacido en Salto el 5 de mayo de 1910, aun-que “fue trasladado de muy corta edad a Montevideo”. En la capital realizó estudios musicales con destacadísimos maestros como Guilermo
Kolischer. Fue primero concertista y se destacó más adelante como compositor y docente. Falleció en Montevideo en 1982.
A quien más líneas dedica Barrios Pintos es a Jaurés Lamarque Pons, que ocupa entonces el centro de la sección. Nació en Salto el 6 de mayo de 1917 y falleció el 11 de junio de 1982. Se detalla su trayectoria desde sus iniciales estudios de violín en Salto con Egidio Monetti, pasando por su formación en la capital, sus trabajos vinculados a la música y su consagración. Tomando palabras de Roberto Lagarmilla, se lo destaca como el músico salteño que “adquiere un acento nacional…con giros me-lódicos y fulguraciones rítmicas procedentes de la urbe”. También se señala su faceta de escritor y se recuerda que es el autor de la música de un Himno a Salto, con letra de Julio Garet Mas. “Desde marzo de 1997 una senda peatonal del Prado capitalino lleva su nombre”, concluye Barrios Pintos. Inmediatamente la nota pasa a referirse a un músico contemporáneo, joven: Leandro Mar-ziotte, salteño nacido en 1983, que “ha triunfa-do en el año 2010 en Europa”. Se detallan sus estudios en la Escuela Universitaria de Música (tanto en la salteña como en la montevideana) y luego sus estudios y presentaciones en España y otros países europeos.
Varias líneas también ocupa la figura de Víctor Rolando Lima. Además de referirse a sus permanentes viajes y nombrar algunas obras, tanto musicales como literarias, dice Barrios Pintos: “Comenzó componiendo zambas y chacareras, y posteriormente polcas, milongas y candombes y alguna canción con ritmo de vals, alcanzando a ser uno de los creadores mayores de canciones de Canto Popular Uruguayo”. Casi en el final de la sección aparece destacado un grupo de músicos integrado por Juan Car-los Espinosa, Pablo Iribarne, Víctor Umpiérrez, Alejandro Grunning, Sergio Caram, Juan Carlos Emmenegger y Nelly María Mora (Nelly Amor), aunque a esta última se dedica algunas líneas más que a los anteriores.
Se cierra el trabajo con Andrés Stagnaro, de quien se comenta su trayectoria dentro y fuera del país; “ha ejecutado guitarra y armónica en el género balada, interpretando temas de su autoría y musicalizando letras de poetas uruguayos contemporáneos…”, dice el autor. Ahora, diez años después, ¿a quién o quiénes agregaríamos? Usted, estimado lector, tiene la palabra.