Realmente son muchos los casos de gripe que se están dando en los últimos días, lo que se nota en la reducción de alumnos en las clases, de empleados en distintos lugares de trabajo, etc. Es algo propio de los primeros fríos. Pero también es cierto lo que comentaba ayer una funcionaria de la salud: “el frío no termina nunca de afirmarse, y eso es lo peor que hay para las enfermedades respiratorias”.
Daba el ejemplo de lo que fue ayer lunes: “Fíjese que a eso de las 7 de la mañana hacía un frío que había que salir de buzo y campera, pero pasado el mediodía la gente ya andaba de manga corta, eso sumado la humedad es terrible”.
En más de una ocasión hablamos de la gente en situación de calle que todos los días, sin excepción, amanece durmiendo en el hall de ingreso a una institución religiosa de la Zona Este, cercana al club Ferrocarril. Pues estos días hubo un cambio: se colocó rejas en el frente.
Lo mismo está ocurriendo prácticamente en todas las casas que tienen hall. La reja ha sido la única solución para evitar que personas entren a pernoctar. Sucede que el problema de la limpieza suele ser complicado, es decir, el estado en que muchas veces dejan el lugar. Y la seguridad también.
A propósito… “Ojalá este invierno no se vea tanta gente durmiendo en las calles”, nos decía ayer una lectora. Ojalá.
