Transitar por Salto no es fácil; falta de señalizaciones y el mal estado de muchas de sus calles, no generan las mejores condiciones para la circulación, lo cual no es novedad.
Existen aún, vías puntuales de la ciudad que mantienen el adoquinado original, hecho que es muy apreciado por los salteños, pues retrotraen a otros tiempos, y forman parte del acervo cultural de la comunidad. De eso, nada que decir.
Lo que sí debería tratarse, es el estado en el que se encuentran dichas arterias, específicamente las céntricas, que constituyen un verdadero maltrato a los vehículos que por ellas pasan a diario, amén de una fea visual, innecesaria.
No sería bueno quitarlas -como sucedió en calle 18 de Julio-, donde, si bien se hizo un espectacular trabajo, le sacó ese no sé qué nostálgico de la zona. Pero claro, tampoco se sabe a ciencia cierta si existen posibilidades factibles de mantenerlas y cuál sería su costo, porque no es cuestión de arreglar algo que luego quede abandonado y sin seguimiento de cuidados que, a la larga, cueste más.
De cualquier manera -pues la cuestión será resuelta (o no) por parte de las autoridades- lo importante es lograr la supervivencia de un legado histórico, con su mejor utilización.
