Un estudio del Observatorio Económico de la UCU revela amplias diferencias de precios entre ciudades fronterizas, que afectan el consumo, la economía local y la vida cotidiana.
“En abril de 2025, los productos fueron, en promedio, un 77,64% más caros en Artigas que en Quaraí.”
(Fuente: Observatorio Económico de la UCU)
Entre dos monedas: una mirada comparada a los precios en la frontera de Uruguay con Brasil y Argentina
Vivir en la frontera no es solo una cuestión de ubicación geográfica: es una experiencia económica marcada por contrastes que definen las decisiones cotidianas. ¿Dónde conviene hacer las compras? ¿Cuánto cuesta comer afuera? ¿Es más accesible llenar el carrito del supermercado en uno u otro lado de la línea internacional?
Con el objetivo de arrojar luz sobre esta realidad, el Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) presentó dos informes elaborados por las economistas María José Medin y Gimena Abreu. Los estudios comparan precios en ciudades limítrofes: por un lado, Artigas y Quaraí (Brasil); por otro, Salto y Concordia (Argentina). Ambos utilizan como herramienta el Indicador de Precios Frontera (IPF), que mide el costo de una misma canasta de consumo en ambas ciudades, tomando siempre como base las uruguayas.
Artigas y Quaraí: una brecha estructural
En abril de 2025, los productos relevados fueron, en promedio, un 77,64% más caros en Artigas que en Quaraí. Esta diferencia no es nueva: se ha mantenido en el tiempo y refleja una disparidad estructural. La canasta evaluada —compuesta por 57 productos— muestra diferencias extremas: el jabón de limpieza es un 282% más caro en Artigas, la pasta dental 275%, el papel higiénico 168% y el detergente 213%. Incluso una simple botella de agua en un restaurante puede costar 161% más.
La metodología del IPF contempla precios al contado en grandes superficies, ponderaciones basadas en la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos del INE y el tipo de cambio promedio mensual. Entre enero y abril de 2025, el real brasileño se devaluó un 3,9% y el dólar en Uruguay cayó un 3,2%, lo que agravó aún más las diferencias.
Solo tres productos de los 57 fueron más baratos en Artigas. Más del 60% presentó una diferencia de más del 50%.
Por rubros:
Alimentos y bebidas no alcohólicas: +87%
Productos del hogar: +108%
Cuidado personal y bienes diversos: superan el 100%
Vestimenta y calzado: +42% (menor en calzado deportivo)
Transporte: +16% (aunque sin subsidios, la nafta sería 54% más cara)
El incentivo económico para cruzar a Brasil a comprar es claro y continuo.
“En Salto, las comidas fuera del hogar son hasta 34% más caras que en Concordia.”
(Informe IPF, marzo 2025)
Salto y Concordia: brechas más moderadas, pero persistentes
En el litoral, la situación es menos extrema pero igualmente significativa. En marzo de 2025, la canasta de 60 productos fue un 24,3% más cara en Salto que en Concordia. Aunque la diferencia es menor que en el Norte, mantiene una estabilidad que preocupa.
Entre las causas se cuentan:
Inflación interanual del 65,9% en la Región Pampeana argentina
Suba del dólar paralelo: +2,4%
Caída del tipo de cambio en Uruguay: -3%
Alimentos y bebidas no alcohólicas, que representan casi la mitad del índice, fueron un 25% más caros en Salto. Las bebidas alcohólicas y el tabaco se encarecieron un 61% en promedio. Ejemplos dispares: el whisky puede costar menos en Uruguay, pero cerveza y vino hasta 237% más.
En vestimenta, Salto fue más competitivo: hasta -27%. También hubo excepciones en transporte, como las cubiertas.
No obstante, en comidas fuera del hogar, todo es más caro en Salto:
Agua embotellada: +11%
Pizzas: +34%
Hamburguesas: +19%
En bienes diversos, el desodorante cuesta 96% más y el shampoo, 72%.
Una vida entre precios cruzados
Estas cifras no son solo estadísticas: son decisiones diarias. Familias que cruzan la frontera para llenar la despensa o cargar nafta, comercios que compiten con precios del otro lado, y una economía informal que se nutre de las brechas.
En definitiva, el IPF permite visibilizar realidades muchas veces ausentes en el debate público. Mientras Artigas muestra una diferencia estructural con Quaraí, Salto enfrenta una brecha más moderada con Concordia, pero que también condiciona el consumo.
Vivir en la frontera es habitar entre dos monedas, dos economías y dos lógicas de precios. Para muchas personas, esa línea que divide países no es solo una frontera: es el límite entre lo que pueden pagar y lo que no.
