En el marco de esta nueva etapa del diario El Pueblo , el testimonio de Susana Russo, integrante activa de UNI 3, refleja con claridad el valor humano y social que ha tenido este medio en su vinculación con las instituciones locales.
Desde su experiencia, Susana comparte no solo palabras de agradecimiento, sino una mirada cálida y sincera sobre el espíritu colaborativo que ha caracterizado al diario en su relación con la comunidad.
«Nosotros teníamos algo que hacer, lo llevábamos y ellas nos orientaban, todo ahí», recuerda Susana con ternura, refiriéndose al equipo de redacción y a la constante disponibilidad que encontró en cada paso dado por UNI 3. Más allá de la publicación de actividades, lo que subyace en su relato es un compromiso real y sostenido: un acompañamiento cercano que convirtió al diario en una herramienta esencial para dar visibilidad al trabajo colectivo y formativo que esta institución universitaria lleva adelante.
UNI 3, como tantas otras organizaciones sociales y educativas de Salto, encontró en El Pueblo un aliado incondicional , destacando la generosa disposición del equipo del diario para difundir las actividades y proyectos que surgían desde el movimiento universitario de adultos mayores. Esa apertura generó un ida y vuelta enriquecedor: el diario no solo difundía, también escuchaba y se integraba en la dinámica de las instituciones.
Para quienes integran espacios como UNI 3, que combinan formación continua, participación activa y compromiso con el desarrollo personal y colectivo, el respaldo comunicacional no es un detalle menor. La difusión de las actividades no solo asegura mayor convocatoria o reconocimiento externo, sino que valida el esfuerzo interno, da sentido a la tarea y la proyecta hacia la sociedad. En ese sentido, Susana no duda en calificar la labor del diario como un «servicio», un puente entre lo que sucede dentro de la institución y el afuera, entre la iniciativa ciudadana y el conocimiento público.
Además de su rol como integrante de UNI 3, Susana también habla como lectora habitual. «Hay momentos que me llevo todo el día leyéndolo», dice, haciendo evidente su vínculo afectivo con el medio, al que valora no solo por mantenerla informada, sino por su línea editorial respetuosa, plural y centrada en el interés común. «Yo lo siento neutral», afirma al hablar de la postura del diario frente a los temas políticos, subrayando que su experiencia como lectora ha sido siempre de respeto y libertad.
El testimonio se cierra con un gesto de gratitud hacia quienes, desde el diario, hicieron posible este acompañamiento. En particular, Susana dedica unas palabras afectuosas a Adriana, integrante del equipo de redacción, agradeciéndole su calidez y su presencia constante. «Siempre nos recibe con mucho cariño», dice, sintetizando en una frase sencilla lo que ha sido un vínculo fecundo y generoso.
En tiempos en los que los medios atraviesan transformaciones profundas, este tipo de relatos refuerza una idea clave: el periodismo local, cuando se compromete con su gente, se transforma en un motor de cohesión social. El Pueblo no solo ha informado, ha estado presente. Ha sido parte. Ha colaborado. Y en la voz de Susana, se escucha también la voz de tantas otras instituciones que, a lo largo del tiempo, han encontrado en estas páginas un espacio de encuentro y pertenencia.
