back to top
15.5 C
Salto
viernes, marzo 14, 2025
EL PUEBLO
Columnas De Opinión

Arturo Fajardo, Obispo de la Diócesis de Salto

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/ukj2

En todos lados hay esfuerzos de creyentes y no creyentes donde lo importante es sumar en la búsqueda de la felicidad común”

Mientras que el 2024 ha sido un año muy intenso para los uruguayos, el 2025 nos encontrará enfrentando nuevos desafíos. Para conocer la visión de la Iglesia Católica, EL PUEBLO dialogó con Monseñor Arturo Fajardo, Obispo de la Diócesis de Salto y Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay.

– ¿Qué puede decirnos de este año que está terminando?

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles

– Fue un año intenso para la comunidad católica y también para el país por el tema electoral y todo lo que eso supone. Traía a esta charla para regalarte el documento que entregamos a todos los presidenciables, donde estuvo el Presidente Electo, que lleva por título “Libertad, justicia y compasión en el alma de nuestro pueblo”, que marcan las aspiraciones y la mirada pastoral que hacía la Iglesia sobre la situación del país con las grandes dificultades que todos tenemos, como es el tema de la educación, de la violencia, de los consumos problemáticos y lo que eso supone. Lo que uno ve es una cierta fragmentación en la sociedad, y plantea la necesidad de generar puentes y políticas de Estado, más allá de quién gobierne, son los grandes desafíos que tenemos como país, atender situaciones de tantas personas que viven con problema de vivienda, de trabajo, sobre todo en el litoral que ha estado muy afectado por la frontera. Hay informes de la Universidad Católica que indican que hay un emparejamiento de los precios de Argentina y Uruguay, pero ahora se complica un poco del lado de Brasil. Así que esos son como los grandes desafíos que tendrá que enfrentar el nuevo gobierno en la búsqueda de la felicidad común.

– ¿Y qué hay por delante?

– Desde el punto de vista eclesial, nosotros iniciamos el año Jubilar, que lo inició el Papa en la Misa de Nochebuena. Nosotros iniciaremos acá en la Catedral en las primeras vísperas de este domingo 29 (hoy). También para nosotros se cumplen 150 años de la consagración de Uruguay al Sagrado Corazón, que el Cerrito de la Victoria fue la piedra fundamental del santuario de donde se ve todo Montevideo. También este año que viene se cumplirán los 200 años de la independencia en Florida que para la Iglesia de Uruguay tenemos el inicio de la devoción a la Virgen de los Treinta y Tres, porque allí el Padre Larrobla, que fue el Presidente de la Asamblea Representativa de los Pueblos Orientales, que al final de la firma de los Decretos de agosto de 1825 fueron a la Capilla pidiendo la ayuda del Señor frente a la imagen de la Virgen, que luego se comenzó a llamar Virgen de los Treinta y Tres. Así que esos son un poco los grandes desafíos para la Iglesia que peregrina en Uruguay y para el país en su conjunto.

– Para que vea que leo la información que me manda, el año que viene también se cumplen 1700 años del Concilio de Nicea, ¿qué importancia tiene esa celebración?

– Allí se produce el tema de la encarnación del verbo, que es lo que estamos celebrando, que en Jesucristo descubrimos el rostro humano de Dios y el rostro Divino del Hombre, fue la gran definición del Concilio. Va a haber un encuentro ecuménico de todos los cristianos, de las Iglesias Evangélicas y de la Iglesia Ortodoxa, la idea es que el Papa pueda visitar Nicea el año que viene. Esas son de las grandes motivaciones que tenemos para este Año Jubilar, que tiene como lema Peregrinos de la Esperanza, que es una necesidad de un mundo herido por la guerra, justo en la tierra de Jesús, también Ucrania, pero también hay otros lugares, como Haití, cuya situación es desesperante. De la violencia que existe el Papa propone la búsqueda de la Paz. Ha habido un aumento impresionante en los gastos de defensa de los grandes países, lo que supone un dinero que podría usarse para calmar el hambre y encontrar soluciones a situaciones muy complejas que viven nuestros pueblos, donde se pudiera solucionar temas como salud, educación, trabajo. El Jubileo tiene una finalidad social, su origen está en el Levítico 25 del Antiguo Testamento. Jubileo viene de la palabra de lo que hacían sonar los judíos que era como el cuerno de la cabra, que anunciaban el Año Jubilar, que era un año de perdón. También tenía una finalidad de que pudiera volver cada uno a su tierra, del perdón de las deudas, por eso también siempre se pide, y el Papa lo ha pedido ahora en el inicio del Jubileo, la condonación de las deudas de los países más pobres. El Jubileo anterior fue en el año 2000.

– ¿Por qué se produce el Jubileo cada 25 años?

– Se estableció cada 25 años por el Papa Bonifacio VIII allá por el 1300, que fue cuando se comenzó con lo del Año Jubilar, que era aprovechado para la reconciliación, de renovación espiritual, pero también con una fuerte finalidad social, que pareciera que se hubiese perdido un poco, porque se va mucho a lo espiritual sin tocar la vida, a las personas, el perdón de las deudas, de poder volver a las tierras que habían sido confiscadas en el pueblo de Israel. Cada tribu, de las 12, volvía a su tierra, algo de lo que estoy leyendo ahora de este libro que me parece muy interesante, “Jubileo, la nueva utopía del hoy de Jesús”, que va en la misma línea de la bienaventuranza, de la atención a los más pobres, los más necesitados y a los inmigrantes. El Papa habla también a los enfermos, a los presos, en algunos lugares se ha hecho la condonación de algunas condenas.

– ¿Qué expectativa tiene la Iglesia del nuevo gobierno que asumirá en nuestro país en el mes de marzo?

– Uno tiene la mejor expectativa y le deseo que le vaya bien al gobierno porque así le irá bien al país. Y en lo que podamos colaborar, que es un poco la idea, quedamos a las órdenes. La Iglesia lleva muchísimos proyectos, como por ejemplo, en la educación formal y no formal, en CAIF, Club de Niños, diferentes colaboraciones entre el Estado y la Iglesia. Nosotros por ejemplo aquí, tenemos varios CAIF. En Paysandú, que estuve visitando ahora, donde en una zona muy compleja está un colegio público pero de gestión privada gratuita, que se llama Francisco, donde hay un esfuerzo grande para darle una oportunidad a través de una educación de calidad a gurises que se encuentran en situaciones críticas para que luego puedan encontrar alguna salida laboral. Después está también el trabajo a nivel de cárceles y la colaboración a través de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas.

Yo estoy terminando como Presidente de la Conferencia Episcopal, y hemos tenido encuentros con el PIT CNT, con los que están trabajando el tema de la búsqueda de los desaparecidos, con Perciballe. Y colaboraremos en todo lo que se pueda, en lo social que es propio del Evangelio, no es un tema para nosotros de estrategia sino de la necesidad de lo que hizo Jesús, que también tiene que ver con lo del Jubileo, cuando en el capítulo 4 cuando Jesús inicia la predicación en la Sinagoga de Jerusalén, dice que viene a anunciar la liberación de los pobres, podemos tomar ese texto en la aplicación en el hoy. Así que el deseo que al país le vaya bien es propio de todos los uruguayos, pero sobre todo, que haya políticas de Estado, que todo no comience con un gobierno. Algunos políticos han propuesto establecer en dos o en cuatro temas como salud, educación, trabajo, seguridad, pobreza infantil, que es un tema terrible.

– ¿Cuál fue este año el mensaje navideño?

– Yo usé cuatro Palabras. Levantar la mirada, porque a veces miramos un poco lo cortito y tenemos que mirar el conjunto. Preparar el camino, es la otra Palabra. Salir al encuentro y Compartir la alegría, esas fueron las cuatro Palabras que usé para el mensaje. Reconocer que la Navidad expresa el sentido más profundo, el sentido de la familia, de la atención a los más pequeños porque es un Dios que se hace niño. Tan profundamente humano decía un teólogo, solo puede ser divino. Y nosotros creemos que en el Misterio de la Navidad se expresa el centro del Evangelio, en Jesucristo, aquel que trabajó con manos de Hombre, pensó y amó con inteligencia de Hombre, es el que revela el misterio que llevamos dentro. Entonces, creemos que el misterio de la vida humana siempre se esclarece a la luz del misterio de Cristo, ese es el centro de la fe y de la Navidad.

– Estamos a pocos días del cambio de año, ¿qué mensaje desea dirigir a los salteños?

– Peregrino de la esperanza, sería. La esperanza es mucho más que el optimismo. Decimos que la esperanza no defrauda, y la esperanza para los cristianos es Cristo. Por eso digo que más allá de las dificultades, las pruebas, los conflictos familiares, sociales, sindicales, políticos, tenemos que mirar con esperanza. El título de este libro que tengo, “el Jubileo, la nueva utopía del hoy de Jesús”, en esa actualización, en ese presente continuo que es el Evangelio, no es una cosa que pasó sino que se sigue actualizando permanentemente. Que podamos redescubrir la alegría de la vida, que como dice aquella hermosa película de Benigni, “La vida es bella”, porque a pesar de todo, la vida vale la pena. Incluso en el campo de concentración, porque en lo peor se puede encontrar lo mejor, es una película que me impactó siempre. Lo dice también un psiquiatra vienés, Viktor Frankl, que dice que uno no puede elegir lo que le toca, pero siempre va a poder elegir cómo va a vivir lo que le toca, esa libertad nunca la perdemos, ni en los peores momentos.

Entonces, en un país donde a veces hay situaciones tan complejas, donde uno ve el suicidio de adolescentes, la pérdida del sentido de la vida, tantas situaciones que podamos descubrir la belleza y el sentido de la vida. Cuando veo a los jóvenes en una misión, me entusiasma porque los veo con esa capacidad de donación y cuando hay una propuesta de ver cómo salen adelante, cómo trabajan en los voluntariados, tantas situaciones que uno dice que hay mucha cosa linda y buena, en todos lados hay esfuerzos de creyentes y no creyentes donde lo importante es sumar en la búsqueda de la felicidad común, como aquello de Artigas de “que los más infelices sean los más privilegiados”.

—————————————

PERFIL DE ARTURO FAJARDO

Nació en Aiguá, departamento de Maldonado.

Es hincha de Peñarol.

¿Una comida? El asado, “soy buen asador, además”, acota.

¿Un libro? La Biblia y El Quijote.

¿Una película? La vida es bella y El viaje hacia el mar.

¿Un hobby? La lectura y caminar.

¿Qué música escucha? Me gusta mucho el folklore, “me crie en el campo, todo lo rural me pega mucho, pero también me gusta el rock uruguayo. Pero cuando estudio y trabajo escucho música clásica, que me ayuda a concentrarme”.

¿Qué le gusta de la gente? La solidaridad y aquellos que buscan ayudar, que siempre están en positivo.

¿Qué no le gusta de la gente? La hipocresía de decir determinada cosa dependiendo de dónde esté, no actuando como realmente es.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/ukj2