«Cuando ves que ya no sos el mismo que el transcurso de los años y los combates dejan su huella. Se siente un vacío que a la vez me enorgullece cuando miras hacia atrás.

Y no fue poco lo logrado por este gurí de barrio que se crió trabajando en una chacra y alimentó su sueño con una ilusión de triunfar en el deporte. Que con el pasar de los años el sacrificio se va transformando en realidad, capaz para muchos fue poco, para mi fue mi vida, una vida dentro de un cuadrilátero que hoy con lágrimas en mis ojos, tengo que dar ese paso al costado que pensé nunca llegaría. Me duele pensar pero me llena de satisfacción saber que gane el título del mundo más grande que cualquier deportista puede obtener: el reconocimiento de la gente».
(La decisión asumida por RAFAEL SOSA PINTOS. La conclusión de su trayectoria como boxeador. ¿Cuántos años y cuántos sueños y alcances?
Claramente: ¡se queda en la historia).