Todos los 7 de agosto se celebra el Día de San Cayetano, el patrón al que los fieles le piden pan y trabajo. La vida de este Santo se caracterizó por ayudar al prójimo, por su entrega a las personas más necesitadas y, sobre todo, se destacó por su manera austera de vivir, entregando todo lo que tenía.
El origen de esta celebración se remonta al 7 de agosto de 1547, el día de la muerte de San Cayetano. El presbítero italiano nació en el seno de una familia acomodada, pero desde joven supo que su objetivo era ayudar y servir a los demás. En efecto, todo los ajeno a esto, era algo superfluo y no necesario para poder vivir en plenitud.
San Cayetano fue hijo de los condes de Thiene, su padre, el Conde Gaspar de Thiene y su madre María di Porto, y estudió derecho en la Universidad de Padua. Recién terminada la carrera fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma y, a partir de ese momento, comenzó una vida de reflexión y filosofía.
Fue el creador de la asociación «Del amor divino», cuyo objetivo era enseñar a los socios a llevar una vida de ayuda a los demás, sobre todo hacia las personas enfermas y a todas aquellas que no se valían por sí mismas. Luego, en Venecia, creó un hospital para los enfermos terminales que sin tener ningún tipo de esperanza de vida, los cuidaba hasta el final de sus días.
A lo largo del tiempo se desprendió de todos sus bienes entregándoselo a los más pobres y no quiso ningún tipo de reconocimiento ni de honores, cuando miles y miles de personas lo estaban pasando muy mal. San Cayetano fue un convencido de que la Iglesia debía servir a los más pobres y que el clero debía, tenía como objetivo renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes

Capilla San Cayetano
El domingo todo el día abierto el predio y el santuario.
Se celebrará Misa a las 09.00, a las 11.00 y a las 16.00.
Cuál fue el primer milagro de San Cayetano
El primer milagro de San Cayetano ocurrió en Venecia, mientras visitaba un hospital en el que había una joven a la que le estaban por amputar una pierna debido a la gangrena que padecía. Cuentan que Cayetano se acercó a su cama, le sacó la venda, le besó la pierna e hizo la señal de la cruz. Al día siguiente, cuando los médicos se disponían a realizarle la operación, descubrieron que la mujer estaba curada.La historia del Santo también cuenta que, en épocas de sequía, un campesino le pidió a San Cayetano que interceda por la falta de agua y, a modo de agradecimiento, le dejó una espiga de trigo a los pies de su imagen. Tres días después, llovió tanto que la ciudad se inundó. Cuatro décadas después, en plena crisis económica de 1930, un sacerdote llamó por teléfono a algunos fieles para aconsejarles que rezaran al Santo de la Providencia y gracias a esto muchos mejoraron su situación en la que vivían. Los comentarios de la gente, trasmitidos de boca en boca, fueron aumentando la devoción en ya consagrado Patrono que siendo noble y viendo la bastarda relación entre la corrupción y el poder, quiso vivir con total austeridad y ayudar a los más necesitados. Cayetano de Thiene fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII. Luego fue canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X, luego de examinar numerosos milagros. Es desde entonces que la Iglesia Católica lo reconoce como San Cayetano, santo de la Providencia, patrono del pan y del trabajo.
Oración San Cayetano
Dios de todo consuelo,
Padre misericordioso,
que ves en lo secreto
y conoces nuestras necesidades,
que alimentas a los pájaros del cielo
y vistes a los lirios del campo,
te pedimos, oh Señor nuestro,
por intercesión de San Cayetano,
que nos ayudes a vivir
siempre en tu amor y en el de
nuestros hermanos,
y así nos otorgues la gracia
de que no nos falte el pan
y el trabajo de cada día.
(Pedir la gracia que desea conseguir)
Rezar Padrenuestro, Avemaria y Gloria
Glorioso San Cayetano,
interceded por nosotros
ante la Divina Providencia.
Te lo pedimos por Nuestro Señor
Jesucristo tu Hijo, que vive y reina
Contigo, en unidad con el Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos.
Amén.