Sucedió el miércoles a la noche, cuando Nacional batió a Gladiador 3 a 2, para escalar en la tabla de posiciones y ponerse a tiro de Universitario. La conclusión del 1 a 0 en el primer tiempo, cuando Braian Rodríguez desniveló. Gladiador llegó al segundo gol en la recta final, con Franco Hernández para el 2 a 0. Pero un hecho fue puntual; cuando Carlos «Coti» Reguera rechazó el impacto de Braian Rodríguez. ¿Qué número de penal a la cuenta del arquero de Nacional? La intuición de Regueira tan saliente como siempre. A su manera.
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La noche fue especial para el equipo de Alejandro Torrens. La primera vez en que Nacional fue parte de una muestra en cancha, después de ser Campeón en la Divisional B del Campeonato del Interior.
En qué medida era capaz de ofrecer respuesta, y con una «caída de tensión o de afloje» que podía reportarse como cuestión lógica.
El ingreso al campo de juego del Dickinson. Los jugadores de Gladiador y ese «pasillo para que pase el rey».
El rey pasó y explotó en los 10 minutos finales. Matías Trindade primero, Enzo Zapata después y la zurda funcionando de Nicolás Arbiza, tras el primer desborde de Agustín Suárez. El «Tatu» fue clave y la fórmula simple: desborde por derecha y al medio, para que lleguen los que irían a resolver. Y resolvieron hasta alcanzar el 3 a 2 final.
Con 4 partidos jugados, Nacional llegó a 7 puntos. Universitario en la cima con 10 puntos y 4 partidos también, mientras Ferro Carril registra 4 unidades pero con 2 partidos menos. Es una tabla virtual.
Nacional vuelve a estar ahí. Va sacando el boleto de protagonista, como su propia lógica manda. Su entendible lógica.
