Porque Gladiador tiene eso. Es porfiado. No se banca la espera.
No admite mucho el arte de la especulación. Sale, se propone y va.
Es el sentir de su búsqueda. Por eso ganó. Porque además, expuso la razón de un aspecto no menor: LA PERSONALIDAD PARA LOCALIZAR LA HUELLA OFENSIVA.
Por ahí había que pasar y pasó. Entonces, por más que fue 3 a 2, por ese descuento de Gaite en el segundo minuto adicionado, no se podría renunciar a la conclusión vital: el compamiento del que hizo gala en los tiempos claves del partido. Porque los partidos tiene eso: tiempos claves. Copó la pelota, el trámite, desde lo técnico a lo táctico. Copamiento de intención, de razones a la hora de ir progresando y descomponiendo el fondo de Salto Nuevo.
Ya en los 44′ del primer tiempo, cuando la pelota aterrizó en el área y Mauricio Trinidad mandó de cabeza a las piolas. Cuesta reconocerle a Salto Nuevo alguna situación más o menos bien elaborada en los 45′ de arranque. Lo ahogó el anticipo de Gladiador. Se bloqueó con facilidad extrema y la pelota no le llegó nunca a Maicol Trindade, incluso con José González distante en la influencia. Y por más que desde Madruga apareció alguna brújula, la verdad sea dicha: Salto Nuevo no ocultó la ausencia de Camargo. El poder de esa ausencia.
NO SOLO LA SENSACIÓN: TAMBIÉN SER
Al partido nunca le faltó dinámica. La tuvo. A veces, turbulencia que se hizo confusión.
Aún en medio de esas imperfecciones que dos por tres golpeó la puerta y entró, Gladiador fue tanto más que una sensación de superioridad: lo fue en la esencia.
En la partida, la construcción y la llegada.

Claro, que Salto Nuevo no dejará de tener el corazón bien puesto. Por eso en los 16′ de la recta final, el corazón de todos para ganar el espacio ofensivo y José Gómez quedarse con la última resolución para gritar el empate. Cuatro minutos después, Ángel Estévez metió un balazo y el «Chavo» Rodrigue evitó. Ya en el primer tiempo el ingreso de Otorgues por Bertoni. Y con Juan Pablo en la cancha, la porfiada búsqueda se fue alimentando, acentuando.
Miranda sacó a los zagueros rivales del fondo. Gladiador fortificó ese copamiento real. Y en los 29′, el remate de Da Silva bien contra el palo y al gol. El 2 a 1. Hasta el turno de Rodrigo Izaguirre. La magia de lo simple, control de pelota, espacio para producir y remate para herirlo por tercera vez a Salto Nuevo.
Fue el efecto de una inyección letal.
Salto Nuevo concluyó en medio de aventuras individuales, al margen de la mecánica de funcionamiento. Gaite localizó el descuento. Pero ya la historia escribía el final con sentencia incluída. Al fin de cuentas, el porfiado sentir de una búsqueda.
Eso que fue Gladiador. Eso.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
DETALLES:
Campo de juego: Parque Ernesto Dickinson.
Partido correspondiente a la 1ª fecha de la tercera rueda. Divisional «A».
Árbitro central: José Gabriel de los Santos (Bien).
Asistentes: Pablo Ariel Almirón y Marcelo Fabián Díaz
Entradas vendidas: 1.124.
Recaudación: $ 168.600 (no se tiene en cuenta las entradas que anticipadamente se vendieron).
GLADIADOR (3)-: Gastón Silveira, Milton Costa, Mauricio Trinidad, Gastón Ferreira ( Juan Gabriel De Los Santos), Ramón De Mora; Ángel Estevez, Rodrigo Izaguirre, Carlos Da Silva, Martín Silva (Sebastián Diaz), Leandro Bertoni (Juan Pablo Otorgués), Dany Miranda.
Director Técnico: Richard Albernaz.
SALTO NUEVO (2)- Cristian Rodríguez; Sebastián Herman, José Pedro Gómez, Facundo González, Brayan Almeida; José Cabrera (Estiven Panza), Cristian Madruga, Luis Domínguez (Ariel Gaite), José González, Maicol Trindade, Cristian Alvez (Nicolás Trindade).
Director Técnico: Federico Suárez
Goles: 44′ Mauricio Trinidad (G). Segundo tiempo: 16′ José Gómez (SN), 29′ Carlos Da Silva (G), 38′ Rodrigo Izaguirre (G), 47’Ariel Gaite (SN).
EL MEJOR DE LA CANCHA: Mauricio Trinidad-Ángel Estévez-Rodrigo Izaguirre.
EL MEJOR DE SALTO NUEVO: Cristian Rodríguez-Cristian Madruga.