María Teresa Prinzo de Faviannes, la mujer que despierta la poesía en Salto
Hay personas que pasan por la vida dejando huellas. Otras, como María Teresa Prinzo de Faviannes, no solo dejan huellas, trazan caminos.
Caminos de palabras, de voces que se despiertan, de silencios que se animan a decir su nombre. Caminos de poesía.
Con María Teresa uno no se encuentra, se reencuentra, como si cada charla hubiera quedado suspendida en el aire, esperando ser retomada. Presentaciones de libros, ferias, conciertos, exposiciones, concursos literarios, jornadas solidarias: ella siempre estaba. Siempre activa, vivaz, inquieta, luminosa. Uno llegaba como periodista, como curioso, como parte de la rueda cultural de Salto; pero ella llegaba como una fuerza natural la de quien vive para que la cultura no se adormezca.
CONVIRTIÓ LA POESÍA EN VECINDAD

Junto a don Ramón Gómez Cruz, María Teresa fue mucho más que una promotora cultural, fue una fundadora de voces creando una Asociación Literaria distinta y abarcativa. Con Perfiles de Salto despertó la poesía del barrio, la de los jóvenes, la de los niños, la de las amas de casa. Convocó la palabra donde parecía no haberla. Donde otros veían rutina, ella veía vetas poéticas. Donde otros veían oficio, ella encontraba imágenes. Donde otros veían timidez, ella adivinaba un poema todavía sin nombrar.
Así fue sumando al trabajador, al jubilado, al empresario, al profesional. A todos los persuadía de que alguna vez habían escrito un verso sin saberlo. Y si no lo habían hecho, ella los empujaba con una sonrisa firme, como quien sabe que el fuego existe aun antes de la chispa.
LA POETISA QUE NUNCA DEJÓ DE ESCRIBIR
Nunca dejó de escribir ella. Mientras alentaba a todos, cuidaba también su propia voz, siempre entre lo íntimo y lo social, entre la emoción y la mirada lúcida sobre el mundo. María Teresa escribía como vivía, con entrega. Como quien entiende que la palabra es un acto de amor, de memoria y de resistencia.
MÁS DE OCHO DÉCADAS Y NINGÚN CANSANCIO
Hoy, pasada largamente la frontera de los ochenta, María Teresa sigue desvelándose por la poesía. No la cansa, la sostiene. La poesía es su manera de seguir en movimiento cuando el mundo se empeña en frenarse. Es su forma de seguir encontrando a la gente, incluso en los años en los que los encuentros se vuelven más esporádicos.
Quizás hace tiempo que no la vemos, pero basta pronunciar su nombre para que vuelva algo de su energía contagiosa, aquella que, en cada actividad cultural, dejaba la sensación de que algo importante estaba ocurriendo, aunque fuera apenas un grupo de personas leyendo en voz alta lo que sentían.

UNA MUJER, UNA CIUDAD, UNA SEMILLA
En Salto, el rastro de María Teresa Prinzo de Faviannes no es un recuerdo, es un presente. Porque las semillas que plantó —las palabras que despertó, los miedos que desarmó, los versos que impulsó— siguen creciendo en quienes alguna vez se animaron a escribir gracias a ella.
La poesía, después de todo, es eso, una forma de permanecer.
Y María Teresa permanece.
HUBO UNA VEZ UN HOMENAJE….
Hubo una vez que el Departamento de Cultura de la Intendencia de Salto realizó el homenaje a cinco mujeres y a mi me tocó escribir sobre las cinco para que fuera leído cuando les fuera realizado el homenaje. Esto fue lo que escribí hace 14 años atrás sobre María teresa fue:
Maria Teresa Prinzo
El universo de las palabras caben en sus poemas
María Teresa Prinzo nació en Salto el 6 de abril de 1939. Desde niña descubrió que las palabras tienen magias, sonidos, fantasías, y que si se las combina, pueden transformar hasta el universo. Y el universo de las palabras cabe en un poema, María Teresa lo supo desde sus primeros versos con los que supo volar a recónditos lugares, por ignotos mundos y volver planeando en un paisaje, en el perfume de una flor, en el vuelo de un ave.
María Teresa concurrió a la Escuela Inmaculada Concepción y luego al Liceo Osimani y Llerena. Fue un tiempo de desplegar sus alas en versos, en historias breves, en sumergirse en el mundo de la literatura.
Después fue el tiempo del matrimonio, de la vida en pareja y la llegada de dos hijas, y con el tiempo llegaron los nietos.
Y como su matrimonio, sus hijas, sus nietos, le dieron felicidad, también sus poemas la colmaron de alegría, y vinieron los premios, los reconocimientos, las publicaciones.
Y algunos de sus más importantes galardones han sido:

1951 – Premio Poesía Radio El Mundo de Buenos Aires, Argentina
1988 – Participa en Antología de Autores Salteños
1989 – Participa en 2da. Antología de Autores Salteños
1990 – Premio de Poesía – Mendoza Argentina
1990 – Premio en Poesía Valparaíso, Chile
1990 – En Mendoza Argentina es designada Miembro de Honor y Representante de la Misma en su lugar de origen
1991 – Interviene en el libro “Mirando al mundo” en Italia con el escritor Otello Martinelli
1992 – Interviene en la tercera antología de autores salteños
1992 – Le entregan plaqueta “El Naranjo” Premio
1997 – Interviene En Antología Autores Internacionales editado en Río de Janeiro, Brasil
1997 – Premio en Poesía – Salzburgo Austria (Osterretch)
2000 – Es Co-fundadora del Centro Cultural Hotel Concordia por la Asociación Literaria Perfiles de Salto
2000 – Premio Poesía “Rocco Certo”, Sicilia Italia, Medalla de Oro.
Y los mencionados son una pequeña parte de los logros obtenidos. María Teresa impulsa la creación de la Asociación Literaria Perfíles de Salto, y a través de ella la publicación de libros, de revistas, de plaquetas literarias.
María Teresa, incentiva, anima, apoya a generaciones de jóvenes poetas, jóvenes narradores y por si fuera poco crea premios literarios para todas las edades, soñando cada vez en que aparezcan nuevos poetas, nuevos narradores.
Su espíritu, inquieto, generoso, la impulsa a proponer cada año nuevas cosas. Una prueba de ello fue el año anterior un certamen literario en sistema Braile para no vidente o personas de baja visión.
María Teresa, dueña de un corazón generoso, ha realizado en su vida muchas acciones solidarias en instituciones de servicio como el Club de Leones, impulsando la ayuda a los más necesitados.









