«En La última frontera», Luis Do Santos vuelve a poner en el centro al interior profundo del Uruguay, allí donde lo real y lo mítico conviven en un mismo latido. Pedro Serpa, cazador de lobizones y héroe improbable, se convierte en el espejo de un pueblo que dialoga con sus fantasmas, con el Estado y con la memoria colectiva de la frontera.
LA NOVELA Y SU ORIGEN
Publicado por primera vez en 2008 en Salto y reeditado hace pocos años, «La última frontera» nació de la pluma de Luis Do Santos (Calpica, Artigas, 1967), escritor radicado en Salto que ya había mostrado su capacidad de narrar el mundo fronterizo desde la poesía y el cuento. Su re-lectura actual rescata un texto que dialoga con el pasado y, al mismo tiempo, se renueva en la mirada de los lectores.
UN REALISMO MÁGICO CON RAÍZ EN LA FRONTERA
La novela cuenta la vida de Pedro Serpa, un hombre desmesurado que, al matar a un lobizón, inaugura su leyenda en Abaité, un caserío impreciso pero reconocible en el mapa afectivo de la frontera uruguayo-brasileña. Lo que podría ser una anécdota fantástica se transforma en la piedra angular de una narrativa mayor: la tensión entre lo popular y lo oficial, entre las voces orales y los documentos burocráticos, entre la comunidad y el Estado que irrumpe con sus definiciones rígidas de “nación” y “progreso”.
Do Santos recurre a un lenguaje que se mueve entre lo conciso y lo exuberante: silencios cargados de sentido, atmósferas opresivas y, a la vez, un vuelo poético que convierte lo cotidiano en prodigio. Su escritura se nutre del realismo mágico, pero lo hace desde una perspectiva terrenal, anclada en la memoria de los cañeros, las luchas obreras, el duelo y las soledades de los pueblos olvidados.
VOCES QUE DESBORDAN LOS LÍMITES
El narrador-investigador de La última frontera se interna en un coro polifónico: cartas, chismes, informes oficiales, recuerdos orales y artículos de prensa se entrecruzan para reconstruir la figura de Pedro Serpa. Ese entretejido revela que la frontera no es línea ni límite, sino un espacio vivo donde coexisten tiempos distintos: el del mito, el de la historia y el de la experiencia cotidiana.
Como señala la crítica, la obra dialoga con debates más amplios sobre nación y nacionalismo. En palabras de Benedict Anderson, las comunidades nacionales se sostienen en un tiempo homogéneo, pero en Abaité late otro pulso: el de la frontera como heterogeneidad, como resistencia a los relojes oficiales. Esa tensión se convierte en la verdadera materia poética de Do Santos.
EL ZAMBULLIDOR, FUE ANTES, PERO FUE DESPUÉS
Luis Do Santos ya había alcanzado repercusión internacional con El zambullidor (2017), traducido al portugués y al francés. Sin embargo, con la reedicion de La última frontera, el autor vuelve sobre sus raíces literarias y geográficas, o nosotros volvemos a encontrarlo en esa situación, porque si bien, el éxito de El Zambullidor llegó primero, la concepción de la última frontera fue muy anterior, simplemente que ahora se la reconoce.
GENERALIDADES CRÍTICAS
La historia es un verdadero placer de leer, según algunos críticos.
“Do Santos cabalga por momentos en una prosa concisa y austera, con una gran carga emocional a través de lo no dicho. Su enfoque se centra en el realismo mágico desde una perspectiva terrenal, donde la muerte, el luto y la soledad son temas recurrentes. No hay adornos innecesarios; la fuerza de la narración reside en la profundidad de sus personajes y en la capacidad de crear atmósferas opresivas o melancólicas. Muestra interés por los silencios del campo y las vidas de las personas olvidadas.
Pero de pronto, en algún giro a veces imperceptible, a veces suntuoso, este autor se inclina hacia un estilo más exuberante y detallado. Sus obras están llenas de descripciones ricas y coloridas, y el realismo mágico resulta una parte intrínseca de la trama, con eventos fantásticos presentados como algo cotidiano. La historia se desarrolla a través de leyendas familiares complejas, amores trágicos, personajes excéntricos y un sentido del tiempo no lineal. Este escritor utiliza un lenguaje poético para narrar historias sobre la memoria, la identidad y la historia de un pueblo”.
LA CONTUNDENCIA DE GUSTAVO ESPINOSA
El comentario de Gustavo Espinosa sobre “La última frontera”, conciso y agudo, que aclara con certeza al lector de que se trata la obra…
“Pedro Serpa es un sujeto exagerado. Tras matar un lobizón, inicia su peripecia como héroe primordial de Abaité, un pueblo exorbitado en los extremos de la última frontera. Después de librar a la comunidad de aquella amenaza mágica y horrible, Pedro Serpa y el pueblo en el que se arraiga se transforman en una especie de núcleo al cual confluyen aventuras y personajes desaforados, y desde el cual se irradian ciertas peripecias sorprendentes que, a veces, implican y determinan la historia del Uruguay. Se trata de un Uruguay intervenido por las fabulaciones del realismo mágico. Esta tradición ilustre de la narrativa americana, la de Rulfo y —sobre todo— la de García Márquez, es el hipotexto de La última frontera: no solo está en las invenciones, sino en el lenguaje desbordado y exacto de Do Santos.
La última frontera es anterior a El zambullidor, la exitosa irrupción de Do Santos en la literatura. Sin embargo, el lector no solo encontrará en esta novela —tenazmente reescrita— un embrión o una anticipación de la escritura singular que hizo conocer a su autor. También hay en estas páginas, entre tantas cosas, una imagen miserable y alucinada del Uruguay, que resulta más verosímil que el mito urbano de una Suiza del Sur” (Gustavo Espinosa).
EL AUTOR
“Luis Do Santos Ardohain (1967) nació en Calpica, pueblo de cañaverales ubicado a orillas del río Uruguay, en el departamento de Artigas. Es letrista de murgas y canciones, radicado desde hace muchos años en Salto. Autor de Tras la niebla, libro de cuentos y poesías, y La última frontera, novela editada en 2008 por la Intendencia de Salto y reeditada en 2020 por Fin de Siglo. Participó de las antologías Cuentos de boliche (1995), Cuentos criollos (1999), Cuentos de la Cooperativa Bancaria (2007) y Cuentos de la peste (Fin de Siglo, 2020).
La última frontera ganó una mención en los Premios Nacionales a las Letras del Ministerio de Educación y Cultura. El zambullidor obtuvo una mención de honor en la categoría Narrativa del concurso literario Juan Carlos Onetti y, luego de su lanzamiento en Uruguay, fue publicada en Brasil (O Mergulhador, 2020), Francia (L’enfant du fleuve, 2020) y España (2021). Esta novela ha sido ampliamente utilizada como texto de estudio en centros de Primaria, Secundaria y Formación Docente de todo el país”.
ESPEJO Y CONTRADICCIÓN
La última frontera no es solo una novela sobre un pueblo perdido en el mapa: es un espejo de la nación y de sus contradicciones, un testimonio de cómo lo oral, lo mítico y lo popular sobreviven a los decretos y a los tratados. En las páginas de Do Santos, la frontera no se clausura: se abre como territorio simbólico, donde la ficción expande los límites de lo real y nos recuerda que todo país se construye también con sus silencios, sus leyendas y sus héroes improbables.