El presidente de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande, ingeniero Gonzalo Casaravilla, brindó una extensa entrevista en Informativo Sarandí (Radio Sarandí 690AM) donde detalló la situación actual del organismo y los desafíos de su gestión. En un contexto de tensiones heredadas, Casaravilla destacó: “No encontré ninguna ilegalidad, encontré cosas que yo no haría”, en referencia a procedimientos y contrataciones de la administración anterior.
En cuanto a los polémicos ingresos de cargos de confianza, informó que de los 35 contratados durante la presidencia de Carlos Albisu, aún permanecen 28: “15 con contrato a término y 13 con contrato permanente en la CTM”, explicó. Además, señaló que “para cesarlos sería necesario un sumario”, lo que dificulta la reversión de ciertas designaciones.
El jerarca enfatizó que el objetivo de su administración es avanzar en la transparencia y en la renovación tecnológica de la represa, evitando el uso de Salto Grande como trampolín político: “Los trabajadores me cuentan que pasaron vergüenza en el 2023. Son buenos profesionales y un ejemplo de cómo ha funcionado la represa en los últimos 45 años”.
Respecto al uso de fondos destinados a responsabilidad social, advirtió que “hay una fundación muy conocida que recibió mucha plata y no sabemos bien por qué”. Si bien subrayó que no halló ilegalidades formales, cuestionó la opacidad en algunos contratos: “Se pagó plata y no sabemos qué se hizo. Tampoco podemos dedicar mucho tiempo a eso porque tenemos que trabajar en la renovación, estamos muy atrasados”.
Casaravilla explicó que la renovación completa de las 14 turbinas de la central demandará hasta el año 2046, con una inversión estimada en mil millones de dólares, financiada parcialmente con un préstamo del BID. “No es solo cambiar piezas, es asegurar que Salto Grande continúe siendo pilar de la matriz energética del país”, afirmó.
Sobre el impacto de proyectos como la planta de hidrógeno verde en Paysandú, aclaró que “no cambiará mucho el sistema eléctrico” de Uruguay, aunque valoró positivamente la inversión.
Finalmente, reiteró su compromiso con una gestión profesional y transparente: “Si en cinco años los trabajadores pueden salir a la calle con la frente en alto, y la renovación no se ha demorado más, habremos logrado nuestro objetivo”.