El ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, concluyó este lunes una etapa clave del juicio por la tentativa de golpe de Estado en Brasil.
Declararon, en audiencia pública, Jair Bolsonaro y otros cinco imputados, entre ellos altos excomandantes de las Fuerzas Armadas, como el almirante Almir Garnier y el general Augusto Heleno.
Las audiencias dejaron entrever contradicciones, silencios estratégicos y nuevas tensiones sobre lo que ocurrió entre noviembre de 2022 y enero de 2023.
GLOSARIO ÚTIL PARA LECTORES URUGUAYOS
- Supremo Tribunal Federal (STF): Corte Suprema de Brasil, equivalente a la Suprema Corte de Justicia de Uruguay.
- Procuraduría General de la República (PGR): órgano máximo del Ministerio Público en Brasil, similar a la Fiscalía General de la Nación en Uruguay.
- Minuta: borrador preliminar de un documento oficial, aún no firmado ni aprobado formalmente.
- GLO (Garantía de la Ley y del Orden): mecanismo que permite al presidente de Brasil autorizar la intervención de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad interna. No tiene un equivalente directo en Uruguay.
- Policía Rodoviaria Federal (PRF): fuerza policial nacional de rutas en Brasil, análoga a la Policía Caminera en Uruguay.
- Gabinete de Seguridad Institucional (GSI): dependencia del Ejecutivo brasileño encargada de la seguridad presidencial y asuntos estratégicos. No tiene un órgano equivalente directo en Uruguay.
- Palácio da Alvorada: residencia oficial del presidente de Brasil en Brasilia. Sería el equivalente al Residencial de Suárez y Reyes en Montevideo.
ALMIRANTE GARNIER: ENTRE LA SEGURIDAD Y LA NEGACIÓN
El primero en declarar fue Almir Garnier, excomandante de la Marina. Por primera vez se expresó públicamente sobre las acusaciones de la Procuraduría General de la República (PGR). Confirmó haber participado de una reunión el 7 de diciembre de 2022 en el Palacio de Alvorada, donde se habrían discutido posibles medidas de Garantía de Ley y Orden (GLO) por los acampes frente a cuarteles. Sin embargo, negó haber visto o discutido una “minuta golpista”.
A pesar de que otro excomandante, el brigadero Batista Junior, declaró que la minuta fue entregada en mano el 14 de diciembre, Garnier negó haberla recibido o siquiera recordarla. También refutó haber ofrecido tropas para apoyar un eventual golpe.
ANDERSON TORRES Y LAS URNAS: DEL SILENCIO A LA MINUTA EN SU CASA
El exministro de Justicia, Anderson Torres, también compareció. Cuestionado por una transmisión en 2021 en la que Bolsonaro atacó el sistema electoral, Torres afirmó que solo leyó un documento técnico de la Policía Federal. Aseguró no haber promovido sospechas ni amenazas al STF.
En cuanto a los bloqueos en rutas durante el balotaje de 2022, atribuyó las operaciones a un intento de prevenir delitos electorales, no a obstaculizar el voto. También negó haber tenido conocimiento sobre el uso de la Policía Rodoviaria Federal con fines políticos.
La mayor sorpresa surgió al abordar la minuta de decreto golpista hallada en su casa. Torres dijo que recibía cartas diarias con documentos, y que no recordaba ese papel.
AUGUSTO HELENO: INTERROGATORIO A LA DEFENSIVA
El general Augusto Heleno, exjefe del Gabinete de Seguridad Institucional, se negó a responder preguntas de la acusación. Las consultas fueron leídas igualmente por Moraes, y luego replicadas por su propio abogado.
Afirmó que no politizó su función ni usó la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) con fines electorales. También negó que su agenda personal, incautada por la Policía, contuviera un “manual” de toma del poder.
LA POLÍTICA DEL ESPECTÁCULO
El caso gira en torno a la llamada «minuta del golpe», un documento que contemplaba instaurar estado de sitio y detener autoridades para evitar la asunción de Lula. Esta etapa del proceso cierra la fase de interrogatorios y refuerza el carácter inédito del juicio: por primera vez en su historia, el STF transmitió audiencias en vivo de imputados de alta jerarquía.
El juicio continúa y marcará un antes y un después en la democracia brasileña. La justicia ahora deberá dilucidar si lo discutido en los bastidores del poder fue una conspiración real o una suma de omisiones que rozaron el límite institucional.