BRASILIA – En un hecho inédito en la historia del Supremo Tribunal Federal de Brasil, el juicio por la tentativa de golpe de Estado encabezada por Jair Bolsonaro inició este lunes con los interrogatorios a los acusados, transmitidos en vivo para todo el país. El primer testigo en declarar fue Mauro Cid, exayudante de órdenes del expresidente y pieza clave en la delación.
Según Cid, Bolsonaro recibió, leyó y modificó personalmente el borrador del decreto que pretendía instaurar un estado de excepción para anular las elecciones de 2022. El documento proponía, entre otras cosas, la detención de autoridades, la instalación de una “comisión electoral” paralela y la repetición de los comicios.
“Sí, señor. Él recibió y leyó. Hizo modificaciones, retirando nombres de autoridades a ser detenidas. Solo usted quedaría como preso”, dijo Cid al ministro Alexandre de Moraes, relator del proceso.
PRIMERA AUDIENCIA, EN VIVO Y CON LOS ACUSADOS PRESENTES
El interrogatorio de Mauro Cid marcó el inicio de la última etapa del proceso: la recolección de testimonios. Junto a Bolsonaro, también son juzgados altos exfuncionarios del gobierno y de las Fuerzas Armadas, acusados de formar parte de una organización criminal armada que planeó la ruptura del orden constitucional para mantener al entonces presidente en el poder.
Entre los implicados figuran el exjefe de inteligencia Alexandre Ramagem, los exministros Anderson Torres, Augusto Heleno, Paulo Sérgio Nogueira y Braga Netto, y el excomandante de la Marina, Almir Garnier. Todos enfrentan cargos por intento de golpe de Estado, abolición del Estado democrático de Derecho, daño al patrimonio público y otros delitos.
Durante la audiencia, el general Braga Netto participó por videoconferencia desde Río de Janeiro, donde cumple prisión preventiva por intento de interferir en las investigaciones.
Mauro Cid, único delator formal en la causa, estaba obligado a responder todas las preguntas. El resto podía guardar silencio.
CONFIRMACIONES Y DETALLES ESCALOFRIANTES
Cid ratificó haber presenciado reuniones entre Bolsonaro y sus asesores más cercanos donde se discutió el contenido de la minuta golpista. Según su testimonio, el expresidente también presentó el documento a los jefes de las Fuerzas Armadas, en busca de apoyo.
En sus respuestas al ministro Moraes y al procurador general Paulo Gonet, Cid también confirmó que Bolsonaro presionó al entonces ministro de Defensa para que cuestionara públicamente las urnas electrónicas, a pesar de que los informes técnicos no detectaron fraudes.
Una de las revelaciones más graves fue la mención a un supuesto plan para financiar atentados, en el que estaría involucrado el general Braga Netto, quien según Cid envió dinero escondido en una caja de vino a un agente de élite.
LAS DEFENSAS SE REPLIEGAN
La mayoría de los abogados defensores prefirió no preguntar. Solo el abogado de Bolsonaro, Celso Villardi, intentó minimizar el papel de su cliente y consultó a Cid si este tenía pruebas de que Bolsonaro sabía de los planes de ataque del 8 de enero de 2023, fecha del asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia. Cid negó esa información específica.
Villardi también preguntó si Bolsonaro sabía de un supuesto complot para asesinar a Lula, Geraldo Alckmin y al propio Moraes. Cid no lo confirmó.
SIN ARREPENTIMIENTO
Durante un receso, Bolsonaro fue grabado hablando con periodistas. Negó estar preparando su defensa ante una posible prisión y rechazó haber convocado al Consejo de la República, paso inicial necesario para firmar un decreto de defensa nacional.
“No firmé ningún decreto. Ni convoqué al Consejo. No veo motivos para prepararme para ir preso”, expresó.
El testimonio de Mauro Cid refuerza la acusación de la Procuraduría General de la República, que sostiene que Bolsonaro fue el líder del núcleo operativo del intento de golpe. El juicio continúa esta semana con nuevos interrogatorios, seguí la cobertura del juicio político más impactante desde el fin de la dictadura militar.
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