Colegio y Liceo Crandon
Como muy positiva y enriquecedora calificaron participantes y docente del Colegio y Liceo Crandon, la experiencia de intercambio cultural que los llevó recientemente a convivir con estudiantes brasileños, en su ámbito familiar en Porto Alegre, Brasil. Ayer a la mañana, profesores y alumnos de Secundaria que participaron del intercambio con el Colegio Americano de Porto Alegre, realizaron una rueda de prensa para informar acerca del carácter de la misma.
CONOCIENDO AMÉRICA Y AL AMERICANO
En horas de la mañana de ayer, profesores y alumnos de Secundaria del Colegio y Liceo Crandon que participaron de un intercambio cultural con el Colegio Americano de Porto Alegre, realizaron una rueda de prensa para informar acerca del carácter de la misma y aspectos inherentes al viaje y la convivencia. Momentos antes, la Prof. de Portugués, Adelita De Oliveira, nos brindó algunos detalles de la experiencia.
Concurrimos cuatro profesores y veintidós alumnos de 3º y 4º año de liceo, como parte del Proyecto “Conociendo América y al Americano”, expresó. El Americano es el Colegio Metodista de Porto Alegre, que educa chicos desde nivel inicial hasta alumnos universitarios. Fue una experiencia muy interesante y enriquecedora. Los chicos estuvieron una semana alojados en casas de familias según el perfil de cada uno. Compartieron clases, deportes, actividades culturales y visitas a museos.
Quiero destacar – añadió – el comportamiento que tuvieron nuestros alumnos, la forma en que se integraron a las familias. También tuvieron catorce horas de clase de portugués para extranjeros y recibieron un certificado por eso.
Deseo hacer hincapié en que este intercambio fue planificado durante mucho tiempo y que los chicos nos ayudaron.
GENTE MUY AMABLE
El personal del Colegio Americano fue muy amable y atento en el trato con todos. Todas las veces que los chiquilines necesitaban algo, siempre había alguien dispuesto a ayudar. Este es un detalle que los alumnos me pidieron lo recalcara. Cuando hicimos una evaluación, ellos pusieron especial énfasis en cómo fueron tratados en Porto Alegre, no solo por el personal del colegio sino por todas las personas en general. Es un poco nuestra idiosincrasia, la del “gaúcho”.
Yo soy de Porto Alegre. También es por eso que los llevo a Porto Alegre en especial, porque me gusta mucho que ellos conozcan otra realidad, que tengan otro horizonte, que amplíen su manera de pensar, que se den cuenta que la vida es mucho más allá de lo que ellos tienen todos los días.
Cuando volvíamos, ellos me decían: “Adelita, ¡qué distinto!, son otros tiempos. No es decir “voy a la casa de mi amigo y en cinco minutos estoy, sino que lleva media hora o cuarenta minutos. Qué diferencia”. Y las comidas, lo que les gustaba, la forma en que fueron tratados.
Posteriormente tuvimos ocasión de establecer un diálogo formal con la docente, cuyos tramos principales reseñamos.
¿Es este tu primer intercambio cultural?
No, es el cuarto. Lo hacemos siempre con ese colegio pero lo vamos haciendo siempre con alumnos que van culminando una etapa de portugués en tercero de liceo. En este colegio se da desde 6º de Primaria, Primero, Segundo y Tercero de Liceo.
Muy bueno para ir integrándolos a la región también, porque si bien el inglés es un idioma fundamental en los tiempos que vivimos, el portugués es un idioma que está cobrando mucha relevancia.
Sin duda que el inglés es fundamental, y nosotros deberíamos querernos más, cuidarnos más, Latinoamérica. Ellos descubrieron que el mate es algo cotidiano, entonces ellos me decían: “Adelita, acá también toman mate”. Entonces es bueno ver las similitudes, no hacer hincapié en las diferencias sino en todo lo que tenemos en común.
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS
Las familias les dijeron que en el fútbol, las familias gaúchas van más a veces por Uruguay que por otros, porque ellos se sienten muy identificados. Los CTG, que son los Centros de Tradición Gaúcha, son lugares donde se baila y se tiene toda la parte de los gauchos, como acá, entonces es similar. A pesar de que la ciudad tiene 1.500.000 habitantes, algo que ellos descubrieron es que tenía más de un árbol por habitante. Les llamó la atención la limpieza, los hábitos, parte de la basura, que se recicla: lunes, miércoles y viernes se recoge una basura; martes, jueves y sábados, otra. Entonces eso les llamaba la atención: cómo la gente se cuida y trata de ayudarse entre ellas. Esas eran las cosas que yo quería que aprendieran. Hicimos hincapié en los valores, en la parte familiar también, no solo en el idioma, en lo distinto, sino también qué tenemos en común.
Esto es fundamental para proyectarlos al futuro, la personalidad que se van formando. Todas esas cosas son enriquecedoras realmente. Latinoamérica tiene mucho más, hay que descubrirlo solamente.
¿Cuántos años llevas trabajando en Colegio Crandon?
Desde el año 1995. Comencé dando clases de portugués en el colegio, que es algo que me gusta mucho, el idioma, la formación, pero más que el idioma, nosotros vemos mucho geografía y la parte cultural y de hábitos, para que ellos, cuando tengan que ir a Brasil o cuando les hablen de Brasil sepan realmente qué es.
¿En qué fecha te radicaste en Uruguay?
Vine al Uruguay en 1985, pero desde 1981 al 85 viví en Argentina, pero luego me casé con un salteño. Mis cuatro hijos son uruguayos, uno de ellos vive en Brasil, Curitiba.
Entonces estás bien integrada a la sociedad salteña.
Totalmente. Amo mucho Salto, para mí es mi ciudad y es por eso que quiero que estos chicos aspiren a más, a tener una mejor formación, no solo formación académica sino como dicen acá en el colegio: la formación en valores, la formación de personas. Y como quiero mucho a Salto y amo mucho a mis estudiantes, para mí es un placer esta tarea.