Tadany Cargnin Dos Santos es un maestro dentro de la filosofía hinduísta nacido en Brasil. Desde hace varios años reside en India y ha venido en varias ocasiones a brindar conferencias a nuestra ciudad, sobre diversos temas relacionados con la disciplina que cultiva.
En esta oportunidad, Tadany reflexiona sobre el estado del ser humano donde muchas veces se imagina situaciones que solamente son reales en su mente y ello en ocasiones les genera un quiebre en el mundo real. Dos Santos entiende que el dejar que esos estados se apoderen de nuestro sentir, genera en nosotros una pérdida de tiempo y energía que solo nos hace desperdiciar un espacio que podemos emplearlo en vivir con intensidad y armonía, “dejando atrás las imaginaciones tontas”, adaptándonos a lo diferente, a aceptar que existen otras miradas que son igualmente válidas.
Tadany cree en la libertad de pensamiento, que nos lleva a no empeñarnos en cambiar a los demás, sino a aceptar que la vida es un camino diverso que está pavimentado para recibir más sabiduría, paz y amor.
La inmadurez cognitivay la vulnerabilidad emocional son dos enemigos silenciosos que nos impiden desarrollar el crecimiento interno que nos fortalece y nos hace optimizar nuestro preciado tiempo en aquellas cosas que son reales y que nos enseñan a responsabilizarnos de nosotros mismos, mirando con optimismo lo que nos rodea, sacando el mejor partido de cada experiencia vivida.
“Cuando nos detenemos a pensar en la cantidad de tiempo que pasamos en imaginaciones y fantasías cuyo único objetivo es cambiar la forma en que otras personas se comportan, o actúan, en relación con nosotros mismos, nos damos cuenta de cuánto desperdiciamos, en vano, la preciosidad de vivir.
Las elucubraciones inventadas al efecto son un peligroso torbellino de autoengaños engañosos, tal vez incluso esperanzadores, pero estériles por naturaleza, dementes por soberbia y absurdos por su inhumanidad.
Tales delirios son una sutil arena movediza en la que, poco a poco, la persona se hunde en sus tontas pretensiones de pensar que puede cambiar a los demás, o por no aceptar a las personas, o situaciones, tal como son”.
LA INMADUREZ COGNITIVA Y LA PÉRDIDA DE MOMENTOS IMPORTANTES
“Sin duda, este es un desagüe agujereado que desperdicia momentos sublimes e importantes de la corta jornada individual, o que podrían destinarse a un camino pavimentado para más libertad, para más amor y para más sabiduría.
Es decir, mientras la inmadurez cognitiva y la debilidad emocional de querer cambiar o culpar al mundo y a los demás permeen la psique individual, el ser humano seguirá atrapado en un atolladero pútrido de dolor insoportable, desamor emocional y malos olores existenciales.
Mientras tanto, el tiempo, como una termita silenciosa y ávida, va extinguiendo continuamente la nobleza jacarandá de la vida. Para citar a este libertador de pensamiento.
