La noche del 24 de Agosto es una fecha especial. No sólo porque es la víspera de Declaratoria de la Independencia Nacional sino porque en las últimas décadas ha sido transformada en la noche en que más salen los uruguayos.
Consideramos que no está mal que los uruguayos dediquemos un día (o una noche) en especial para rememorar viejos tiempos. Hechos trascendentes o sencillamente músicas y otros aspectos que marcaron una época y nos reencontramos como en aquellos años.
Pero honestamente nos gustaría que la misma dedicación y el mismo ímpetu fuera dedicado a recordar cosas que no siempre fueron buenas, ni muchos menos “lindas” para el país y los uruguayos en general.
Pareciera que todo hecho que no es agradable para la población tiende a ser olvidado rápidamente, sin más ni más. Es una equivocación porque consideramos que todo hecho o toda época debe ser “leída” o interpretada para extraer de ella lo positivo y olvidar o relegar al menos lo negativo.
Esto no quiere decir olvidar o pasar por alto, los gruesos errores cometidos, sino sencillamente darles el lugar que deben ocupar en nuestra vida.
No debemos confundirnos con la actualidad. Aquel 25 de Agosto ha sido y es memorable, como lo fue la gesta del 19 de Abril y toda la lucha por la independencia de nuestra querida patria, incluyendo el 18 de Julio de 1825.
Hasta el momento no hay hecho ni situación alguna que pueda comparársele, pero entendemos que finalmente se les ha dado su lugar. Nadie puede ni podrá eclipsar jamás aquellos hechos, por la sencilla razón que nos comparables.
Es bueno tenerlo en cuenta cuando hay cierta ”tendencia” a darle a la denominada “Noche de la Nostalgia”, que se celebra el 24 de Agosto, una trascendencia tal que haga olvidar la lucha que llevaron adelante aquellos héroes.
Nada tenemos en contra de la noche del 24 de Agosto, salvo que se la quiera usar comparativamente con la gesta patria. Una cosa totalmente celebrable y recordable es lo que hemos vivido y otra muy diferente dejar de tener en cuenta que lo que hoy tenemos, bueno o malo, fue conseguido en gran parte por ellos.
Queda mucho por hacer pero el peor error que podríamos cometer sería el de comparar una cosa con la otra. Por la sencilla razón de que su grandeza nos es comparable.
A.R.D.
