Todos sabemos que, infelizmente, la cultura y el arte no tienen la misma importancia que otros temas más relevantes para la sociedad, como el fútbol o el precio de la nafta. Es difícil encontrar técnicos con habilidades en esa área. En el caso de AGADU es algo similar, pero diferente, son muy hábiles para unas cosas, pero, en Salto, rascan donde no pica y se llevan más plata de la que aportan.
Facundo y Sebastián
Es por eso que tuvieron que entrar en escena unos gurises con una determinación impresionante —juventud divino tesoro— que hace que los más veteranos tengamos que correr menos y evitarnos la humillación de admitir que no nos están dando las piernas.
Facundo y Sebastián Sánchez Izaguirre convirtieron un malestar constante en una conversación pública seria. Durante décadas, la relación entre los artistas salteños y Agadu circuló como un susurro, sotto voce in coro, un tabú lleno de indefinición y culpa.
Faltaba un espacio serio que transformara la brujería en ciencia y donde ese chamuyo pudiera convertirse en planteo legítimo.
El Centro Cultural U’manos
U’manos asumió la responsabilidad y el próximo jueves 11 de diciembre de 2025 en Julio Delgado y 19 de Abril, a las 19:30H, será sede de un hecho histórico en Salto, el 1º encuentro entre los artistas gestores y compositores de Salto con AGADU y, de yapa, contará con la participación del poder público municipal para integrarse a este movimiento.
¡Les hicimos 4 preguntas para poder contextualizar a nuestros lectores de una forma simple y eficiente sobre este importante momento!
1 – Yendo al punto: ¿la transparencia es el tema principal?
Sebastián: La transparencia marca el corazón del conflicto. En Salto la única presencia concreta de Agadu es el cobrador, es lo único que conocemos de la institución. Llega, cobra y se va.
Sin oficina, sin orientación, sin explicación sobre el destino de los fondos. Esa situación junta generaciones enteras dentro de una misma percepción: cumplir sin comprender.
La institución creó un vacío informativo que dejó al interior sin herramientas para crecer. Quien desconoce la lógica de un sistema queda excluido de sus posibilidades. Y muchos compositores del interior viven, justamente, en el territorio de la incertidumbre.
Facundo: Los derechos de autor poseen legitimidad, lo entendemos. El desafío surge cuando la comunidad artística observa que los recursos se van y nada regresa. El interior siente esa fuga con fuerza.
Agadu debería impulsar a quienes crean obras, ofrecer acompañamiento y potenciar carreras. No percibimos ese impulso en Salto. El tratamiento distante y la desidia desalienta a los artistas gestores de espectáculos que solo reciben una cobranza, sin recibir presencia institucional real. Esa asimetría pesa más que cualquier arancel.
2 – ¿La atención al público es un problema?
Sebastián: La atención genera dificultades profundas. Aquí los artistas se convierten en gestores porque la estructura obliga, porque nadie te atiende. Producción, sonido, alquileres, permisos, difusión, riesgos financieros. Todo recae en la misma persona.
A eso se suma un arancel sin guía clara sobre procedimientos, derechos o exoneraciones, que tiene una persona encargada de cobrarlo y ninguna persona encargada de explicarlo. La sensación de desamparo se consolida.
Nosotros no buscamos privilegios, buscamos orientación, buscamos que Agadu cumpla su función y nos atienda de una mejor forma. Un trato humano, una voz que explique, una referencia concreta. La vida cultural del interior necesita un vínculo efectivo con las instituciones que regulan su profesión.
Facundo: La indiferencia duele más que la cobranza —¡y mirá que la cobranza duele! Cuando un grupo recauda apenas unos pesos y, aun así, debe pagar de su propio bolsillo algo que no entiende y nadie le explica, aparece un desaliento profundo.
Muchas propuestas artísticas comenzaron a realizarse de forma escondida para evitar problemas. Eso afecta a todos, porque a nadie le gusta esconderse de un cobrador. Si la opción es esconderse, eso indica que no hay una buena atención al público.
3 – ¿La Coordinación de Cultura participa o está involucrada?
Sebastián: La coordinación actual transita sus primeros meses. Está entrando en el tema con atención y abrió un canal de diálogo que valoramos. Se integraron abogados, se planteó acompañamiento técnico y se aseguró presencia institucional.
Falta camino, aunque esta primera señal importa. Es la primera vez que todos los actores se sientan en una mesa con voluntad de comprensión.
Facundo: Nuestra intención es generar un espacio donde cada institución asuma su función. Si esta reunión consigue inaugurar un vínculo real, la ciudad ganará mucho. Percibimos disposición, escucha y apertura, pero también indefinición y dificultad para lidiar con el tema. El desafío consiste en sostener este impulso para que no sea un gesto aislado.
4 – ¿U’manos está preparado para este evento histórico?
Sebastián: U’manos avanzó mucho en este tiempo. El espacio quedó renovado, los equipos se organizaron y la comunidad cultural encontró un lugar donde expresarse sin miedo. La ciudad atraviesa una etapa de madurez emocional frente a estos temas. Las personas llegan con carga acumulada, aunque también con voluntad de construir. La reunión puede ser intensa, estamos listos para acompañar esa intensidad con claridad.
Facundo: La preparación implica infraestructura y también implica cuidado emocional. Esta lucha toca la vida cotidiana de gestores y compositores. Detrás de cada reclamo hay historias de esfuerzo. Por eso agradecemos el apoyo técnico, social e institucional que se sumó a este proceso.
Agadu confirmó su presencia con espíritu de diálogo y la Coordinación de Cultura hará lo mismo. El desafío consiste en orientar la energía para que esta instancia marque una nueva etapa para Salto.
Si te interesa el tema vení al encuentro 🙂
Entonces, si sos artista, compositor, gestor y/o productor de espectáculos, esta reunión es para vos, un espacio cuidado donde podemos integrarnos y darle cauce a nuestras dudas y cuestiones de una forma adecuada y eficiente.
Epílogo provisorio
Lo que queda claro después de escuchar a los Sánchez y revisar décadas de reclamos dispersos es que lo que parece un problema técnico, jurídico o administrativo es, en realidad, mucho más profundo: la indiferencia frente a los problemas de los artistas/gestores de Salto.
Una indiferencia sostenida por organismos que deberían representar a los artistas y acompañarlos, pero que se omiten y los dejan librados a su propia suerte. La enunciación es simple y transversal: la realidad cultural de Salto es ignorada.
Los Sánchez consiguieron la proeza de romper la quietud cansina y calcificada que mata más que una lluvia de meteoritos, una indiferencia indolente como un dinosaurio metafísico, asistiendo en silencio la extinción de su propia existencia.
La ciudadanía salteña, nuevamente, hizo aquello que le corresponde a las instituciones. La reunión en U’manos marca el inicio de otra relación posible, donde se naturalice que los artistas podamos contar con instituciones atentas, capacitadas y que sepan atender a sus representados con técnica y eficiencia.
El último libra a todos. ¡Viva el ARTE! ¡Salario digno para las y los ARTISTAS!









